7 de octubre de 2010

¿Revuelta policial o Golpe de Estado premeditado?

EL IMPERIALISMO VUELVE A METER LA COLA

Venezuela, Bolivia, Honduras, Ecuador, ¿Paraguay? fueron ejemplos de cómo las elites locales en connivencia con el imperialismo norteamericano intentan desestabilizar una región que cada vez se presenta como más sólida. El último movimiento fue al presidente Rafael Correa la mañana del 30 de septiembre. Pormenores de un plan espontáneamente estructurado.

Por Marcelo J. Levy

El pueblo de Ecuador decidió tomar un nuevo rumbo a partir del 15 de enero de 2007. Esa fecha lo vio asumir como presidente a Rafael Correa por primera vez en medio de un apoyo popular generalizado. Pero lo cambios no siempre conforman a todos. Si bien el flamante mandatario era un joven economista educado en Estados Unidos, tenía una visión política totalmente contraria al modelo neo-liberal capitalista. Aunque los norteamericanos no estaban preocupados en un principio por la posibilidad de una victoria de Correa, de igual manera, el Departamento de Estado invirtió millones de dólares en la campaña electoral a través de varios grupos políticos y sociales. Aún así, Washington apostaba a que frente una victoria de Correa, su gobierno podría ser subordinado. Contrafácticos.

Lejos de acercarse al imperio como otrora lo habían hecho sus antecesores, el Presidente Correa comenzó a estrechar vínculos con Venezuela. Se unió a la Alianza Bolivariana de las Américas (ALBA) como miembro observador hasta el 2009. Ese año se incorpora como miembro pleno del grupo junto a Bolivia, Cuba, Honduras, Nicaragua, Venezuela y las islas caribeñas de Antigua y Barbuda, Dominica y San Vicente y las Grenadinas.

A su vez, una de las decisiones políticas que dividen aguas en los proyectos políticos en Latinoamérica es la convocatoria a una constituyente. Exactamente tres meses después de asumir, Correa convocó una constituyente nacional para redactar una nueva Constitución, como hizo Chávez en Venezuela y Evo Morales en Bolivia. La democracia, "en grave riesgo", rezaban los medios masivos acérrimos opositores desde el inicio del gobierno. Esa misma fecha liquida una deuda de más de 22 millones de dólares con el FMI y expulsa a representante del BM. Posteriormente convoca a una comisión auditora para analizar la ilegalidad e ilegitimidad de la deuda externa. Una exhaustiva investigación determinó un sinnúmero de irregularidades lo que obligó a los abogados del Chase Morgan a comunicarse con Alejandro Olmos Gaona, uno de los auditores, para ver “cómo se podía arreglar todo esto”, ya que existía la decisión del Presidente Correa de no pagar la deuda.

El 28 de septiembre de 2008, a través de un referéndum nacional queda aprobada la nueva Carta Magna. Basada en la nueva Constitución, hubo elecciones presidenciales de nuevo en abril 2009, y Correa ganó con más de 55% del voto, seguido por Lucio Gutiérrez con 28%.
Continuemos enmarcando esta “rebelión policial”.

El primero de marzo de 2008, el gobierno de Colombia ejecutó una invasión ilegal en territorio ecuatoriano para bombardear un supuesto campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarios de Colombia (FARC). Fue conocida como la Masacre de Sucumbíos. La acción causó una ruptura en relaciones entre Ecuador y Colombia, y luego Venezuela también rompió relaciones con Colombia como muestra de solidaridad y rechazo a sus agresiones. Como era de esperarse, Estados Unidos respaldó a Colombia en medio de la crisis regional. Basado en supuestas evidencias conseguidas durante la operación militar en Ecuador, el gobierno de Colombia acusó al Presidente Correa de sostener vínculos con las FARC, grupo considerado “terrorista” por Washington y Colombia.

En diciembre 2008, el Presidente Correa realizó una visita oficial a Irán, reuniéndose con el Presidente Mahmoud Ahmadinejad para estrechar la relación Ecuador-Iraní. Firmaron varios acuerdos y anunciaron la apertura de embajadas en sus distintos países.

Del 2007 al 2008, el comercio entre Ecuador e Irán creció de 8 millones de dólares a 168 millones de dólares. En 2009, Irán otorgó un crédito de 40 millones de dólares a Ecuador para financiar la construcción de dos plantas eléctricas. Este año el Gobierno firmó un acuerdo para la construcción de tres centros hidroeléctricos con tecnología iraní.

Otro elemento fundamental. Jamil Mahuad, presidente de Ecuador hasta el año 2000, firmó un acuerdo permitiendo a Estados Unidos establecer una base militar en su territorio. La base en Manta se convirtió rápidamente en centro de operaciones militares de Estados Unidos en la región andina-sur. De allí, el Pentágono realizaba misiones de espionaje, inteligencia y reconocimiento por toda la región. Manta garantizaba un espectro amplio desde el Comando Sur en el estado Florida en Estados Unidos hacia sus bases operativas en Comalapa, El Salvador, Aruba y Curazao, y hasta su presencia militar en Colombia y Ecuador. Unos 500 militares estadounidenses ocupaban a Manta, junto a una cantidad de contratistas privados. Aunque el acuerdo inicial era para combatir al “narcotráfico”, Manta fue utilizada como un centro de operaciones contra la guerrilla colombiana. El acuerdo que permitía a Estados Unidos la ocupación y uso de Manta (sin pagar nada a Ecuador) venció en 2009. El Presidente Correa había dicho anteriormente que no firmaría la renovación del convenio y de esa manera, los militares estadounidenses tendrían que salir de Ecuador. “Podemos negociar con Estados Unidos sobre una base en Manta si ellos nos permiten poner una base militar en Miami”, declaró Correa durante su campaña. Y aunque Washington intentó presionar a Correa para permitir la permanencia de la base, Correa mantuvo su posición con firmeza. Luego fue descubierto que las fuerzas estadounidenses habían utilizado a Manta para ejecutar la operación militar conjunta con Colombia aquel 1 de marzo 2008 en territorio ecuatoriano, sin la autorización del gobierno de Ecuador.

El golpe de Estado en Honduras que ocurrido el 28 de junio de 2009 contra el gobierno de Manuel Zelaya no fue solamente por la famosa “cuarta urna”, es decir, por un referéndum para una constituyente (otra vez la constituyente), sino que también tuvo como causa central una base militar de Estados Unidos, en Soto Cano. Zelaya quería terminar el uso estadounidense de la base que es una de las más importantes para las operaciones militares de Estados Unidos en la región. Hoy, con Porfirio Lobo como pseudopresidente, la base continúa en funciones.

Días después del fatídico jueves 30 de septiembre, el ex Presidente Lucio Gutiérrez se desligó de los acontecimientos. Lo cierto es que durante el intento de golpe a Rafael Correa, el militar (que participó en un golpe de Estado que derrocó al presidente constitucional Jamil Mahuad) declaró en una entrevista televisada que “El fin de la tiranía de Correa está cerca”, pidiendo además “disolver el Parlamento y llamar a elecciones presidenciales anticipadas”.

El Presidente Correa denunció luego que personas vinculadas a Gutiérrez estaban infiltradas en los grupos de policías que provocaron el caos. Gutiérrez, quien se encontraba en Brasil, es un conocido aliado del ex Presidente George W. Bush. Días después de asumir la presidencia en Ecuador en 2003, Gutiérrez fue recibido por Bush en la Casa Blanca. El presidente estadounidense declaró en aquel momento que Gutiérrez era “El mejor aliado y amigo de Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo”.

Poco después, Gutiérrez autorizó a las fuerzas armadas estadounidenses el uso pleno del territorio ecuatoriano para sus operaciones militares. También se subordinó a los intereses de multinacionales y petroleras estadounidenses buscando explotar las reservas ecuatorianas.
Cuando Gutiérrez fue derrocado en una rebelión popular en 2005, y brevemente encarcelado por corrupción, Washington no le quitó su apoyo. Desde entonces, Gutiérrez ha mantenido sus vínculos con la derecha estadounidense, y lo siguen apoyando para que regrese al poder.

A su vez, por lo menos uno de los tres coroneles arrestados en Ecuador, entre otras cosas por intento de asesinato del Presidente Correa, hizo sus estudios en la siniestra academia militar norteamericana llamada “Escuela de las Américas” para un entrenamiento activo. Las fuerzas de seguridad en Ecuador que participaron en el golpe también han sido penetradas por las agencias estadounidenses. Su embajadora Heather Hodges fue enviada a Ecuador en 2008 por el entonces Presidente George W. Bush. Anteriormente, estuvo frente a la Oficina de Asuntos Cubanos, como Subdirectora en 1991, división del Departamento de Estado que se dedica a promover la desestabilización en Cuba. Dos años después, fue enviada a Nicaragua, para consolidar la gestión de Violeta Chamorro, presidenta seleccionada por Estados Unidos luego de la guerra sucia contra el gobierno Sandinista que logró su salida del poder en 1989.

Cuando Bush la envió a Ecuador, era con la intención de sembrar la desestabilización contra Correa. La embajada logró incrementar el presupuesto para organizaciones sociales y grupos políticos que promueven los intereses de Estados Unidos, incluso en el sector indígena. La semana antes del golpe en Ecuador, los encargados de seguridad de las embajadas de Estados Unidos en Centroamérica, que el año pasado realizaron el golpe en Honduras, se movilizaron hacia Ecuador.

No caben dudas que una vez más el imperialismo metió la cola. No cabe duda que frente a la negación de subordinarse, Estados Unidos ataca. Sin embargo, gracias a la movilización popular y a que las condiciones no estaban dispuestas, el golpe de estado fracasó. La primera declaración del Departamento de Estado cuando apenas estaba comenzando el golpe, fue un simple “estamos vigilando la situación de cerca en Ecuador”. Cuando la situación estaba ya controlada, el presidente hablando a la multitud, la mayoría de gobiernos regionales nucleados en la UNASUR habían condenando al golpe y expresaron su apoyo contundente al Presidente Correa, la Secretaria de Estado Hillary Clinton emitió una declaración de tres líneas “repudiando la violencia y la violación del estado de derecho y expresando nuestro apoyo al Presidente Rafael Correa y las instituciones democráticas del país”.

La derrota del golpe en Ecuador no significa que el objetivo de acabar con el gobierno de Rafael Correa no siga en marcha. Ecuador es una pieza clave en la conspiración permanente que mantiene Washington contra los movimientos revolucionarios en América Latina. No es casual que tres años luego de su primera elección, aparezca este conato de golpe de estado contra el Presidente Correa. Seis golpes de Estado, o intentos de golpe de Estado, promovidos por Washington en América Latina han ocurrido luego del tercer año del gobierno: Chile (1970-1973); Venezuela (1999-2002); Haití (2001-2004); Bolivia (2005-2008); Honduras (2006-2009) y Ecuador (2007-2010).

Para pensar ¿no?



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