7 de diciembre de 2009

Bolivia avanza en su Evolución hacia una sociedad más justa y en armonía con la naturaleza

EN UNA HISTÓRICA ELECCIÓN EL PRESIDENTE EVO MORALES FUE REELECTO CON MÁS DEL 63% DE LOS VOTOS

El impresionante proceso de cambio que desde hace cuatro años vive Bolivia fue fuertemente refrendado por el pueblo con su voto, lo que ayudará a profundizar el proyecto que, con el sostén de los movimientos sociales, lidera el presidente Evo Morales. Un movimiento que por primera vez en la historia ha logrado el gobierno de la mayoría indígena y marginada. Un movimiento que recoge toda la experiencia organizativa, comunal y productiva de los pueblos originarios de América y la plasma en un proyecto político desde una perspectiva humana y articulada con la naturaleza.

Por Hernán L. Giardini


Cinco millones de bolivianos concurrieron a las urnas en unos comicios con un resultado que estaba cantado, ya que todas las encuestas indicaban que Evo Morales se convertiría en el primer presidente en lograr la reelección en 45 años de historia. Además, se eligieron 130 diputados y 36 senadores, y se realizaron 18 consultas autonómicas en varias regiones y municipios del país.

Evo Morales, que gobierna Bolivia desde enero de 2006, ganó los comicios con un apoyo de más del 63%, según el conteo rápido del 100% de los votos escrutados. El segundo lugar lo obtuvo con el 27% Reyes Villa, y el tercer puesto fue para el empresario de centro, Samuel Doria Medina, con un 6%. En el cuarto lugar quedó el alcalde de Potosí, René Joaquino, con un 3%.

Con ese porcentaje, Morales no sólo consiguió ser reelecto hasta el 2015 sino que su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS) se aseguró la mayoría absoluta en el Parlamento.

La jornada electoral estuvo marcada por las novedades del nuevo padrón biométrico y el voto exterior, ya que por primera vez pudieron participar de la elección unos 170.000 bolivianos residentes en Argentina, Brasil, España y Estados Unidos.

Cabe destacar que la fórmula Morales – García Linera obtuvo un 10% más de votos que en la primera elección, y que logró muy buenos resultados en los departamentos históricamente opositores del oriente boliviano. Además, el gobierno logró el apoyo de buena parte de la clase media boliviana, sobre todo en los sectores con formación universitaria.

Lo cierto es que el impresionante proceso de cambio que desde hace cuatro años vive Bolivia fue fuertemente refrendado por el pueblo con su voto, y esto ayudará a profundizar el avance hacia un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, mediante un gobierno socialista de base indígena que lidera Evo Morales con el sostén de los movimientos sociales.

Con una inflación controlada, fuerte superávit fiscal y niveles récord de exportaciones y reservas internacionales, el crecimiento promedio de Bolivia durante los cuatro años de gobierno de Morales fue del 4,5% anual.

Basta comparar los números del gobierno de Morales con las anteriores administraciones neoliberales: En febrero de 2003, Gonzalo Sánchez de Lozada implementó un impuesto a los salarios para reducir el déficit, por recomendación del FMI, e incendió el país para recaudar 100 millones de dólares. Hoy Evo Morales tiene atesorados casi 9.000 millones de reservas internacionales, las más altas per capita de América Latina.

Estos fondos permitieron a Evo implementar sus políticas sociales (como los bonos a los escolares, a los ancianos y a las mujeres embarazadas) y una serie de obras enfocadas a las regiones olvidadas.

Cabe destacar que, a fines de 2007, el presidente promulgó la Ley 3.791 de Renta Universal y Vitalicia de Vejez, cuyos beneficiarios ascienden a 676.000 ancianos.

Bajo el gobierno de Morales, Bolivia se convirtió en el tercer país declarado libre de analfabetismo en América Latina, luego de Cuba, que lo hizo en 1961, y de Venezuela, que con apoyo cubano lo logró en 2005. Fueron alfabetizadas 819.417 personas de un universo de 824.101 iletrados detectados (99.5 por ciento). Lo que fue posible gracias a los 28.424 puntos de alfabetización creados en los nueve departamentos de Bolivia; a los 130 asesores cubanos y 47 venezolanos que capacitaron a 46.457 facilitadores, y a los 4.810 supervisores bolivianos en la aplicación del método audiovisual cubano “Yo, sí puedo”.

También fueron notorios los avances en Salud, ya que (con la cooperación de Cuba) desde el año 2006 Bolivia cuenta con 12 centros y un instituto de oftalmología, que ya operaron de la vista en forma gratuita a más de 254.000 personas.

La recuperación de los recursos naturales fue una de las tantas promesas de campaña que Evo cumplió. Así, el presidente avanzó rápidamente en la nacionalización de los hidrocarburos y el 1º de mayo de 2006 promulgó el Decreto Supremo 28701 que establece que los dos megacampos San Alberto y San Antonio dejen para el Estado el 81% de su producción. Esto permitió al país ingresos de hasta 1.649 millones de dólares al año. Además de adquirieron acciones hasta obtener el 51% de las empresas Andina, Chaco S.A., Transredes y CLHB, que pasaron a manos de la estatal YPFB.

Por otra parte, Morales también avanzó en la nacionalización de la minería. El 7 de enero de 2007 pasó a manos del Estado la empresa minera Huanuni, reportando 96 millones de dólares al año. Se nacionalizó el cerro Posokoni, rico en estaño.

En cuanto a las comunicaciones, se nacionalizó el paquete accionario que tenía Euro Telecom Internacional en la Empresa Nacional de Telecomunicación (Entel). Además se inauguró el Sistema Nacional de Radios de los Pueblos Originarios, que agrupa a treinta emisoras, con el objetivo de democratizar la comunicación y fortalecer el derecho a la expresión de todos los sectores sociales.

La nueva Constitución abrió la posibilidad de transitar hacia una economía mixta, participativa, gerencial y comunitaria. Por otra parte, al limitar al latifundio, la nueva Carta Magna dejó abierta la posibilidad de una nueva Reforma Agraria. Por lo que resulta probable que el gobierno realice algunas expropiaciones (sobre todo en el oriente, donde existen grandes fincas a manos de pocos terratenientes) y distribuya las tierras entre las comunidades campesinas e indígenas.

Morales prometió también avanzar en la modernización e industrialización del país. Por lo que se esperan grandes obras en materia energética y de comunicaciones. Y es probable que se avance en la nacionalización de la electricidad y de la empresa de los ferrocarriles, actualmente en manos de una empresa chilena.

Lo cierto es que Evo Morales encabeza uno los procesos más interesantes de la rica historia latinoamericana. Un movimiento que por primera vez en la historia ha logrado el gobierno de la mayoría indígena y marginada. Un movimiento que recoge toda la experiencia organizativa, comunal y productiva de los pueblos originarios de América y la plasma en un proyecto político desde una perspectiva humana y articulada con la naturaleza.

Así, el tradicional ayllu (forma incaica de producción comunitaria entre familias) se ve reconstituido, por ejemplo, en las juntas vecinales de El Alto y de La Paz, y tiene un rol clave en la presente dinámica boliviana, por su carácter no depredador y no consumista.

Estas formas de organización y conocimientos ancestrales indígenas son, sin dudas, una gran contribución para la construcción de un nuevo modelo de desarrollo productivo diferente al occidental capitalista, que en gran medida ha puesto al planeta al borde del colapso.

Y esto puede leerse claramente en el hermoso prólogo de su nueva Constitución:

“En tiempos inmemoriales se erigieron montañas, se desplazaron ríos, se formaron lagos. Nuestra amazonia, nuestro chaco, nuestro altiplano y nuestros llanos y valles se cubrieron de verdores y flores. Poblamos esta sagrada Madre Tierra con rostros diferentes, y comprendimos desde entonces la pluralidad vigente de todas las cosas y nuestra diversidad como seres y culturas. Así conformamos nuestros pueblos, y jamás comprendimos el racismo hasta que lo sufrimos desde los funestos tiempos de la colonia. El pueblo boliviano, de composición plural, desde la profundidad de la historia, inspirado en las luchas del pasado, en la sublevación indígena anticolonial, en la independencia, en las luchas populares de liberación, en las marchas indígenas, sociales y sindicales, en las guerras del agua y de octubre, en las luchas por la tierra y territorio, y con la memoria de nuestros mártires, construimos un nuevo Estado. Un Estado basado en el respeto e igualdad entre todos, con principios de soberanía, dignidad, complementariedad, solidaridad, armonía y equidad en la distribución y redistribución del producto social, donde predomine la búsqueda del vivir bien; con respeto a la pluralidad económica, social, jurídica, política y cultural de los habitantes de esta tierra; en convivencia colectiva con acceso al agua, trabajo, educación, salud y vivienda para todos. Dejamos en el pasado el Estado colonial, republicano y neoliberal. Asumimos el reto histórico de construir colectivamente el Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, que integra y articula los propósitos de avanzar hacia una Bolivia democrática, productiva, portadora e inspiradora de la paz, comprometida con el desarrollo integral y con la libre determinación de los pueblos. Nosotros, mujeres y hombres, a través de la Asamblea Constituyente y con el poder originario del pueblo, manifestamos nuestro compromiso con la unidad e integridad del país. Cumpliendo el mandato de nuestros pueblos, con la fortaleza de nuestra Pachamama y gracias a Dios, refundamos Bolivia.”



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1 comentario:

Anahí M. LLanes. dijo...

Maravillada con los logros y resultados.

Salud!