5 de septiembre de 2014

Brasil define su futuro y el de la región



EL 5 DE OCTUBRE SE REALIZARÁN ELECCIONES PRESIDENCIALES 

La muerte de  Eduardo Campos, candidato del Partido Socialista Brasileño, modificó lo que hubiese sido un amplio triunfo del PT  de la mano de Dilma Rousseff. La irrupción de Marina Silva heredando una gran masa de votos, acerca las posiciones. La compulsa del mes próximo determinará la política del Cono Sur: continuidad e integración o vuelco hacia la derecha.   

Por Marcelo J. Levy 

Los sectores conservadores y mediáticos concentrados se han encontrado con un panorama inmejorable: La posibilidad de un triunfo de la ex PT Marina Silva en una eventual segunda vuelta. Tras comprobar que su candidato natural, Aécio Neves, no sumaba en las encuestas lo suficiente, todo el aparato apunta a Silva con la idea ahora sí de  tumbar el proceso iniciado por Lula en 2003.

La candidata del PSB es una clara construcción mediática. Promueve la “nueva Política” como forma de  tomar la voz de los “desilusionados”. So sonrisa perlada ha conquistado a más de un indeciso. Incluso el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva confrontó a esta idea de vaciar de contenido a la política, que desde ya, se constituye como una mirada política muy concreta.  Planteó que  “Si alguien quiere votar en alguien que no es político, en primer lugar, que no crea cuando haga apología de la no política. No crea. Porque no es posible que alguien gobierne fuera de la política”. Además agregó que “Quien sea electo presidente de la República va a tener que conversar con el Congreso Nacional y con los partidos políticos. No es el momento de que neguemos la política”. “Votar en la presidente Dilma para no dejar que este país vuelva a ser lo que era antes del 2002. Los más jóvenes no saben lo que era Brasil antes de que yo llegara a la presidencia. Por favor, pregunten a sus padres, a sus abuelos, para saber que este era el país del desencanto, era el país en el que el ministro de Hacienda todos los fines de año iba a Washington a pedir limosna”, dijo Lula.  

Lo cierto es que la candidatura de Silva está apoyada por su amiga y coordinadora de campaña, la multimillonaria Mary Alice Setubal, hija del fundador del Banco Itaú, entidad que donó casi US$ 450 mil para su postulación presidencial en 2010. Además postula un falso ecologismo, pues su candidato a vice, Luiz Roberto de Albuquerque, de estrechos vínculos con el agronegocio,  impulsó como diputado una ley que autorizó el incremento de cultivos de soja transgénica y tuvo como financistas a las empresas Klabin y Semientes Roos, dos símbolos del agronegocio. Lejos estaría de pensar sobre el uso social de la tierra y la desconcentración de los latifundios. Todo lo contrario. Aparecen tras sus filas Eduardo Giannetti da Fonseca y André Lara Resende, dos nombres ligados a las políticas privatizadoras de Fernando Henrique Cardoso. Las alianzas del PSB muestran su política futura: En San Pablo y Paraná, apoya a los candidatos del derechista Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB). Recientemente, Marina aseguró que el ex gobernador José Serra, referente del PSDB, no faltaría en su eventual gobierno.

El camino recorrido por más de una década en términos de articulación regional se destruiría como un castillo de naipes. Ha tenido ya expresiones desdeñosas. En su campaña en 2010, afirmó que en Cuba y Venezuela “las libertades han sido secuestradas”, que el entonces gobierno de Chávez “pone en riesgo la alternancia del poder” y que Cuba debe “abrirse al mundo y no puede tener miedo de transformarse en una democracia”. Silva propone reducir la presencia en foros regionales. Lo mismo ocurre con sus posturas ultraconsevadoras contra el matrimonio igualitario y el aborto desde una mirada evangelista que, a su vez, suma votos por la incidencia de estos predicamentos en la sociedad brasileña. El programa de Marina Silva no es muy claro para la mayoría de los votantes. En el fondo su programa busca reformas que en el plano político; pide de menos control del gobierno y más acción de los bancos privados.  En la educación propone menos escuelas y más infraestructura a las que existen. En la seguridad propone incrementar el número de efectivos de la Policía Federal en 50%.De origen trotskista, luchó en los ´80 junto al campesino asesinado Chico Mendes. También sus casi tres décadas como militante y funcionaria del PT, hasta que en 2009 crea su espacio político. Hoy es la representante de los sectores más conservadores y concentrados que intentan, con los medios masivos como aliados, terminar con el gobierno del PT.

El 5 de octubre será un día clave. Se elegirá Presidente, Vicepresidente, Gobernadores y Parlamentarios Nacionales. Para acceder a la presidencia, el candidato debe ganar por mayoría absoluta, es decir más del 50% de los votos válidos, excluyendo votos en blanco y nulos. La apuesta de la oposición está en que Dilma no gane en primera vuelta y forzar en el ballotage, una serie de alianzas que cambien el rumbo brasileño. Si pierde Dilma la derecha latinoamericana trataría de replica esa situación en las elecciones de Bolivia (12 de octubre) y Uruguay (26 de octubre). Sin duda es un momento difícil para la izquierda brasileña que tiene que acumular sus fuerzas en el corto plazo y ganar de nueva cuenta las elecciones que le den continuidad al gobierno del PT y de Dilma Russeff, como del camino latinoamericano asumido en esta última década. 

REVISTA CONTRACULTURAL - Para recibir el Boletín Contracultural: contracultural-subscribe@gruposyahoo.com.ar 

No hay comentarios: