INICIO
DEL TIEMPO DEL PACHAKUTI
Desde la
Isla del Sol, desde el Lago Sagrado Titikaka, que compartimos
Perú y Bolivia, queremos decirles que estamos reunidos, hoy, 21 de diciembre de
2012, no esperando a que se acabe el mundo, como algunos decían. Nunca habrá
fin del mundo. Estamos aquí para dar esperanza en este nuevo amanecer para los
pueblos del mundo.
Por
Evo Morales (desde Bolivia)
La Isla
del Sol, el nacimiento del nuevo tiempo
En
esta Isla del Sol, donde hace mil años atrás se inauguró el tiempo del sol,
nacieron Manco Kapac y Mama Ocllo para fundar el Tahuantinsuyo. Por eso, esta
isla es la isla fundadora del tiempo y de la historia de los hijos del sol.
Pero llegó, luego, la oscuridad con los invasores extranjeros. Alentados por la
codicia llegaron hasta nuestro continente Abya Yala para someter a las naciones
indígenas. Fue el tiempo de la oscuridad, del dolor y de la tristeza, un tiempo
que para los hijos del Willka fue del no tiempo.
Hoy,
desde esta misma isla que dio nacimiento al Tahuantinsuyo, estamos cerrando la
época de la oscuridad y del no tiempo, y estamos abriendo el nuevo tiempo de la
luz: el Pachakuti.
Nuevamente, los pueblos del mundo, los movimientos
sociales, la gente marginada, discriminada, humillada se organizan, se
movilizan, se concientizan para levantarnos nuevamente como en aquellos tiempos
del Pacha, tiempos del Pachakuti.
Por
eso, hermanas y hermanos, este gran acto histórico e inédito es una gran
sorpresa, así como, también, para nuestros hermanos en Guatemala, en México,
Ecuador y en otros países del mundo que hoy se movilizan para recibir al Pacha.
Esta
mañana, con el hermano Vicepresidente Álvaro García y, con el hermano
Canciller, David Choquehuanca, nos informamos de que los pueblos de Norte
América, tanto en Canadá como en Estados Unidos, se movilizan para expresar su
esperanza en este solsticio de verano.
Hermanas,
hermanos: El
mundo está siendo azotado por una múltiple crisis global que se manifiesta en
una crisis climática, financiera, alimentaria, institucional, cultural, ética y
espiritual. Esta
crisis nos señala que estamos viviendo los últimos días del capitalismo y de un
desenfrenado consumismo; es decir, de un modelo de sociedad donde el ser humano
pretende ser superior a la
Madre Tierra, convirtiendo a la naturaleza en un objeto de su
despiadado dominio depredador.
Los ideólogos del capitalismo plantean que ante la crisis
del sistema capitalista las siguientes soluciones:
Por
un lado, más capitalismo, más privatización, más mercantilización,
más consumismo, más explotación irracional y depredadora de los recursos
naturales y más protección a las empresas y a las ganancias privadas.
Por
otro lado, menos derechos sociales, menos salud pública, menos
educación pública y gratuita, y menos protección de los derechos de las
personas.
Hoy
las sociedades y los pueblos de los países desarrollados viven dramáticamente
la crisis capitalista creada por su propio mercado. Los gobiernos capitalistas
creen que salvar a los bancos es más importante que salvar a los seres humanos,
y salvar a las empresas es más importante que salvar a las personas. En el
sistema capitalista los bancos tienen derechos económicos privilegiados y gozan
de una ciudadanía de primera, por lo que podemos decir que los bancos valen más
que la vida. En este capitalismo salvaje las personas y los pueblos no son
hermanos y hermanas, no son ciudadanos, no son seres humanos; las personas y
los pueblos son deudores morosos, prestatarios, inquilinos y clientes; en
resumen, si las personas no tienen dinero no son nada.
Vivimos
el reino del color verde. Verde como los dólares son las políticas monetarias, verde
como los dólares son las políticas de desarrollo, verde como los dólares son
las políticas de vivienda, verde como los dólares son las políticas de
desarrollo humano y las políticas ambientales. Por eso, ante la nueva ola de
crisis del sistema capitalista, sus ideólogos se han lanzado a promover la
privatización de la naturaleza, a través de la llamada economía verde o el
capitalismo verde.
Sin
embargo, las recetas de mercado, de liberalismo y de privatización no hacen
sino generar pobreza y exclusión, hambre y marginación.
Las imágenes que deja en el mundo el capitalismo salvaje
son tenebrosas:
a)
Más de 850 millones de hambrientos en el mundo, casi 200 millones más que los
que existían hace 30 años,
b)
La esperanza de vida de los más pobres en el mundo sigue siendo la misma que en
el año 1977, es decir de 44 años de vida,
c)
Aproximadamente 1.300 millones de personas viven en condiciones de pobreza,
d)
Existen cerca de 230 millones de desempleados en el mundo, 40 millones más de
desempleados que los que habían hace 30 años,
e)
Finalmente, los países desarrollados desperdician anualmente 700 millones de
toneladas de alimentos, es decir, tres veces más de lo que produce el África
Subsahariana en un año,
La crisis global del capitalismo tiene entre sus causas
estructurales las siguientes:
a)
La acumulación y concentración de la riqueza en pocos países y en pequeños
grupos sociales privilegiados,
b)
La concentración de capital en la producción y comercialización de recursos y
bienes de alta y rápida generación de riqueza,
c)
Promoción del consumo social masivo y excesivo de productos con la creencia de
que tener más es vivir mejor,
d)
Producción masiva de productos desechables para enriquecer capitales y acrecentar
la huella ecológica,
e)
Aprovechamiento productivo extractivo de recursos naturales renovables y no
renovables excesivo e insostenible con altos costos ambientales,
f)
Concentración de capital en procesos de especulación financiera para generar ganancias
rápidas y abundantes,
g)
Concentración de conocimientos y tecnologías en los países ricos y en los
grupos sociales más ricos y poderosos,
h)
Promoción de prácticas financieras y esquemas productivos extractivos y
comerciales que deterioran la economía y soberanía de los Estados, en
particular de los países en vías de desarrollo, monopolizando el control de los
recursos naturales y de sus ganancias,
i)
Reducción del rol de los Estados a débiles reguladores, convirtiendo a los
grandes inversores en patrones de casa ajena y a los Estados y pueblos en
servidores o socios débiles con el mito de que la inversión extranjera lo puede
resolver todo.
Hermanas y hermanos del mundo: El capitalismo ha creado
una civilización despilfarradora, consumista, excluyente, clientelista,
generadora de opulencia y miseria. Este es el patrón de vida, producción y
consumo que tenemos la necesidad imperiosa de transformar.
El
planeta y la humanidad están en grave peligro de extinción. Los bosques están
en peligro, la biodiversidad está en peligro, los ríos y los océanos están en
peligro y la tierra está en peligro. Esta hermosa comunidad humana que habita
nuestra Madre Tierra está en peligro debido a la crisis climática.
Las
causas de esta crisis climática están relacionadas directamente con la
acumulación y concentración de la riqueza en pocos países y en pequeños grupos
sociales; con el consumo masivo, excesivo y dispendioso debido a la creencia de
que tener más es vivir mejor; con la producción contaminante y de bienes
desechables para enriquecer capitales acrecentando la huella ecológica; así
como con el aprovechamiento productivo extractivo excesivo e insostenible de
recursos naturales renovables y no renovables que tiene altos costos
ambientales.
Hermanas
y hermanos: El Estado Plurinacional de Bolivia, haciendo eco de la voz de los
pueblos del mundo, asume una obligación ética con el planeta y propone la
necesidad de que el ser humano recupere el sentido de unidad y pertenencia con la
Madre Tierra.
Estamos
en un momento crucial para la definición del futuro de nuestro planeta. En
nuestras manos y en nuestras conciencias radica la responsabilidad de acordar
el camino que vamos a seguir para garantizar la erradicación de la pobreza, la
distribución y redistribución de la riqueza, así como la creación y
fortalecimiento de nuestras condiciones sociales, materiales y espirituales
para vivir en armonía y equilibrio con la naturaleza.
Los
Estados ricos e industrializados deben contribuir a promover la socialización
de la riqueza y el bienestar en armonía con la naturaleza mientras que los
Estados pobres y en desarrollo deben distribuir la poca riqueza con la que
cuentan. No hay futuro para la humanidad si impera el egoísmo y la codicia, la
acumulación y la ostentación propia de un sistema donde el que tiene más reina
sobre los desposeídos. Debemos compartir y complementarnos en conocimiento, en
riqueza, en humanidad y en respeto a la naturaleza.
Este
21 de diciembre es el día del inicio del Pachakuti que se traduce en el
despertar del mundo a la cultura de la vida. Es el inicio del fin del
capitalismo salvaje así como de la transición del tiempo de la violencia entre
los seres humanos y de la violencia con la naturaleza a un nuevo tiempo donde
el ser humano constituye una unidad con la
Madre Tierra y todos convivimos en armonía y equilibrio con la
totalidad del cosmos.
Este
día es para las sociedades milenarias el momento en que se producirán en el
planeta importantes cambios telúrico-cósmicos y es el anuncio de que la cultura
de la muerte, del hambre y de la injusticia habrá llegado a su fin. Significa
el fin de un estado de cosas y el inicio de profundos cambios en el mundo.
Asimismo,
este nuevo tiempo tiene que ser el inicio del fin de las monarquías, de las
jerarquías, de las oligarquías y de las anarquías del mercado y del capital.
El
Pachakuti ha llegado, y quienes ahora nos reunimos en la
Isla sagrada del Sol, en el Lago Titikaka, somos los Guerreros
del Arco Iris, somos los guerreros del Vivir Bien, somos los insurgentes del
mundo.
En
este marco planteamos diez mandatos para enfrentar al capitalismo y construir
la cultura de la vida:
1. En lo político:
Refundar la democracia y la política, empoderando a los
pobres y sirviendo a los pueblos
El
mundo está viviendo una crisis de los sistemas políticos porque éstos ya no
representan a los pueblos, son elitistas, excluyentes, gobernados por cúpulas
oligárquicas con la visión de servir al bolsillo de pocos y no de servir al
pueblo. Las llamadas democracias son el pretexto para entregar las riquezas
naturales a manos del capital transnacional. En estas falsas democracias la
política se ha convertido en un instrumento de lucro y no en una vocación de
servicio. Todavía perviven formas anacrónicas de gobiernos que ya no responden
a las demandas que tienen los pueblos del mundo. Debemos refundar la
democracia. No queremos una democracia colonial donde los políticos son una
clase aristócrata y no son militantes de la causa de los pobres y del servicio
a los pobres.
La
democracia no es viable si no empodera a los pobres, a los marginados, sino
responde, primero y ante todo, a las urgencias de los más necesitados. No es
democracia aquella en la que unos pocos se hacen ricos y las mayorías se hacen
pobres.
Refundar
la democracia, refundar los Estados, refundar las Repúblicas y refundar la
política requiere entre otras las siguientes acciones:
1.
Refundar los sistemas políticos dando sepultura a todas las formas de jerarquías,
monarquías, oligarquías y a la anarquía del mercado y del capital. La
democracia es el gobierno de los pueblos y no del mercado.
2.
Pasar de la democracia representativa en la que el poder está al servicio de
los intereses de las élites y minorías a la democracia comunal donde no existen
mayorías ni minorías, sino más bien las decisiones se toman en consenso, y
donde se impone la razón y no el voto.
3.
Promover que la acción política se constituya en un completo y permanente
servicio a la vida, que es, a su vez, un compromiso ético, humano y moral con
nuestros pueblos, recuperando los códigos de nuestros ancestros: no robar, no
mentir, no ser flojo y no ser adulón.
4.
El servicio a la patria no puede entenderse con el servirse de la patria como
si ésta fuera una empresa; los políticos no pueden emplear los instrumentos
administrativos, jurídicos y económicos del Estado para sus intereses privados
y personales.
5.
El pueblo, por intermedio de sus organizaciones sociales y comunitarias, debe
tomar el poder político construyendo nuevas formas estatales plurinacionales
para que nos gobernemos a nosotros mismos en el marco del mandar obedeciendo.
2. En lo social:
Más derechos sociales y humanos contra la
mercantilización de las necesidades humanas.
En
el mundo todavía sigue existiendo una realidad insultante y abusiva que es la
de las brechas que existen entre los ricos y los pobres. Esto se debe a una
desigual distribución de los ingresos pero también a un acceso desigual y
discriminador a los servicios básicos. El capital y el mercado no resuelven la
inequidad y la pobreza, solo privatizan los servicios y lucran con las
necesidades. Ya hemos vivido dramáticamente la privatización de los servicios
básicos y en especial del agua.
Para
resolver las graves inequidades sociales es necesario emprender entre otras las
siguientes acciones:
1.
Es un imperativo avanzar en el reconocimiento, en la legislación internacional
y en la normativa nacional de los países del mundo, de que los servicios
básicos: el agua, electricidad, comunicaciones y el saneamiento básico son un
derecho humano fundamental de las personas en todos los rincones del planeta.
2.
En particular el agua debe constituirse en un derecho humano esencial de las
personas porque aporta directamente al desarrollo de la vida de todos los seres
del planeta, y es un insumo fundamental para la movilización de todos los
procesos productivos.
3.
Conjuntamente con el reconocimiento de los servicios básicos como un derecho
humano se debe avanzar en la nacionalización de estos servicios ya que las
administraciones privadas marginan a la mayoría de la población de su acceso a
estos servicios fundamentales para la vida de las personas al darles un valor
económico inalcanzable para muchos.
4.
Es una necesidad concentrar más recursos económicos en los Estados y crear
mecanismos de distribución de esta riqueza entre las regiones y la población
más necesitada y vulnerable para eliminar en el mundo, en los próximos años,
toda forma de pobreza social, material y espiritual a través de la
democratización de la riqueza económica.
5.
Es necesario desarrollar la formación de un nuevo ser humano integral que no
sea materialista ni consumista y que esté siempre enfocado en la búsqueda del
Vivir Bien con una profunda ética revolucionaria basada en la armonía y
solidaridad, reconociendo que todos los pueblos del mundo conformamos una gran
familia.
6.
Terminar con el monopolio transnacional de la industria farmacéutica y
recuperar y fortalecer nuestros conocimientos y prácticas medicinales
ancestrales y naturales.
3. En lo cultural y espiritual:
Descolonizar nuestros pueblos y nuestras culturas para
construir el socialismo comunitario del vivir bien.
Hermanas
y hermanos: Estamos viviendo en una sociedad donde todo se globaliza y
homogeneiza y donde las identidades culturales parecen ser resabios del pasado
que todos quieren ignorar. Las culturas milenarias y ancestrales son marginadas
de los procesos económicos y políticos y por lo mismo su fuerza y energía cultural
y espiritual es despreciada. Esto nos ha llevado a una profunda deshumanización
en el mundo y a la discriminación de una riqueza espiritual y cultural que
puede darnos las fuerzas necesarias para detener la brutalidad del capitalismo.
Para ello es necesario:
1.
Descolonizarnos del racismo, fascismo y todo tipo de discriminación.
2.
Descolonizarnos del mercantilismo y consumismo, del lujo, del egoísmo y de la
codicia para promover el Vivir Bien.
3.
Debemos recuperar los conocimientos y códigos de las culturas milenarias en el
mundo para fortalecer la conciencia de las personas y de las sociedades sobre la
Madre Tierra, entendiendo de que es un ser vivo y sagrado, de
que somos sus hijas e hijos y nos alimentamos de ella, respetando los ciclos de
la naturaleza y comprendiendo de que todo lo que existe es parte del equilibrio
y de la armonía de la vida. Nacemos del vientre de la
Madre Tierra y volvemos a su vientre.
4.
Donde existan múltiples culturas en los países es un imperativo promover la
construcción de Estados Plurinacionales que respeten el pluralismo social,
económico, jurídico y cultural.
4. Con respecto al medio ambiente:
Por los derechos de la
Madre Tierra para el vivir bien y contra el colonialismo
ambientalista de la economía verde.
En
los últimos años los ideólogos del sistema capitalista han promovido la
“economía verde” como la salvación de este modelo de sociedad. Esto no
significa más que la mercantilización de la naturaleza en el marco de un
capitalismo verde. La economía verde es la economía de la muerte, porque en el
marco de un proteccionismo de la naturaleza condena a muerte a los pueblos del
mundo. Por lo mismo, condenamos la economía verde como el nuevo colonialismo
ambiental y capitalismo verde. Asimismo, nos preocupa la crisis climática del
planeta ya que la comunidad humana que habita nuestra Madre Tierra está en un
inminente peligro debido a las consecuencias catastróficas de los desastres
naturales en el mundo.
Para
transformar este estado de cosas los pueblos del mundo deben impulsar las
siguientes acciones:
1.
Exigir a los países que han causado la crisis climática a que cumplan con su
responsabilidad histórica de pagar la deuda climática a los pueblos del sur y
también que reduzcan drásticamente sus emisiones de gases de efecto invernadero
en el marco de compromisos internacionales vinculantes.
2.
Debemos implementar las políticas y acciones necesarias que prevengan y eviten
el agotamiento de los recursos naturales asumiendo que la vida depende del
sostenimiento de la capacidad de regeneración de los sistemas de vida de la
Madre Tierra y del manejo integral y sustentable de sus
componentes. Tenemos que tener siempre presente que el planeta puede vivir
mejor sin los seres humanos pero los seres humanos no pueden vivir sin el
planeta.
3.
Éste es el siglo de la batalla por el reconocimiento universal de los derechos
de la Madre Tierra
en toda la legislación, tratados y acuerdos nacionales e internacionales para
que los seres humanos empecemos a vivir en armonía y equilibrio con el cosmos.
4.
Los países del mundo tenemos que impulsar de forma decidida y agresiva la no
comercialización de las funciones ambientales y procesos naturales de la
Madre Tierra así como el manejo integral y sustentable de sus
componentes. No podemos vender a nuestra sagrada Madre Tierra solamente con las
falsas ilusiones de que los mercados van a promover algún financiamiento para
nuestros pueblos. Nuestros pueblos y la
Madre Tierra no pueden venderse al capitalismo ahora ni nunca.
5. Con respecto a los recursos naturales:
La soberanía sobre los recursos naturales es la condición
para la liberación de la dominación colonial y neoliberal y para el desarrollo
integral de los pueblos.
En
muchos países del mundo la principal fuente de riqueza económica se basa en el
aprovechamiento de los recursos naturales. Sin embargo, en la mayoría de los
países esta riqueza ha sido saqueada y apropiada por manos privadas y potencias
transnacionales que se enriquecen a costa de los pueblos. Convocamos a los
países a desarrollar las siguientes acciones con relación a los recursos
naturales:
1.
Pasar la propiedad de los recursos naturales al Estado en beneficio de los
pueblos para que ellos estén orientados al goce y beneficio de todos.
2.
Impulsar en todos los países del mundo que tienen recursos naturales
estratégicos la puesta en marcha de procesos de nacionalización, ya que
solamente a través de esta nacionalización se puede quebrar los procesos de
colonialismo económico y garantizar el fortalecimiento del Estado con recursos
económicos que, a su vez, impulsen mayores servicios básicos para los pueblos.
3.
Desarrollar procesos de industrialización de estos recursos naturales teniendo
siempre presente la protección y el respeto a los derechos de la
Madre Tierra.
6. Con relación a la soberanía alimentaria:
Saber alimentarse para el vivir bien impulsando el logro
de la soberanía alimentaria y el derecho humano a la alimentación.
La
discusión sobre los temas de la seguridad alimentaria se ha realizado en el
mundo desde diferentes perspectivas y enfoques como el de la seguridad
alimentaria, soberanía alimentaria y el derecho humano a la alimentación. La
alimentación es una parte central en la vida de las personas y en el logro del
Vivir Bien y, por lo mismo, los Estados y los pueblos deben promover un
conjunto de acciones para:
1.
Avanzar en la construcción del “Saber Alimentarse para el Vivir Bien” recuperando
los saberes alimenticios y tecnologías productivas alimenticias comunitarias,
donde los alimentos son medicina y parte de nuestra identidad cultural.
2.
Cada país debe buscar garantizar los alimentos básicos que consume su población
a través del fortalecimiento de los sistemas económicos, productivos, sociales,
culturales, políticos y ecológicos de los productores rurales, con énfasis en
la agricultura familiar comunitaria.
3.
Protección de la población de los efectos de la malnutrición con énfasis en el
control de la comercialización de alimentos que dañan la salud humana.
4.
Sanciones a la especulación financiera basada en la producción y
comercialización de alimentos.
7. Con respecto a la integración y relaciones
internacionales:
La alianza de los pueblos del sur contra el
intervencionismo, el neoliberalismo y el colonialismo.
Nuestros
pueblos ancestrales siempre vivieron integrados en culturas, integrados en
comercio, integrados en solidaridad y en redes de colaboración. Hoy tenemos que
construir y fortalecer nuestros acuerdos de integración entre los pueblos y
comunidades, entre los Estados y gobiernos, en un marco de apoyo, colaboración
y solidaridad para fortalecer la vida y la humanidad.
Ante
la diplomacia de la muerte y de la guerra, del mercantilismo, de la
privatización, del saqueo de los recursos naturales, nosotros debemos construir
la diplomacia de los pueblos del Sur para fortalecernos desde el Sur.
El
Sur no es ni puede ser un obediente y servil peón de las potencias del Norte.
No somos el depósito de la basura industrial ni nuclear de las potencias del
Norte, ni somos la fuente inagotable de materias primas para ellas. El Sur está
emergiendo con la potencia de los pueblos y los gobiernos patriotas y
soberanos, y está construyendo proyectos de integración comercial, productiva,
cultural, tecnológica, económica financiera y social. Este es un momento en el
que los pueblos del Sur, y también con los pueblos del Norte, debemos
compartir, apoyarnos y fortalecernos social, económica y culturalmente.
Una
condición para lograr la integración es contar con Estados y pueblos fuertes,
gobiernos nacionalistas, patriotas, socialistas, con voluntad política y
control nacional, con proyecciones y estrategias de alianzas regionales que
configuran un sur que construye proyectos de poder y de integración regional.
La
potencia del Sur es su soberanía, el derecho al desarrollo, el apoyo y la
solidaridad de los pueblos y los Estados. El Sur está fortalecido, el Sur está
hermanado. No habrá Sur fuerte si no hay soberanía, patriotismo, nacionalismo,
voluntad de los pueblos y de los Estados de romper las cadenas de la
servidumbre colonial y neoliberal.
Para
lograr la integración Sur-Sur debemos promover las siguientes acciones.
1
Conformar coaliciones y alianzas poderosas para suscribir Tratados de la
Vida compartir conocimientos, tecnología y provisión de
recursos financieros y no Tratados de Libre Comercio que son tratados de la
muerte para los pueblos del Sur y también para los pueblos del Norte.
2.
Construir un mecanismo para el desarrollo integral y la integración entre los
Estados y pueblos del Sur que incluya las áreas de conocimientos, tecnologías,
energía, producción de alimentos, financiamiento, salud y educación entre otros.
3. Avanzar
en el hermanamiento de los pueblos del Sur con los pueblos del Norte para
destruir el imperialismo y construir el horizonte civilizatorio del Vivir Bien
en armonía y equilibrio con la
Madre Tierra.
8. Con respecto al conocimiento y tecnología:
El Conocimiento y la
Tecnología son instrumentos fundamentales para lograr el
desarrollo integral, la erradicación de la pobreza y del hambre.
El
conocimiento y la tecnología son fundamentales para la provisión de medios de
comunicación, educación, servicios básicos y para el emprendimiento industrial,
los emprendimientos energéticos, la transformación de las materias primas y la
producción de alimentos; en definitiva para impulsar nuestras economías. Hoy en
día los países desarrollados protegen ciegamente sus tecnologías a través de
patentes y licencias y nos impiden acceder a ellas. Si queremos tecnología
tenemos que entrar a sus mercados de tecnologías. No hay solidaridad, no hay
complementariedad tecnológica posible con los países desarrollados. El monopolio
de la tecnología es un instrumento de poder para controlar a los países en
desarrollo. Las potencias transnacionales de los países ricos y desarrollados y
el imperialismo no comparten tecnología ya que sólo quieren venderla para
dominarnos y crear dependencia.
Por
ello, hoy más que nunca, es fundamental impulsar las siguientes acciones:
1
Construir la convergencia entre los conocimientos, saberes, técnicas y
tecnologías ancestrales y comunitarias con las prácticas y tecnologías de la
ciencia moderna para contribuir a la creación de condiciones para Vivir Bien y
protección de la Madre
Tierra.
2.
Desarrollar conocimientos y tecnologías propias rompiendo la dependencia
tecnológica a las potencias transnacionales del norte.
3.
Contra el egoísmo mercantilista de las potencias transnacionales del Norte
construiremos el colaboracionismo, la solidaridad y la complementariedad de los
pueblos y los países del Sur conjuntamente con los pueblos del Norte.
9. Con respecto a la institucionalidad internacional:
Debemos construir una institucionalidad mundial de los
pueblos, de los pobres, de la madre tierra. No aceptamos ni permitimos el
intervencionismo ni el neoliberalismo de las naciones unidas y de la
institucionalidad del imperio del capital.
La
institucionalidad mundial colonial está diseñada para someter y engañar a los
pueblos. A nombre de la libertad y la democracia organismos como la
OTAN e incluso la
ONU, a través del famoso Consejo de Seguridad, invaden países,
destruyen pueblos, legalizan y amparan las masacres. No se debe permitir ni
admitir la construcción de bases militares e industria bélica para dominar a
los pueblos con el pretexto de la seguridad nacional. Primero está la seguridad
de los pueblos, la vida y la
Madre Tierra. El armamentismo es el negocio de la muerte que
enriquece al capitalismo y destruye el planeta.
La
maquinaria institucional mundial de las llamadas Naciones Unidas está diseñada
para destruir la voluntad soberana de los pueblos. Ahí trabaja una burocracia
al servicio del capital y del imperialismo. Los pueblos del mundo no aceptamos
que organismos internacionales se adjudiquen el derecho de la invasión y de la
intervención. La ONU
no tiene moral para imponer. Los pueblos del mundo no aceptamos esa
institucionalidad elitista de los burócratas del imperio.
De
las entrañas de la ONU
nació la economía verde privatizadora, que nosotros la entendemos como la
economía negra de la muerte; de esas entrañas nacen las recetas de la
privatización y del intervencionismo. La
ONU parece ser la
Organización para las Naciones Ricas y Poderosas, quizás
debería llamarse ONI, Organización de las Naciones Imperialistas. Esa ONU
nosotros no queremos, la desconocemos.
Esa
burocracia neoliberal, la burocracia de la economía verde y de la privatización,
la burocracia que promueve los ajustes estructurales, esos funcionarios del
capital e ideólogos de la dominación y la pobreza, actúan con la convicción
patriarcal y colonial de que los pueblos y países en desarrollo somos incapaces
y estúpidos y que para salir de la pobreza debemos seguir fielmente sus recetas
del desarrollo.
Para
construir una nueva institucionalidad de los pueblos del mundo hacia el Vivir
Bien debemos desarrollar las siguientes acciones.
1.
Construir las condiciones institucionales y jurídicas para que nuestros pueblos
y países vivan con dignidad y soberanía sin intervencionismo y sin bases
militares extranjeras.
2.
Liberarnos de las ataduras ideológicas y políticas de los organismos mundiales
financieros como el BM y el FMI y de sus satélites e intelectuales de la
dominación neoliberal construyendo nuestras propias instituciones para el
diseño y asesoramiento de políticas hacia el Vivir Bien.
3.
Construir una Organización Mundial de los Pobres, una Organización Mundial de la
Justicia, una Organización Mundial de la
Soberanía de los Pueblos, una Organización Mundial de la
Madre Tierra, una Organización de la
Asamblea de los Pueblos del Mundo.
10. En lo económico financiero:
El desarrollo económico no debe estar orientado al
mercado, al capital y a la ganancia; el desarrollo debe ser integral y estar
orientado a la felicidad de la gente, a la armonía y al equilibrio con la
Madre Tierra.
El
capitalismo sólo globaliza la pobreza, el hambre, la injusticia social,
destruye los derechos humanos, los derechos sociales, económicos, culturales,
destruye el medio ambiente. El capitalismo salvaje crea pobreza y hambre. El
sistema financiero capitalista mundial es colonialista e imperialista, es un
arma de los países poderosos para someter a los países en desarrollo y a los
pueblos, para privatizar y mercantilizar, para someternos al control de las
oligarquías y a la anarquía mercantilista del capital.
Por
eso, debemos desconocer y desmontar el sistema financiero internacional y sus
satélites: el FMI y el BM.
Llamamos
a los pueblos y a los gobiernos del mundo a romper las cadenas de la esclavitud
del colonialismo financiero, ya que sólo la soberanía financiera y económica
podrá permitirnos decidir soberanamente nuestro futuro.
Para
lograr la soberanía en lo económico y lo financiero, debemos encarar las
siguientes acciones:
1.
Se debe configurar un nuevo orden económico y financiero internacional basado
en los principios de equidad, soberanía nacional, intereses comunes, armonía
con la naturaleza, cooperación y solidaridad entre los Estados y pueblos. Este
nuevo orden debe estar orientado a cambiar los patrones de producción y consumo
no sustentables, a disminuir sustancialmente la brecha entre ricos y pobres, y
entre los países desarrollados y en vías de desarrollo.
2. Debemos
construir una nueva arquitectura y sistema financiero mundial, regional y
nacional que esté libre de las ataduras y de los tentáculos de poder del BM y
el FMI. La nueva arquitectura y el nuevo orden financiero de los pueblos y para
los pueblos.
3. Es
imprescindible construir nuevos marcos legales e institucionales en el nivel
nacional e internacional y desarrollar un sistema de regulación y monitoreo del
sector financiero. Los Estados y los pueblos deben controlar las finanzas
privadas y no someterse al servilismo colonial del gobierno financiero de los
intereses privados.
4. Debemos
liberarnos de esa atadura colonial llamada Deuda Externa, que sólo sirve para
chantajearnos, obligarnos a entregar nuestras riquezas, privatizar nuestros
recursos naturales y destruir la soberanía de los pueblos y los Estados. La
Deuda Externa colonial es el mecanismo de exacción y
empobrecimiento que azota a los países en vías de desarrollo y limita su acceso
al desarrollo. Nuestro llamado es a cancelar esta Deuda Externa injusta. No más
inequidad. No más pobreza. Es hora de distribuir la riqueza.
5. Los
países en desarrollo debemos crear nuestros propios instrumentos financieros.
Debemos crear el Banco Mundial de los Pobres y de los Pueblos Soberanos del
Mundo. No podemos depender de los donativos y de los préstamos condicionados
del sistema financiero colonial capitalista. Debemos unirnos, integrarnos y eso
implica también la construcción de nuestros propios sistemas financieros
populares, comunitarios, estatales y soberanos.
6.
Construir y fortalecer mercados regionales solidarios y complementarios,
sustituyendo las políticas de competitividad promovidas por el capitalismo por
políticas de complementariedad que nacen del horizonte civilizatorio del Vivir
Bien.
Nuestra
visión del Socialismo Comunitario del Vivir Bien está basada en los derechos y
no en el mercado, está basada en la realización plena de la felicidad de la
gente, de los pueblos y poblaciones, a través del cumplimiento integral de los
derechos de los pueblos, las personas, los Estados y la
Madre Tierra, de manera complementaria, incluyente e
interdependiente.
La
nueva época es la del poder del trabajo, el poder de las comunidades, el poder
de la solidaridad de los pueblos y de la comunión de todos los seres vivos para
que juntos constituyamos la
Madre Tierra y el Socialismo Comunitario del Vivir Bien.
Hermanas
y hermanos: Les agradezco su paciencia para escuchar este Manifiesto de la
Isla del Sol que expresa diez mandamientos por la
Vida y por la
Humanidad. Es un Manifiesto basado en la experiencia del
pueblo boliviano que puede apoyar la liberación de todos los pueblos del mundo.
Hermanas y hermanos, dirigentes del Abya Yala, de América
y del mundo, como pueblo y como fuerzas sociales tenemos una enorme
responsabilidad: salvar el planeta para salvar la vida y la humanidad; por eso
agradecemos su presencia en este día histórico del Solsticio de Verano, inicio
del tiempo del Pachakuti.
Finalmente, quiero agradecer a las comunidades indígenas
originarias de la Isla
del Sol por habernos permitido compartir nuestras vivencias. Agradezco a las
organizaciones sociales, a las Fuerzas Armadas, a los ministerios, a nuestros
dirigentes departamentales y nacionales por organizar una linda fiesta de
esperanza para los pueblos del mundo.
Ayúdenme a decir:
¡Jallalla pueblos del mundo!
¡Kausachun
pueblos del Mundo!
REVISTA CONTRACULTURAL
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contracultural-subscribe@gruposyahoo.com.ar
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