7 de diciembre de 2009

De la ilegitimidad a la fiesta de la democracia

HONDURAS – URUGUAY: DOS CARAS DE LATINOAMÉRICA

Tras varios meses de gobernar con las armas, los militares hondureños junto con la oligarquía lograron legitimar lo indefendible: el golpe de Estado y el derrocamiento de Manuel Zelaya. El alto e histórico abstencionismo da cuenta de un estado de situación del pueblo. Por el otro lado, el mismo 29 de noviembre, Uruguay festejó la victoria del Pepe Mujica con el Frente Amplio en segunda vuelta.

Por Marcelo J. Levy


Dos elecciones paralelas: La de la República Oriental del Uruguay, en donde tras un limpio proceso electoral el Pepe Mujica accede en segunda vuelta con 74 años al ejecutivo uruguayo, y por otro lado los ilegítimos comicios hondureños.

Vayamos por partes.

El pueblo hondureño vuelve a dar señales. Alrededor de un 70% del electorado no asistió a las urnas, lo que supone el abstencionismo más masivo de la historia de Honduras.

El gobierno de facto de Roberto Micheletti ha sacado de sus casas a miles de hondureños a la fuerza para obligarles a votar, y ha permitido que salvadoreños del derechista partido ARENA entren a votar debido a la poquísima afluencia de personas en los colegios electorales. Según denuncia el Frente Nacional de Resistencia Popular han tenido que mantener los colegios abiertos una hora más para poder recabar algún voto más.

El Frente, que cuenta con el total respaldo del presidente Zelaya quién los considera el futuro de Honduras, también ha denunciado que debido a la desesperación de los golpistas, se ha reprimido brutalmente la manifestación pacífica que se realizó en la ciudad de San Pedro Sula, en la cual resultaron varios compañeros heridos, golpeados y detenidos. Un compañero está desaparecido.

Venezuela, Nicaragua, Brasil, Ecuador, Chile, Argentina, Bolivia, Paraguay, El Salvador y Uruguay han ratificado que no van a reconocer el resultado de las elecciones debido a que Zelaya no está en el poder. Entendiendo cada vez más la jugada del imperio en todos estos meses y tirando abajo la idea de los que creían que Estados Unidos apoyaba la democracia en Honduras, Legitimó estas elecciones nulas por donde se las mire en consonancia con sus cipayos Perú, Colombia y Panamá.

No se puede obviar el lamentable sometimiento de parte del Presidente de Costa Rica, Oscar Arias, a los designios del Departamento de Estado norteamericano. Apoyar a los golpistas en el llamado a elecciones ilegítimas y guardar silencio sobre las violaciones de los derechos humanos que sufre el pueblo hondureño nunca puede ser el camino de construcción de la Paz.

El gobierno de los EE.UU. es cómplice y gestor del golpe de Estado en ese país; un golpe realizado para someter al pueblo e imponer políticas de dominación y saqueo en la región. El manifiesto apoyo del gobierno de Obama al llamado a elecciones por la dictadura, es intentar justificar lo injustificable, ocultar y desconocer a la soberanía de todo un pueblo y al Presidente Manuel Zelaya, quien se encuentra prácticamente encarcelado en la Embajada de Brasil desde hace ya dos meses, soportando la permanente agresión de los golpistas.

Con esta farsa electoral se pretende ocultar los verdaderos motivos del golpe en Honduras, que es mantener a los pueblos en la miseria y la opresión, para poder seguir enriqueciéndose unos pocos, a costa además de la propia naturaleza. Busca contrarrestar el aumento del salario mínimo y garantizar mayores ganancias a las maquilas; reabrir el país a las concesiones mineras y forestales; expandir las privatizaciones y los beneficios del libre comercio para las transnacionales de EE.UU. y Europa; evitar acuerdos solidarios con países latinoamericanos; revertir el ingreso de Honduras al ALBA; profundizar y amarrar al país de acuerdo a sus intereses, económicos, políticos y militares.

Los grandes medios de comunicación, verdaderos monopolios al servicio de los intereses de dominación impuestos, desatan campañas nacionales e internacionales contra gobiernos que tienen pensamiento propio y buscan la independencia y soberanía de sus pueblos. Si su bombardeo cultural y los golpes de mercado no alcanzan, sobrevienen la agresión y los intentos de golpe de Estado por la CIA y el Departamento de Estado, como lo ocurrido en Venezuela, Bolivia y la agresión contra Ecuador por parte de Colombia.

En definitiva, el proceso hondureño no se detiene con una elección fraudulenta. Todo lo contrario. Se profundizará la resistencia de un pueblo que ya aprendió a auto organizarse. Si algo de bueno tuvo esto, fue darse cuenta de que el pueblo puede. Se inicia un camino arduo, de lucha en las calles, de violencia por parte del Estado hondureño con apoyo del Imperio, pero lo cierto es que Honduras nunca volverá a ser lo que fue desde la aparición de Manuel Zelaya.

Por otro lado, mucho más al sur de Latinoamérica, el Uruguay elegía en segunda vuelta a su nuevo presidente.

"Sabés una cosa pueblo, es el mundo al revés, en el estrado tendrías que estar vos y nosotros aplaudiendo (...) esta batalla la dieron ustedes" dijo el Pepe Mujica frente a miles de uruguayos que coreaban su nombre.

Senador, ex ministro, y ex combatiente y fundador del Movimiento de Liberación Tupamaros, Mujica ha sido elegido Presidente y esto le permite al Frente Amplio continuar asumiendo la responsabilidad política de gobierno.

El Frente Amplio, gana primero el gobierno de Montevideo y posteriormente las elecciones presidenciales con el médico Tabaré Vázquez en el 2004. La llegada al gobierno se constituyó como un hecho histórico sin precedentes. Puso fin al bipartidismo de colorados y blancos, que había gobernado por siempre el Uruguay, llegando por primera vez la izquierda a gobernar el país.

Este proceso ha estado lleno de expectativas y esperanzas, y al tiempo acompañado también de decepciones y desencuentros. Logros importantes se anota el gobierno frenteamplista: en el campo de los derechos sociales y laborales, en aspectos sobre el tema de la equidad de género y en la defensa de las minorías.
Muy polémicas y negativas han significado, por otro lado, decisiones del presidente Tabaré Vázquez como la de vetar la despenalización del aborto, afectando en el Uruguay los movimientos sociales de género o medidas del gobierno como la de cumplir con los términos del Fondo Monetario Internacional frente a la deuda externa. Tampoco debemos olvidar que mientras Hugo Chávez visitaba Argentina y Bolivia en marzo de 2007, Tabaré recibía en su tierra George Bush.

Se renuevan las esperanzas de un país que, castigado por los años encuentra a un Pepe Mujica con ansias de cambios, de voluntad de amalgamar al Uruguay con el resto del continente. Festejemos por el Frente Amplio, pero con atención. Dicen que quien se quema con leche ve una vaca y llora. En el río de la plata lo que más abunda es la producción ganadera.

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