9 de diciembre de 2011

Fragmentos de una década

2001 - 19/20 DE DICIEMBRE - 2011

Las jornadas de diciembre de 2001 tuvieron, tienen y tendrán un importante peso simbólico. Nunca se las podrá olvidar: marcan un antes y un después para la sociedad civil. No sólo por su trágico saldo de 33 muertos, también porque, a diferencia del 17 de octubre de 1945, las masas no salieron a rescatar a un líder preso sino a rescatarse a sí mismas como sujeto político activo. Los fragmentos que siguen rememoran aquel proceso que quedó a medio camino y dan cuenta de problemas y debates de absoluta actualidad.

Por Marcelo R. Pereyra


EL CONTEXTO HISTÓRICO (Pablo Lamberto) (*)

“Un mes antes de la renuncia de Fernando de la Rúa, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) elaboró el Censo Nacional de Población, Hogares y Vivienda. Según los datos relevados, al 17 y 18 de noviembre de 2001, de las 35.927.409 personas que vivían en Argentina, el 17,7% lo hacía con necesidades básicas insatisfechas (NBI) La situación económica no era la misma que antes de la Convertibilidad. En mayo de 1991, la desocupación era del 6,9%; diez años después, en octubre de 2001, alcanzaba 18,3 puntos porcentuales y el 35,4% de los habitantes del Gran Buenos Aires se encontraba bajo la línea de pobreza. En ese marco, Fernando de la Rúa (…) dictó un decreto de necesidad y urgencia por el que a partir del lunes 3 de diciembre y por 90 días cada ciudadano tendría un límite de extracción de dinero en efectivo de cuentas bancarias de 250 pesos o dólares por semana.

Los saqueos a supermercados en Rosario y Mendoza fueron la noticia de tapa de los diarios del 15 de diciembre de 2001. (…)Los ataques a comercios bajo la modalidad del saqueo fueron aumentando hasta el mismo 19 de diciembre, registrándose hechos de represión policial y violencia en distintas provincias y en localidades de los alrededores de Buenos Aires, como San Martín, Moreno o San Miguel. Ante ese panorama, el Ejecutivo recurrió al envío de comida y la regularización del pago de planes Trabajar que pudiesen aliviar la situación. La noche del 19 de diciembre Fernando de la Rúa anunció, por cadena nacional, la firma de un decreto de necesidad y urgencia que instauraba el Estado de sitio por 30 días. "Sé distinguir entre los necesitados y los violentos”, dijo el por entonces presidente en su mensaje a la Nación. El cacerolazo y las movilizaciones hacia la Plaza de Mayo fueron las reacciones inmediatas de miles de porteños al discurso de De la Rúa. Horas después, mientras la Policía Federal empezaba a reprimir manifestantes, Domingo Cavallo renunciaría a su cargo en una decisión que después sería imitada por el resto del gabinete. A las 19:52 del 20 de diciembre, un helicóptero despegaba de la terraza de la casa de gobierno con Fernando de la Rúa a bordo. Según La Nación, las jornadas del 19 y 20 de diciembre finalizarían con un trágico saldo de 27 personas muertas en todo el país, durante enfrentamientos entre policías, vecinos y comerciantes que protegían sus propiedades.

Según la ley de acefalía, ante la “falta de Presidente y Vicepresidente de la Nación, el Poder Ejecutivo será desempeñado transitoriamente en primer lugar por el Presidente Provisorio del Senado”. El misionero Ramón Puerta asumió el cargo. Hay que recordar que Carlos “Chacho” Álvarez había renunciado a la vicepresidencia en 2000. La Asamblea Legislativa, después de 48 horas, designó a Adolfo Rodríguez Saá como presidente de la Nación hasta marzo de 2001, cuando se llamaría a una elección general por medio del sistema de ley de lemas, un método electoral que permite a los partidos dirimir sus internas en la misma elección general y presentar una cantidad ilimitada de candidatos. El dirigente sanluiseño renunciaría el 30 de diciembre, luego de que ese día solo 5 de 14 gobernadores justicialistas acudieran a su convocatoria en la residencia presidencial de Chapadmalal, hecho que él sintió como una falta de apoyo de su propio partido. Luego de una breve transición a cargo de Eduardo Camaño, Eduardo Duhalde asumió el poder ejecutivo el 1 de enero de 2002”.


(*) “Salir de la crisis. Diagnósticos de Clarín, La Nación y Página 12 para la Argentina de fines de 2001”. Tesina de Licenciatura en Ciencias de la Comunicación, Facultad de Ciencias Sociales, UBA, 2011.


UN AÑO DE LUCHA POPULAR (Contracultural, enero de 2003)

“Los sucesos del 19/20 de diciembre de 2001 fueron la consecuencia de años de hastío, de miseria, de humillación, de hambre y desesperanza. Las cautas expectativas que las capas medias habían depositado en el gobierno de la alianza UCR-FREPASO se vieron rápidamente defraudadas. A poco de andar el gobierno aliancista, el pueblo entendió que estaba frente a la continuación por otros medios de la política neoliberal consagrada el 24 de marzo de 1976 y proseguida con matices por los gobiernos de Menem y Alfonsín. Así las cosas la instalación del corralito financiero desató la furia de la conservadora clase media, que al menos por una vez comprendió que no puede vivir tratando de imitar las modas, los gestos y los gustos de los de arriba, y que los de abajo -los negros, los villeros, los piqueteros- también son seres humanos.

Nació de esta manera una fugaz alianza de clases que terminó de tumbar un gobierno que se estaba cayendo solo, por la propia inercia de su traición a la plataforma electoral que había propuesto y por la ineficacia demostrada como ente recaudador del Fondo Usurario Internacional. Aparecieron entonces en el pueblo sentimientos de autorreivindicación olvidados en la noche del tiempo, sentimientos que tenían que ver con la dignidad, con el coraje civil y con la ayuda mutua. Fueron los tiempos de la consigna "Piquete y cacerola, la lucha es una sola", que inconfundiblemente remitía a esa otra de los 70: "Obreros y estudiantes, unidos y adelante"; ambas expresando la necesidad de unión entre todos los sectores populares”.


SUEÑO DE UNA NOCHE DE VERANO (Contracultural, enero de 2005)

“El 20 de diciembre último se recordaron en la Plaza de Mayo las convulsionadas jornadas que terminaron con la caída de Fernando De la Rúa en 2001. Tres años después de aquel acontecimiento histórico la multitud reunida no fue la de entonces, pero alcanzó para que los noticieros de la tele despotricaran contra ella porque estaba provocando "un caos en el tránsito". ¿Qué mágica alquimia se ha operado para que semejante acontecimiento político haya quedado reducido, para muchos, a un desorden de la circulación vehicular? ¿Qué genio frotó la lámpara del olvido en el inconsciente colectivo? ¿Es que acaso todo aquello fue solamente el sueño de una noche de verano?”.


A CUATRO AÑOS DE DICIEMBRE DE 2001: TRÁNSFUGAS Y ASESINOS LEGITIMADOS POR EL VOTO POPULAR (Contracultural, enero de 2006)

“El 19 y el 20 diciembre de 2005 pocos se acordaron de los históricos hechos que tumbaron al gobierno de De la Rúa. Por primera vez en la historia argentina ciudadanos que salieron a las calles en las principales ciudades del país, para manifestar su bronca y repudio generalizado a toda la clase política, lograron defenestrar a un gobernante constitucional. Ni el 17 de octubre del 45, ni el Cordobazo de mayo del 69 lograron algo tan significativo. En el primer caso los obreros protoperonistas no derrumbaron al presidente Farrel sino que repusieron a su líder, el coronel Perón. En el segundo, es cierto que el dictador Juan Carlos Onganía debió abandonar el cargo por la gravedad de los disturbios y la represión, pero ya figuraba en los planes de sus adversarios en la interna militar su reemplazo por otro general.

Pero en realidad diciembre de 2001 fue más importante por el movimiento social que gestó, que por la debacle del gobierno de la Alianza UCR-FREPASO. Las asambleas vecinales brotaron como hongos por todas partes y se transformaron, para terror de la derecha, en activos foros de discusión y acción. Por un breve instante la clase media entendió el sufrimiento y la humillación de los que debieron salir a saquear comida. No entendió, en cambio, que los saqueadores se llevaban también electrodomésticos y otros artículos de confort porque querían ser tan consumidores como ellos, tal como la tele les muestra todos los días.

Desde un principio quedó claro que las turbulencias sociales de esos días no tenían una clara y fuerte definición ideológica. Nada de eso, sino que, fugazmente, todas las clases sociales compartieron cuitas, distintas cuitas, quizás por primera vez en la historia del país. Todos tenían algo que reclamar: los de abajo por el hambre, los de arriba por sus fondos encarcelados; los más politizados estaban en la clase media, si bien es cierto que a algunos de sus integrantes también los perjudicó el corralito, su reclamo era el más moral, el más ético de todos. No es casual que de los clasemedieros porteños haya salido el “que se vayan todos”. Se habían hartado de un gobierno que habían votado para que se llevara muy lejos los males del menemismo que ellos mismos habían votado en los 90. Advertidos de este grueso error pusieron a la Alianza UCR-FREPASO para que limpiara los establos de Augias. Pero con el soborno a los senadores por la ley laboral, los que vinieron a limpiar demostraron ser tan sucios como los anteriores.

He aquí la debilidad original de aquel maravilloso movimiento de protesta que permite comprender mejor su ulterior fracaso: faltó saber qué era lo que se quería más allá del rechazo unánime a los políticos, es decir faltó un proyecto unificador. (…)Diciembre de 2001 es histórico, pero difícilmente sea mítico y fundacional. Sus efectos o resultados están a la vista, pues no solamente no se fue nadie sino que volvieron todos gracias al voto de los mismos que unos meses atrás los habían repudiado: Luis Patti, un policía torturador confeso y asesino probable, es diputado; Carlos Menem, el gran delincuente responsable del vaciamiento del país, es senador; el ex senador Gioja, uno de los “beneficiados” con los sobornos de De la Rúa, es el gobernador de San Juan; y Néstor Kirchner, el niño bueno que más plata destinó al pago de la fraudulenta deuda externa, fue santificado en octubre pasado con el 40% de los votos.


LEDESMA SE ESCRIBE CON SANGRE (lavaca.org, 29/07/2011)

“Cuatro muertos, un hombre en coma profundo, más de 30 heridos, 10 mujeres y 12 hombres detenidos es el saldo de una violenta represión que trató de desocupar 15 de las 135 mil hectáreas que la familia Ledesma posee en Jujuy. (…) El conflicto se desató hace tres años y, por entonces, se abrió una negociación (…). Hubo, incluso, una oferta para comprar esas tierras, a la que Ledesma se negó. En tanto, avanzó la causa judicial. El juez Sammar firmó la orden de desalojo el pasado 22 de julio, cuando 700 familias decidieron re-ocupar, a la vista de que Ledesma no cumplía con las promesas de transferir esas tierras. Aún con la orden firmada, se había abierto un espacio de diálogo que fue roto sin aviso previo cuando a las 6 de la mañana de hoy, jueves 28, irrumpió la policía con gases lacrimógenos y disparos”.


CENSURA I (Darío Aranda, 19/11/11) (*)

“La nota que hoy (Sábado 19) aparece en Página12 con mi firma no se corresponde con la que escribí. Específicamente el primer párrafo (lo más importante de una nota periodística). Un derecho básico de los periodistas es tener la posibilidad de retirar la firma. No me han respetado ese derecho. (…) Copio la cabeza original. Había sido acordada así con el editor: "Asesinado por el agronegocio. Cristian vive, la lucha sigue", resumía la extensa bandera al frente de la marcha que ayer reclamó justicia por el asesinato del campesino santiagueño Cristian Ferreyra, ocurrida por una disputa territorial. El Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI), donde militaba Ferreyra, enumeró cuatro niveles de responsabilidad: el modelo agropecuario, el gobernador Gerardo Zamora, el Poder Judicial provincial y el Gobierno Nacional. Desde la puerta de la Casa de Santiago del Estero en Buenos Aires el vocero del MNCI, Adolfo Farías, fue explícito: "Hacemos público que vamos por el Gobernador, es el responsable de las represiones. No habrá más asesinatos en el monte santiagueño". También hubo marchas en Santiago y Córdoba.

La cabeza publicada por el diario: "Asesinado por el agronegocio. Cristian vive, la lucha sigue", resumía la extensa bandera al frente de la marcha que ayer reclamó justicia por el asesinato del campesino santiagueño Cristian Ferreyra, ocurrida por una disputa territorial. La marcha partió del Obelisco, se dirigió por avenida Corrientes y terminó en Florida 274. Dos cuadras de personas y dos consignas que se repitieron: "¿Quiénes somos? Campesinos. ¿Qué queremos? Tierra, trabajo y justicia" y "Alerta que camina la lucha campesina por América latina"”.

(*) Periodista de Página/12.


LEY ANTITERRORISTA “PARA TODOS” (Red Eco, 1/12/2011)

“El pasado 14 de octubre, el Poder Ejecutivo Nacional presentó al Congreso un nuevo proyecto de “ley antiterrorista” que propone modificar el Código Penal para que el delito de terrorismo se asocie a todos y cada uno de los tipificados en este código, tanto sean cometidos por organizaciones como por individuos. (…) Se considerará como terrorista el delito que tipificado en el Código Penal sea cometido “con finalidad terrorista”. Además ya no sería necesario (tal como lo establece la ley actual) ser parte de una “organización” o “grupo organizado”, por lo que un acto individual también puede ser considerado terrorista. (…) En el tema de la financiación, el artículo detallado como 306 establece penas de 5 a 15 años y multas de 2 a 10 veces el monto de la operación al que “directa o indirectamente recolectare o proveyere bienes o dinero, a sabiendas de que serán utilizados en todo o en parte para financiar la comisión de un delito que tuviera la finalidad prevista en el artículo 41 quinquies, independientemente de su acaecimiento (…) Las disposiciones de este artículo regirán aun cuando el ilícito sea cometido fuera del ámbito de aplicación espacial de este Código en tanto el hecho también hubiera estado sancionado con pena en la jurisdicción competente para su juzgamiento”. Por lo cual podría configurarse este delito en el marco de una campaña de solidaridad financiera a los presos políticos mapuches chilenos que están acusados en su país de terroristas.

(…) Este proyecto aparece en un contexto de: miles de luchadores sociales procesados por delitos tipificados en el Código Penal (entre los que se destacan la usurpación y el corte de calles/rutas, entre otros), aumento en el nivel de movilizaciones por trabajo y salario, contra la precarización laboral, para frenar el avance de las industrias extractivas contaminantes y el desalojo de campesinos para plantar soja. Se agregan ocupaciones de tierras para vivienda y de espacios públicos con acampes, cortes de calles y rutas. Sumado a esto han venido las advertencias de la presidenta en cuanto a los límites que deben tener los reclamos de los trabajadores para no “boicotear” a la Argentina y su sugerencia de no cortar calles sino de que el “marchódromo” sea solo la Plaza de Mayo”.


CENSURA II (Comisión Interna de la agencia oficial TELAM, 6 de diciembre de 2011)

“La asamblea general de trabajadores de Télam repudia la operación de prensa montada en la agencia y la censura sufrida en los despachos informativos redactados por nuestros compañeros de la sección Política sobre el asesinato del dirigente campesino Cristian Ferreyra, integrante del Movimiento Campesino de Santiago del Estero (Mocase-VC).

(…) Cubrimos con redactor y fotógrafo una marcha convocada por el Mocase con el apoyo de movimientos político sociales, entre ellos el Movimiento Evita, uno de cuyos dirigentes, el “Chino” Navarro, aportó como otros sus declaraciones señalando la responsabilidad de “gobiernos provinciales” en la violencia de los terratenientes contra campesinos, en alusión en este caso al gobernador santiagueño, Gerardo Zamora. La nota fue demorada y se presionó finalmente para eliminar la presencia del Movimiento Evita en la marcha y las declaraciones de Navarro. Por último, fue eliminado el párrafo en que éste responsabilizaba a gobiernos provinciales y funcionarios judiciales por la violencia rural, sin consultar al redactor y dejando su sigla. Tampoco se incluyeron fotos, según se indicó a compañeros de fotografía, “por orden del jefe de prensa del gobernador de Santiago del Estero Gerardo Zamora”. (…) Pero además, y quizás lo más grave, con el concurso de la agencia se montó una operación. El mismo día de la marcha del 18, por la mañana, se emitió un despacho de unas 90 líneas que afirmada en el título y la cabeza que Ferreira había sido asesinado en un enfrentamiento entre vecinos, adoptando sin distancia alguna la afirmación de un supuesto informe o “parte oficial” de la policía santiagueña, sobre el crimen cometido en realidad por sicarios de un terrateniente. Ante la protesta de periodistas, se dijo que ese “parte” había sido remitido por Zamora con pedido de publicación”.

Los trabajadores de Télam no queremos más censura ni mendacidad. El caso de censura en noticias sobre el asesinato de Ferreira, que es muy grave, no es una excepción. La censura y la selección de hechos que deben ser ignorados son moneda corriente”.


SISTEMA DE LA CRUELDAD (Comisión Provincial por la memoria - Comité contra la tortura, Informe 2011)

“El modelo neoliberal de los 90 ha dejado profundas huellas políticas, culturales, económicas y sociales en el estado y la sociedad. Desmontar su andamiaje es tarea de la etapa histórica que estamos transitando. Sin embargo, cuando se analizan las situaciones de justicia, seguridad y las prácticas hacia las personas privadas de libertad, el núcleo duro de las ideas que dieron sustento a la institucionalidad que se modeló en aquellos años, parece tener todavía un rol hegemónico.

La utilización de la prisión preventiva masiva sobre los sectores empobrecidos de nuestra población, la desigualdad de armas entre los defensores oficiales y las fiscalías, las tasas de prisionización altísimas sobre estos sectores, las prácticas policiales violentas y arbitrarias sobre los más vulnerables, los malos tratos y torturas en cárceles y comisarías, la ineficaz investigación judicial de la violencia institucional sobre las personas sin recursos, la persecución a los jueces que no adaptan a los criterios hegemónicos y dictan sentencia a derecho, son parte de un modelo que impugnamos y al que llamamos sistema de la crueldad”.

La lucha continúa…

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