7 de noviembre de 2013

El imperialismo los cría, y el viento los amontona



DEL FALLIDO ALCA A LA ALIANZA DEL PACÍFICO 

Se cumplen ocho años de que las luchas populares de América Latina y los presidentes del continente enterraron la propuesta imperialista que proponía el Estados Unidos para Latinoamérica, encarnada en lo que se conoció como el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA). Hoy la aparición de la Alianza del Pacífico y el reacomodamiento de las derechas de la región marcan los desafíos que deberá encarar el continente y el proyecto de la Patria Grande.  

Por Marcelo J. Levy  

La imperiosa necesidad de consolidar proyectos a largo plazo responde a evitar el crecimiento a contramano de alianzas (neo) neoliberales. La nueva embestida se llama Alianza del Pacífico. Con un nuevo discurso pseudoarticulador, viene a “no enfrentarse al MERCOSUR”, pero sí a reavivar los fantasmas del enterado ALCA en aquella histórica jornada marplatense hace ya ocho años. El entonces presidente de la República Bolivariana de Venezuela, el Comandante Hugo Chávez, pronunció aquella tarde  palabras que pasaron a la historia: “Cada uno de nosotros trajo una pala, una pala de enterrador, porque aquí en Mar del Plata está la tumba del ALCA. ALCA al carajo”. Nos sentimos los artífices del final de los proyectos de libre mercado en el continente. Lamentablemente no ocurre así.

Las derechas del continente reaparecen refritadas con propuestas de integración neoliberales. Aquella ALCA comenzó a forjarse en 1994 y buscaba ampliar los Tratados de Libre Comercio de Estados Unidos con el resto de los países, profundizando el sistema inequitativo entre el imperio y los países empobrecidos del sur. Tras años de resistencia y rechazo, en noviembre de 2005, la movilización en las calles demostró el repudio de grandes mayorías a las políticas neoliberales que se habían expresado durante muchos años y dieron el lugar al surgimiento de proyectos de integración como el ALBA, UNASUR y CELAC.

Poco antes del entierro del ALCA, nació la Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América (ALBA) impulsada por Hugo Chávez Frías y Fidel Castro, que luego fue sumando numerosos países entre los que se destacan Bolivia, Ecuador y Nicaragua. Con la solidaridad y la complementariedad como principios fundantes y rectores de esta alianza, el proyecto de integración desde los pueblos marco un proceso soberano y anti imperialista. El ALBA generó cambios estructurales y puso sobre el tapete la relevancia del protagonismo popular, las nuevas formas de pensar la integración entre los pueblos y la construcción de un proyecto continental novedoso con el socialismo del siglo XXI como horizonte.

Así aparecen las misiones y la reciprocidad entre los países, los programas de educación y de salud, los alimentarios, etc. que permitieron pararse frente a las lógicas de mercado y competencia que fueron eje de los procesos de integración económica de América del Sur y de Centro América en los años 90.

Desde allí, el avance en procesos de integración como UNASUR y CELAC dieron cuenta del nuevo escenario regional que ponía en el centro de la escena la soberanía de los Estados por sobre la subordinación que caracterizó la década anterior.

Frente a estas políticas regionales que muestran la supremacía de los pueblos por sobre el capital aparece, como contrapeso, la Alianza del Pacífico. Nació hace sólo un año y hoy busca ocupar el espacio dejado por el ALCA. Si bien está conformada por Chile, Colombia, México y Perú, los gobiernos de Costa Rica y Panamá han manifestado su interés en integrar a este bloque de libre comercio antagónico al ALBA y también han coqueteado los gobiernos de Paraguay y Guatemala. Los elogios a la apertura de mercados para no “quedarse estancados”, planteado por el presidente Juan Manuel Santos, la defensa de una “economía social de mercado, libre, abierta, competitiva y transparente”, hecha por el mandatario derechista de Chile, Sebastián Piñera, o la clara afirmación del presidente peruano Ollanta Humala, “la Alianza del Pacífico es una oportunidad para todos los capitales que están deambulando” evidencian la faceta neoliberal del proyecto de integración que hoy disputa en la región.

La situación interna de cada uno de los países es bastante compleja. En Colombia, las políticas neoliberales y el avance represivo fueron rechazados masivamente por el paro nacional agrario y popular hace pocos meses atrás, en el caso de México y Chile se ve diariamente la represión a las movilizaciones populares, mientras que el extractivismo en Perú ha generado el alza y resistencia de las comunidades en los últimos años.

Por otro lado, la Alianza del Pacífico no sólo busca reinstalar la hegemonía imperialista sino que ha generado una ruptura en los procesos de integración de la región frenando y en disputa con los procesos del Mercosur, la Unasur y la CELAC.

Fue a partir del 2009 que aparecieron las nuevas derechas en Latinoamérica en el marco de nuevas formas de desestabilización. Se destacan los casos de los triunfantes golpes de estado en Honduras y Paraguay, el fallido en Ecuador, la instalación de nuevas bases militares en la región y la reactivación de la IV Flota, por nombrar algunos de los hechos centrales de estos últimos años. La Alianza del Pacífico vine a continuar con este concepto, en el plano económico.

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, reconoció que esta Alianza, a su juicio, “forma parte de una estrategia para impedir la unión regional” y aseguró que “existe una restauración conservadora para contrarrestar proyectos alternativos”.

Ante esta realidad, los movimientos populares se encuentran ante el desafío de profundizar lo ya iniciado, seguir articulando nuevos proyectos basándose en el principio indeclinable de  poner el eje en la soberanía.

Más que nunca, los movimientos sociales de América Latina y el Caribe tienen la tarea de afianzar su coordinación frente la nueva embestida del imperio y sus eternos cipayos, para lograr acciones e iniciativas conjuntas que permitan visualizar la reivindicación de procesos de integración que redunden en la justicia social y el protagonismo del pueblo.

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Hablemos de los Pueblos Originarios y la Ley de Medios


POR UNA VERDADERA COMUNICACIÓN ALTERNATIVA 

La Corte Suprema de Justicia declaró constitucional la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Todo un logro para aplaudir. Pero los Pueblos Originarios en Argentina siguen invisibles en la televisión y en la radio, a excepción, claro está, de un hecho trágico. 

Por Kvrvf Nawel 

Existe un conocido dicho latinoamericano que dice: “los mexicanos descienden de los aztecas, los peruanos de los incas y los argentinos descienden de los barcos”. Que vigente continúa. Históricamente la televisión argentina ocultó la vida de los Pueblos Indígenas y solo los presentó para exhibirlos como pieza del pasado. Lejos de promocionar la riqueza cultural y ancestral, la radio los menciona solo si hay sangre en la noticia. 

Cuando la presidenta Cristina Fernández lanza el proyecto de ley de Servicios de Comunicación Audiovisual en la ciudad de La Plata, planteó la democratización de la comunicación y la pluralidad de voces en los medios. Resultó ser una iniciativa transformadora pero en esa “democracia” los Pueblos Originarios no existían. Comunicadores indígenas de todas las regiones del país nos reunimos intensivamente para elaborar una propuesta de Comunicación Indígena que finalmente, el ya enterrado Comfer, incluyó en la presentación final del texto. Foros, debates y encuentros en todo el país pueden dar cuenta de una ley realmente discutida por la sociedad diferenciándose del resto de leyes creadas sin consultar a nadie.  

El Congreso argentino aprueba la ley en el año 2009 e inmediatamente entra en vigencia. Claro que una legislación no soluciona la vida de nadie pero crea un marco social diferente. La expectativa de ver en los canales de tv la presencia permanente de los Pueblos Originarios de Argentina, y de escuchar en las radios sus voces, fue grande, pero poquito ha cambiado. Engrampado en la disputa Gobierno-Clarín quedó todo un país. Pero como todo matrimonio desquiciado, tanto el gobierno nacional como la empresa de multimedios tienen algo en común: en ambos los Pueblos Originarios no existen.   

¿Qué dice la Letra? 

El espíritu de la ley es eliminar los monopolios de la información y democratizar la comunicación audiovisual, avanzar en el respeto por la diversidad cultural en el país y la promoción de contenidos locales y federales.

En su artículo 3º se refiere a los Objetivos y en el inciso ñ) establece “la preservación y promoción de la identidad y de los valores culturales de los Pueblos Originarios”.   

El artículo 9º acaso resulta fundamental para la transformación del paradigma cultural; se describe al Idioma en que los Medios de Comunicación Audiovisual están obligados a utilizar en su contenido. “La programación que se emita a través de los servicios contemplados por esta ley, incluyendo los avisos publicitarios y los avances de programas, debe estar expresada en el idioma oficial o en los idiomas de los Pueblos Originarios”.   

El derecho de los Pueblos Originarios es de carácter público, como el Estado y la iglesia católica; ese estatus lo resguarda la Constitución argentina. Por eso, el artículo 151, del Titulo IX, menciona la “Autorización a los Pueblos Originarios para la instalación y funcionamiento de servicios de comunicación audiovisual por radiodifusión sonora con amplitud modulada (AM) y modulación de frecuencia (FM) así como de radiodifusión televisiva abierta en los términos y condiciones establecidos en la presente ley”.   

Antes de la Ley 26.522 los escasos medios de comunicación indígenas, mayoritariamente radios, sobrevivían a pan y agua, pero con la clara convicción que el mensaje era lo primordial. Para revertir un enorme mar de desigualdad, la normativa se refiere al Financiamiento de los Medios Indígenas en su artículo 152. “Los servicios contemplados en este título se financiarán con recursos provenientes de: a) Asignaciones del presupuesto nacional; b) Venta de publicidad; c) Donaciones, legados y cualquier otra fuente de financiamiento que resulte de actos celebrados conforme los objetivos del servicio de comunicación y su capacidad jurídica; d) La venta de contenidos de producción propia; e) Auspicios o patrocinios; f) Recursos específicos asignados por el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas.   

¿Qué dice la Realidad?   

Los artículos 3 y 9, por citar casos, no se han aplicado hasta la fecha. Ni la identidad ni los valores culturales de los Pueblos Originarios se promocionan en los medios de comunicación audiovisual estatales, ni comerciales. Tampoco gozan de plenitud en los medios audiovisuales los idiomas de los Pueblos indígenas del país, lo que genera un vacío cultural gravísimo.   

Los incisos A y F del artículo 152 del Titulo IX continúan sin aplicación. Hasta el momento los medios de comunicación audiovisual de los Pueblos Originarios no han recibido asignaciones del presupuesto nacional ni recursos asignados por el desprestigiado Instituto Nacional de Asuntos Indígenas. Aquí es donde la discriminación racial se vislumbra en plenitud. Con una ley “revolucionaria”, es una vergüenza que los medios indígenas continúen sobreviviendo sin ningún apoyo económico del Estado.   

Uno de los caballitos de batalla de la AFSCA para defender la tímida aplicación de la ley; y del vergonzoso Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) para promocionar su pobre política pública, ha sido la Comunicación Indígena. Patética es la actitud de Daniel Fernández, presidente del INAI, cuando la Confederación Mapuce de Neuquén le exige resolver el problema eterno de las tierras y su respuesta inmediata es: “hemos generado nuevas políticas, una de ellas es el reconocimiento en la ley de medios”. Cuando le consulté por el silencio del INAI ante la grave situación del Pueblo Qom en Formosa me respondió con la diplomacia de un funcionario público: “¡¿a vos te manda Clarín?!”. 

Los medios de comunicación administrados por el Estado nacional (canales y radios) carecen absolutamente de producción de contenidos que reflejen debidamente la diversidad cultural y la vida de los Pueblos Originarios en el país. Alcanza con mirar canal 7, la “televisión pública” que llega a cada rincón del país, para entender que Argentina sigue pensando que no hay indígenas. Ni siquiera un spot de 30 segundos. Nada. Con los dedos de una mano se cuentan las producciones indígenas en Radio Nacional. Y los medios de comunicación administrados por los Estados provinciales (canales y radios) rara vez se refieren a la diversidad cultural. Las producciones audiovisuales elaboradas por los Pueblos Originarios siguen sin ver luz en los Medios públicos. ¡Qué pluralidad de voces mamita querida!   

Un canal sin cause   

Según la AFSCA, hasta la fecha, ha otorgado 34 licencias a Pueblos Originarios (32 radios FM, una radio AM y un canal de televisión abierta). 

El canal mencionado es “Wallkintun TV” de Bariloche. “El primer canal de un Pueblo Originario con la nueva ley” dijo orgulloso Martin Sabatella, titular de la AFSCA. Fue inaugurado oficialmente el 7 de diciembre de 2012 en el marco de una campaña nacional del AFSCA denominada “7D”, que apostaba sus fichas a que ese día el grupo Clarín iniciaba el proceso de adecuación de la ley. Como un gran circo se presento el primer canal mapuce de señal abierta impulsado por indígenas empleados del INAI y de la organización kirchnerista La Cámpora. Lejos de iniciar la señal con producción propia, el primer canal indígena presentó: “Néstor, la película”. Por su parte el presidente del INAI dijo que “el canal va a recibir todo nuestro apoyo”. Pero el canal y el “apoyo” duraron lo que dura una función de circo. Los equipos prometidos nunca llegaron, los contenidos no se produjeron, el AFSCA se lavo las manos, el INAI miró para otro lado y los recursos económicos provenientes de la Ley jamás entraron al canal.   

Todo un record, entre paréntesis 

Los Pueblos Originarios son tan ninguneados por los medios de comunicación que se llega al punto que el programa “678” genera un escándalo con la presencia de un solo indígena. Luego de 10 años, el programa de emisión diaria en el canal 7 Público, por primera vez presento un informe que involucra la vida de un Pueblo Originario titulado “El sector minoritario de los Qom fue recibido por el Papa”. En el informe se presenta a la autoridad de la comunidad Qom La Primavera, Félix Díaz, de provincia de Formosa, como un dirigente con intereses personales en alianza con la corporación Clarín. Para “debatir”, el programa invitó a dos funcionarios del gobierno nacional: el presidente del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas, Daniel Fernández; y al director de la Dirección de Pueblos Originarios y Recursos Naturales, Roberto Ñancucheo, al que también presentan como “Líder Mapuche”. ¿A quién se le puede ocurrir que dos funcionarios del gobierno se presenten en televisión para resaltar las falencias de su propio gobierno? En consecuencia el “debate” no existe. El programa entero dedico su tiempo a desprestigiar la digna lucha del Pueblo Qom. 

Los indígenas estuvieron una semana en boca de todos los periodistas porque el “Papa Francisco recibió” a Félix Díaz, Carashe de la Comunidad Potae Napogna de La Primavera. Todo un record. Sin embargo, a excepción de Informativo FARCO y los medios alternativos, el resto de “comunicadores” no resaltó el desfile de reuniones que tuvo Félix Díaz con organizaciones, autoridades políticas, funcionarios y artistas. Lo que importo fue que el Papa en persona recibiera a un “indio” en el Vaticano, comprometiéndose a interceder en una pronta reunión entre Díaz y la Presidente Cristina Fernández. La Presidente nunca recibió al Carashe y los indígenas desaparecieron de la televisión y de la radio y de los medios.   

¿Y entonces?   

La Corte Suprema de Justicia finalmente declaro constitucional la ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual. ¿Cómo llega el máximo Tribunal de Justicia a expedirse sobre una ley que sanciono el poder legislativo? La Ley tiene 166 artículos, organizados en 12 Títulos. El grupo Clarín se opuso a 4 y presentó una medida cautelar. Cuatro años después la cautelar quedo desestimada y el multimedios debe hacer lo que manda la ley.

“La ley está completamente vigente y es aplicable en su totalidad” celebra Sabbatella. ¿Antes del fallo judicial la ley no era aplicable? Cierto es que la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual ha tenido un tibio accionar como órgano de aplicación de la normativa. Su decisión política, por lo menos, causa pena. La promoción de la diversidad cultural en los medios públicos estatales; la exigencia a las empresas de comunicación para la producción de contenido local; la nula respuesta ante las denuncias de radios indígenas por falta de partidas presupuestarias de parte del INAI, son deudas pendientes. ¿Eso es culpa de algún multimedios? No confundamos los hechos; una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa. 

Ni la AFSCA, ni los Gobiernos, ni los Medios pueden seguir pensando que la promoción y difusión de la diversidad cultural indígena favorecerá solo a los indígenas en la zona rural; pensar eso es tan limitado como creer que la lluvia es necesaria solo en sequias. 

El desarrollo de contenidos indígenas plantea realmente un nuevo paradigma donde la sociedad entera es la favorecida en cualquier ciudad. ¿Por qué? Porque el nuevo escenario político comunicacional nos debe permitir vernos, pensarnos y vivir en la diversidad cultural. Saber que en el noroeste somos Kollas o Guaranies y en el sur Mapuce o Aoniken; en el Cuyo somos Huarpe o Diaguitas y en el noreste somos Qom o Wichi. Imposible ocultar cuando el 56% de la población argentina tiene en sus venas sangre de alguno de los 35 Pueblos Originarios. 

La discusión de fondo es el paradigma comunicacional, que se puede traducir en: ¿qué sociedad queremos y cómo la planteamos? Le corresponde a los Pueblos Originarios afinar su política comunicacional y al organismo Federal le atañe aplicar la ley sin excusas y con decisión política. Claro que hay que aplaudir el fallo de la Corte Suprema. Pero festejemos cuando todos y cada uno de los medios de comunicación del país dejen de repetir que “los argentinos descendemos de los barcos”.  


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La creciente resistencia a las guerras de Obama con aviones no tripulados


VÍCTIMAS DEL USO DE DRONES 

“Antes no temía a los aviones no tripulados, pero ahora, cuando los veo sobrevolar, me pregunto: ¿seré la próxima víctima?”. Este es el testimonio de Nabila Rehman, una niña de 9 años de edad del noroeste de Pakistán, que resultó herida en un ataque estadounidense con avión no tripulado hace un año, en la pequeña localidad de Ghundi Kala. Nabila vio a su abuela, Mamana Bibi, volar en pedazos en el ataque. Su hermano, Zubair, también resultó herido. Su caso ha vuelto a centrar la atención en el polémico programa de asesinatos selectivos que se ha vuelto central en la política exterior y en la estrategia de guerra del Presidente Barack Obama a nivel mundial. 

Por Amy Goodman (desde Estados Unidos)

“Tenemos un mensaje muy simple para Estados Unidos: ¿Cómo justifican matar a una abuela? ¿En qué modo eso nos hace más seguros?” Mustafa Qadri planteó esta pregunta en el programa de noticias de “DemocracyNow!”. Qadri es el autor de un nuevo informe de Amnistía Internacional titulado “¿Seré la próxima víctima? Los ataques de Estados Unidos con aviones no tripulados en Pakistán” (Will I Be Next?’ U.S. Drone Strikes in Pakistan).

Nabila y su hermano Zubair, que tiene 13 años, son parte del creciente número de víctimas de ataques con aviones no tripulados, pero su situación es especial, ya que lograron comparecer ante el Congreso estadounidense junto a su padre, Rafiq ur Rehman, para brindar testimonio acerca del ataque y de cómo destruyó a su familia. Su historia es relatada en un nuevo documental que se lanzará esta semana en forma gratuita en Internet, denominado: Unmanned: America’s Drone Wars, realizado por Brave New Films y Robert Greenwald. En el documental, Rafiq, un maestro de enseñanza primaria, describe así lo ocurrido el día del ataque:

“Antes de que ocurrieran los ataques, disfrutábamos de la vida. Eran las 14:45 del 24 de octubre de 2012. Después de finalizar las clases ese día, me dirigí al pueblo a comprar insumos escolares”. Cuando regresó, le dijeron que su madre había muerto. Había un cráter donde estaba su jardín. Su madre estaba recolectando ocra con los niños. “Ahí es donde mataron a mi madre. Como se suele decir, era un tesoro de plegarias. Solía contarle mis problemas. Ella me consolaba y me hacía olvidar mis preocupaciones. Mi familia ha quedado destruida desde que mataron a mi madre”. En total, nueve niños resultaron heridos como consecuencia del ataque. El ataque siguió el parámetro típico: hubo un ataque inicial, seguido de otro dirigido contra quienes se acercaron a socorrer a los heridos.

Este es el testimonio de Zubair, de 13 años de edad, ante el Congreso: “Cuando el avión no tripulado lanzó el primer ataque, la tierra tembló y se levantó un humo negro. Se sentía en el aire un olor tóxico. Corrimos, pero minutos más tarde el avión volvió a disparar. La gente del pueblo acudió a ayudarnos y nos llevaron al hospital. Pasamos la noche sufriendo una gran agonía en el hospital, y a la mañana siguiente, me operaron”.

Atacar a socorristas es un crimen de guerra. Mustafa Qadri, de Amnistía Internacional, explicó: “Por ejemplo, un grupo de trabajadores de una localidad muy pobre cerca de la frontera con Afganistán, fueron blanco de un ataque. Estaban dentro de una carpa y ocho de ellos murieron en el acto. Los ataques también son dirigidos contra las personas que acuden a rescatar a las víctimas o a buscar a los sobrevivientes. Los testigos y las víctimas que sobreviven a los ataques nos cuentan con lujo de detalles acerca del terror, del pánico que sienten cuando los aviones no tripulados los sobrevuelan. El informe incluye otros casos de personas que son asesinadas por acudir a rescatar a las víctimas. Esos casos pueden constituir crímenes de guerra. Se trata de una acusación muy grave. Hay pruebas suficientes para demostrar [que se trata de crímenes de guerra]. Debido al secretismo que rodea a este programa, a que se trata de una zona muy remota, solamente podremos llegar a la verdad cuando Estados Unidos comience a sincerarse y explique cuál es la justificación de estas matanzas”.

El propio Presidente Obama defiende sistemáticamente la precisión y la legalidad del programa de asesinatos selectivos. Sin embargo, su propia heroína de la defensa de los derechos humanos, Malala Yousafzai, de 16 años de edad, lo confrontó recientemente al respecto. Malala es la joven estudiante paquistaní a la que un grupo de talibanes armados disparó a la cabeza por apoyar públicamente la educación de niñas y mujeres. Muchos pensaron que ganaría el Premio Nobel de la Paz este año. Si bien la Casa Blanca no hizo públicos sus comentarios, Malala emitió una declaración acerca de su visita a la familia Obama, en la que sostiene: “También expresé mi preocupación de que los ataques con aviones no tripulados estimulan el terrorismo. Personas inocentes mueren en estos ataques, y esto provoca resentimiento entre la población paquistaní. Si centráramos nuestros esfuerzos en la educación lograríamos un gran impacto”.

Cada vez hay mayor resistencia a la guerra con aviones no tripulados del Presidente Obama. En el norte del estado de Nueva York, cinco activistas que se oponen a los ataques con aviones no tripulados fueron absueltos, en lo que significó un fallo sorprendente, tras haber sido juzgados por bloquear la entrada de la base aérea Hancock Field, de la Guardia Nacional, cerca de Syracuse, en Nueva York. El grupo Code Pink está organizando una conferencia nacional en Washington D.C. el 16 y 17 de noviembre, denominada “Aviones no tripulados en el mundo: proliferación y resistencia”. Al menos un piloto de avión no tripulado, Brandon Bryant, ex operador de sensores del programa ‘Predator’ de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, habló acerca del horror de matar a civiles inocentes y el síndrome de estrés postraumático que sufrió como consecuencia. Bryant dijo: “Nos dieron permiso para disparar contra esas personas y el modo en que reaccionaron realmente me hizo dudar de su participación. La gente de allí, los residentes locales, tienen que protegerse del Talibán del mismo modo que lo hacemos nosotros como miembros de las fuerzas estadounidenses. De modo que creo que probablemente estaban en el lugar equivocado, en el momento equivocado. Me han acusado de usar imágenes poéticas para describirlo, pero yo vi a este tipo desangrarse, el tipo que estaba atrás. Su pierna derecha fue mutilada en el ataque y se desangró a través de la arteria femoral. Vi eso en la pantalla de la computadora. Estaba pixelado, pero se podía ver que era un ser humano. Y se podía ver lo que estaba haciendo y el cráter provocado por el avión no tripulado, del misil Hell Fire. Y probablemente se pudieran ver las partes del cuerpo del tipo dispersas a su alrededor”.

A pesar de que tan solo cinco miembros del Congreso (todos demócratas) asistieron a escuchar el testimonio de la familia Rafiq, las palabras del joven Zubair han quedado registradas. Se trata de un doloroso testamento sobre la política de los denominados “asesinatos selectivos” con aviones no tripulados impulsada por el Presidente Obama. Zubair afirmó: “Ya no me gusta el cielo azul. De hecho, ahora prefiero el cielo gris. Los aviones no tripulados no vuelan cuando el cielo está gris. Y por un breve período de tiempo, disminuye la tensión mental y el temor se calma, pero cuando el cielo se despeja, los aviones no tripulados regresan, y con ellos el miedo”.



Denis Moynihan colaboró en la producción periodística de esta columna. 

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Una crítica ecoperonista al tecno-progresismo actual o hacia un giro a la reevolución mental del siglo XXI (II)


DESARROLLO Y MEDIO AMBIENTE 

En uno de sus últimos textos, Perón nos dejó mirando al futuro biopolíticamente, su manifiesto verde, y su “revolución mental” anticolonialista: “La Humanidad debe ponerse en pie de guerra en defensa de sí misma”, escribió visionariamente en 1972. Actualmente eso está pasando en Malvinas Argentinas, en Córdoba, contra la instalación de una planta de la trasnacional Monsanto, lucha que se está apoyando desde un acampe frente al Congreso de la Nación, también contra la aprobación de la Ley de Semillas, que recolonizará nuestra alimentación definitivamente. En el mes de Noviembre seguirá habiendo recitales, festivales, charlas, muestras de artes, FLIAs (ferias de libros independientes) y más actividades en la Plaza Congreso, en defensa de la vida y la humanidad.   

Por Xuan Pablo González 

NO a los autos. SÍ a las bicis 

Perón además criticaba severamente lo que este gobierno actual muestra como uno de sus éxitos, en esta última década: el crecimiento de la industria automovilística. El ser humano, decía Perón “Inventó el automóvil para facilitar su traslado, pero ahora ha erigido una civilización del automóvil que se asienta, sobre un cúmulo de problemas de circulación, urbanización, inmunidad y contaminación en las ciudades y se agrava las consecuencias de la vida sedentaria”. Cualquiera que recorra la ciudad de Buenos Aires, actualmente, sabe que en cuanto al tráfico se refiere, está al borde del colapso: además de un exceso de automóviles (de la burguesía), donde generalmente vemos una persona sola (el conductor), tenemos además cortes por actos políticos oficiales, cortes por arreglos urbanos (calles, subtes, etc.), cortes y piquetes por reclamos y protestas para una justicia social, y cortes policiales para reprimir esos justos reclamos y protestas sociales, y para injustos desalojos de vivienda y laborales, etc.

Pese a las bici-sendas que hizo el gobierno PRO de Macri, andar en bicicleta sigue siendo peligroso en nuestra gran ciudad, ya que ni colectivos, ni camiones y camionetas, ni autos, ni motos, y ni siquiera peatones, suelen respetar a las bici-sendas ni a los ciclistas.

Si al menos una parte de esa clase burguesa hipertecnologizada y sedentaria que hace un culto de su auto nuevo, moviera las piernas arriba de una bicicleta (en la calle, y no arriba de una bici fija en el gimnasio), tendríamos menos tráfico, menos contaminación ambiental urbana, y todos y todas una vida más sana. Y más feliz bajo un sol peronista.   

Concluía el viejo líder “Se despilfarra mediante la producción de bienes necesarios o superfluos y, entre estos, a los que deberían ser de consumo duradero, con toda intención se les asigna cierta vida porque la renovación produce utilidades. Se gastan millones en inversiones para cambiar el aspecto de los artículos, pero no para reemplazar los bienes dañinos para la salud humana, y hasta se apela a nuevos procedimientos tóxicos para satisfacer la vanidad humana. Como ejemplo bastan los autos actuales que debieran haber sido reemplazados por otros con motores eléctricos, o el tóxico plomo que se agrega a las naftas simplemente para aumentar el pique de los mismos”. 

Y agrega hace unos veinte años Eduardo Galeano en La ciudad como cámara de gas, que “la Argentina produce gasolina venenosa para el mercado interno” y “el plomo de los automóviles daña el cerebro y el sistema nervioso”. 

Lo más grave es que como humanidad marchamos a nuestra autodestrucción, nos advierte Perón, y “A la irracionalidad del suicidio colectivo debemos responder con la racionalidad del deseo de supervivencia”. Y recomendaba “La lucha contra la contaminación del ambiente y de la biosfera, contra el despilfarro de los recursos naturales, el ruido y el hacinamiento de la ciudades, debe iniciarse ya a nivel municipal, nacional e internacional”. 

Y lo más terrible de todo, es que estamos en una cuenta regresiva. Como dice Hervé Kempf, periodista de Le Monde y autor del libro recomendado por el exmandatario venezolano (presuntamente asesinado por la CIA) Hugo Chávez, Cómo los ricos destruyen el planeta (2007): “Tenemos diez años para cambiar… más o menos tenemos hasta el 2020” (Kempf). Es decir que todo indica según diversos ecologistas especializados, que de seguir con las políticas destructivas y suicidas actuales, nuestra humanidad estaría marchando “hacia el abismo”, como canta la banda de reggae local Los Umbanda. 

Rockefeller, Chevron, petrodólares y la conexión masónica escosesa 

Poco después de aquél mensaje ecoperonista del 72, el Tribunal Russel II, reunido entre 1974-1975, e integrado por el colombiano Gabriel García Márquez, el argentino Julio Cortázar y el gringo James Petras, entre otros intelectuales sobresalientes del planeta, además de denunciar los genocidios del imperialismo yanqui en América Latina, también alertaba sobre “la contaminación de los recursos naturales, el deterioro ecológico y la esterilización de las mujeres en diversos países de América Latina”, y la sobreexplotación de “las riquezas naturales”. Además de denunciar “el crimen de genocidio” a “las comunidades indígenas de la América Latina, primeras víctimas de la agresión colonial, continúan sometidas a un régimen discriminatorio en el interior de pueblos globalmente reprimidos, bajo la presión y en el interés de las empresas privadas, multinacionales y locales”. Y esto sigue vigente cuarenta años después, tanto en nuestro país (como saben los qom, los wichis, los diaguitas y los mapuches, entre otros pueblos originarios) como en el resto de nuestro continente. Y no olvidemos que han sido grupos de mapuches los que recientemente fueron reprimidos por el gobierno neuquino, en defensa de los intereses económicos norteamericanos (Chevron).

Estas cosas que denunciaba el Tribunal Russel II fueron a parar a un excelente libro de Cortázar, Fantomas contra los vampiros multinacionales (1975). (No está de más decir que este gran autor argentino, es hoy bastante bastardeado y desvalorizado por muchos académicos de filosofía y letras, pagados por empresas vampiras multinacionales como Barrick Gold y Monsanto, como denuncian los mismos estudiantes independientes del Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras de la UBA).

En este genial librito de Cortázar, decíamos, él acusaba precisamente a las sociedades multinacionales vampiras, al capitalismo salvaje de la guerra fría, a “un complot de la masonería”, a la CIA, a “los expertos del sistema”, a Nixon, Ford, Kissinger, Pinochet, Banzer, López Rega, a milicos y tecnócratas, a “una secta de psicóticos”, a Hollywood, a IBM y al “gobierno norteamericano y sus múltiples cómplices y sirvientes”, de alienarnos, mal informarnos, lavarnos el cerebro, de crearnos “el Gran Engaño” en que vivimos sometidos, donde nos fríen “como renacuajos” (Cortázar).    

Si desde el ecoperonista Mensaje…, y desde el cortazariano Fantomas… vamos atrás unos cien años, vemos que en 1870 los Rockefeller fundan la Standard Oil/ Chevron. En esos años del siglo XIX, en Gringolandia y acá en la Patagonia y en otras latitudes nuestros pueblos originarios conocían el genocidio de la Conquista del desierto (que recordamos, como reconocen los mismos masones como Emilio Corbiére, fue impulsada por la Masonería liberal anglosajona). En esos desiertos sudamericanos y norteamericanos –y del mundo- florecieron los pozos petroleros. El negocio del petróleo, repetimos, es “primordial para las actividades militares”, y el “cartel todopedoroso” petrolero, nació “en un castillo del norte de Escocia” (Galeano). Si recordamos las notas anteriores sobre Perón (¿Peronismo VS. Masonería?): era según el General la masonería inglesa, del rito escocés, la que había manejado toda la historia política argentina, y tejía junto a otras sociedades internacionales y al sionismo, los hilos del “mundo actual” (Perón): “todos los gobiernos que en nuestro país se escalonaron, desde Rivadavia en adelante, fueron gobiernos de la masonería, gobiernos de la línea anglosajona… todos obedecen a la logia, al rito celeste escocés: es la línea anglosajona” (Perón). Según el escritor independiente yanki, Fritz Springmeier, perseguido y encarcelado varios años en EEUU, por sus reiteradas denuncias contra los Rockefeller, los Rothschild, y otras familias masónicas multimillonarias: “Escocia ha jugado un rol vital en los Illuminati” (Springmeier). Los Illuminati serían los propios masones, o los altos cargos de la Masonería.  

Varias fuentes aseguran que los Rockefeller de Chevron son una familia tradicionalmente masónica, y David Rockfeller, que es masón de grado 33 del rito escocés, fue el fundador de la Comisión Trilateral y responsable del Club de Bilderberg y el CFR (Consejo de Relaciones Foráneas), y todas estas “sociedades mundialistas actuales son masónicas” (Ricardo de la Cierva). Como dice Kempf, si estamos en medio de esta crisis ecológica creciente, es “porque los poderosos del mundo así lo quieren” (Kempf). “Debemos dejar de ser ingenuos”, agrega Kempf, ya que ésta élite masónica liberal que denunciaban Perón y Cortázar en los 60 y 70, esta “oligarquía mundial ciega” que está en el poder está formada por “hombres malos” dice Kempf, refiriéndose a “la secta mundial de los insaciables” (Kempf) o “los locos tristes plutócratas”, entre los que cita a los Rothschild de Shell y Monsanto, socios de los Rockefeller. Y esta secta oligárquica nos envenena con transgénicos, agrotóxicos, minería a cielo abierto, el fracking, papeleras, etc., y este “envenenamiento significa una degradación de las condiciones de vida humana y una dilapidación de las oportunidades de las generaciones futuras” (Kempf).

El acuerdo de YPF-Chevron,  según Miguel Bonasso se debe a “el vínculo espurio de la Presidenta con el megamillonario David Rockefeller, fundador del Council of the Americas y socio mayoritario de José Alfredo “Joe” Martínez de Hoz, el superministro de la última dictadura militar”. “Joe” Martínez de Hoz sabemos pertenecía a la Masonería inglesa-escocesa, y con Rockefeller hicieron negocios bajo el gobierno de Videla durante la dictadura militar, como también había denunciado Rodolfo Walsh en su Carta a las juntas… 

Entre los megarricos del mundo, los Rockefeller son una de las familias más monopólicas. Son los dueños de Texas Instrument, General Electric y Eastman Kodak, entre otras. Y “controlan la compañía Boeing” (Springmeier). También son accionistas de la Barrick Gold, junto a  los Rothschild de Shell.

Springmeier asegura que “Los Rockefeller son dueños de toda Sudamérica” y “controlan tanto a la educación como a la religión en este país (EEUU) por medio de sus fundaciones” (Springmeier). Lo mismo denuncian nuestros estudiantes universitarios acá, decíamos, así como muchos otros académicos o investigadores independientes. “Los Rockefellers toman parte en las decisiones que tienen efectos en Rusia, China y otras partes de Asia” y “ellos han tenido metidas secretamente su mano en las políticas de los Estados Unidos durante el Siglo XX. Las decisiones y las direcciones que este país ha tomado son el resultado de órdenes incontables que los Rockefellers les han dado a sus subordinados”, dice Springmeier, y así entendemos que la Standard Oil-Esso-Chevron haya apoyado tantos golpes de estado en Argentina, hasta someternos económica y culturalmente al imperialismo norteamericano, al FMI y a Hollywood.   

“El investigador sobre los Rockefellers encontrará que el Rockefeller original hizo dinero a partir de la venta de narcóticos, (ellos eran ilegales en ese entonces). Después de adquirir un poco de capital se ramificaron hacia el petróleo. Pero fue el capital de los Rothschilds los que hicieron a los Rockefellers ser tan poderosos”, continúa Springmeier. La familia judía de los Rothschild, ya lo había denunciado el poeta masón Lord Byron en su Don Juan (1824), eran los dueños económicos del mundo, junto a los entonces banqueros cristianos de la Baring Brothers, con quienes el masón liberal proinglés Bernardino Rivadavia, empezó la deuda externa argentina: “¿Quién tiene el balance del mundo? ¿Quién reina/ sobre los congresos, realistas y liberales?/ ¿Quién subleva descamisados patriotas de España?/ ¿Quién hace chillar y balbucear a todos los diarios/ de la vieja Europa? ¿Quién mantiene al mundo,/ al viejo y al nuevo, en el dolor o en el placer?/ El judío Rothschild y su compañero cristiano Baring”  (Byron).

Actualmente además de ser los dueños de Monsanto (Diego Ignacio Mur), de Google, Facebook y Disney, los “Rothschild controlan absolutamente la industria de armamento mundial, incluyendo armas biológicas” (Springmeier) y vimos como Monsanto es responsable del agente naranja, el napalm y hasta de la creación de la bomba atómica. Por otro lado la Industria Farmacéutica se la dividen entre los Rockefeller y los Rothschild, y “es culpable del envenenamiento masivo que responde al plan global de despoblación (ONU Agenda 21). Los medicamentos dejaron de ser un beneficio para la humanidad transformándose en un flagelo. Actualmente el 80% de las veces es peor el remedio que la enfermedad, y las vacunas pasaron de ser herramientas para combatir "pandemias" a ser armas biológicas para destruir humanos. La industria farmacéutica inventa enfermedades para medicar personas sanas” (Springmeier).

Vivimos, como decía Galeano, una “pesadilla realizada”, instalada como “un modelo de desarrollo que desprecia la vida” y que “envenena la tierra, el agua y el aire” (Galeano). Mientras el neoliberalismo vigente nos sigue vendiendo gato por liebre, o “la opresión bajo la bandera de la libertad” (Galeano). El sistema dominante está sacrificando “a la naturaleza y a la gente en los altares del mercado internacional. En ese absurdo vivimos, y lo aceptamos como si fuera nuestro único destino posible” (Galeano). Y lo aceptamos porque nos distraen y entretienen -la oligarquía mundial y local- con el “uso de la televisión para controlar las mentes de las personas” (Kempf). Y tenemos otro destino, otro mundo posible. Y Perón ya lo dijo hace casi medio siglo. 

Acampe frente al Congreso: ¡Monsanto go home!      

Actualmente, y desde el 18 de septiembre, hay un acampe frente al Congreso de la Nación, apoyando la lucha popular que se está realizando en Malvinas Argentinas, Córdoba, contra la instalación de una nueva megaplanta de Monsanto. Ésta correría paralela a la aprobación de la Ley de Semillas, a la que refería Rulli (en la parte I de esta nota). La ley se semillas es una ley que nos neocoloniza hasta desde nuestra alimentación, ya que nos hará absolutamente dependientes de tener que cultivar en nuestra tierra argenta, sólo semillas made in Monsanto. Asociemos: Rothschild, Baring Brothers, deuda externa, Monsanto, armas químicas, Standard Oil, golpes de Estado, Rockefeller, tenemos que dejar de ser ingenuos como decía Kempf. Justamente cosas así dijo coincidentemente el sábado último en el acampe frente al congreso,  Nora Cortiñas de Madres de Plaza de Mayo. Habló sobre lo nocivos y terribles que son los nuevos acuerdos del gobierno con Chevron, Monsanto, la Barrick Gold, y las papeleras, pero que ahora estamos en un momento de lucha, decisivo: y que podemos empezar por apoyar esta lucha, y echar a Monsanto de la Argentina.

Como dicen desde el acampe: “Monsanto contamina el aire y el agua provocando la muerte de animales y las enfermedades asociadas a las fumigaciones… desertifica el suelo… promueve la tala indiscriminada de selvas y montes… contamina a la tierra y expulsa a los campesinos hacia los cinturones de pobreza de las grandes ciudades”. Y agregan “la democracia no nos está protegiendo, no respeta nuestra vida y permite un genocidio a Latinoamérica, silenciosamente… día a día, en cada uno de nuestros alimentos, estamos comiendo veneno. La corporación multinacional depredadora más poderosa del mundo está controlando nuestros alimentos desde la semilla.”    

Monsanto y la nueva Ley de semillas van contra la biodiversidad planetaria, y esto tarde o temprano, provocará “el surgimiento de grandes epidemias” (Kempf), y “de pronto se producirán catástrofes: invasiones de nuevas especies, imposibilidad de controlar ciertas enfermedades, aparición de nuevas enfermedades, pérdida de productividad de los ecosistemas” (Michel Loreau). Las coincidencias en las conclusiones “negativas” de las investigaciones científicas son evidentes, “y aquí no se trata de “catastrofismo” porque entonces deberíamos tildar de catastrofista a toda una comunidad científica” (Kempf). Actualmente ya “hay 20.000 pueblos fumigados en Argentina, y cientos de casos probados de muerte e intoxicación con agrotóxicos”, dicen desde el acampe.     

En el mes de Noviembre seguirá habiendo recitales, festivales, charlas, muestras de artes, proyecciones, FLIAs (ferias de libros independientes autogetivas) y más actividades en la Plaza Congreso, en defensa de la vida y la humanidad, y la invitación está abierta a todos y todas, para que nos pongamos de pie, con consciencia.

Esta puede ser la verdadera Hora de la Pueblos, y la Revolución Mental que anunció Perón. Y “En esta tarea gigantesca nadie puede quedarse con los brazos cruzados” (Perón).   

Bibliografía Básica: Juan D. Perón, Mensaje Ambiental a los Pueblos y Gobiernos del Mundo. Julio Cortázar, Fantomas contra los vampiros multinacionales. Héctor Germán Oesterheld/ Solano López, El Eternauta. Eduardo Galeano, Ser como ellos y otros artículos. Roger-Pol Droit, Entrevistas con Michel Foucault. Hervé Kempf, Cómo los ricos destruyen el planeta. Comité Invisible, La insurrección que viene 

(FIN DE LA SEGUNDA PARTE) 

REVISTA CONTRACULTURAL

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