9 de noviembre de 2014

Resistir es vencer


NUEVOS ESCENARIOS, NUEVAS DISPUTAS: LAS LEYES DE HIDROCARBUROS Y DE TELECOMUNICACIONES. CÓMO SE PREPARA EL GOBIERNO PARA LO QUE VENDRÁ 

Todavía faltan doce meses para entregar el poder, pero el kirchnerismo está tomando sus precauciones para atravesar de la mejor manera el último tramo de su gobierno y, a la vez, beneficiar a algunas empresas y empresarios que le simpatizan. De paso, elucubra planes a futuro para no resignar tanto poder, transformarse en el principal opositor del próximo período presidencial y después regresar victorioso.

Por Marcelo R. Pereyra  

ME ENVOLVERÉ DE HIERRO PARA ENDURECER LA PIEL  

Cuando pierda todas las partidas / cuando duerma con la soledad / cuando se me cierren las salidas / y la noche no me deje en paz / Resistiré, erguido frente a todo / me envolveré de hierro para endurecer la piel / y aunque los vientos de la vida soplen fuerte / soy como el junco que se dobla / pero siempre sigue en pie.   

El kirchnerismo no dejó todavía el gobierno y ya pasó a la resistencia. Está haciendo todos los preparativos necesarios para pasar lo mejor posible el próximo período presidencial, debilitando si es necesario al presidente que asuma en 2015, y retornar triunfante en 2019. Algunos de esos preparativos son los siguientes:   

1) Rejuntar una buena cantidad de jueces y fiscales amigos, sobre todo en el fuero federal, que es el que investiga –o debería investigar- los casos de corrupción. Para tal fin se han asegurado cuatro puestos en el Consejo de la Magistratura y se propone una reforma al Código Procesal Penal que le dé más poder a los fiscales que hoy lidera la procuradora Gils Carbó.Asimismo se piensa designar en la Corte Suprema a un nuevo ministro que sea leal a la causa K, como lo fue el renunciante Eugenio Zafaroni. ¿Será Carlos Arslanián? Como sea, la idea de estas chuscas movidas –Sabrina dixit- es que durante el próximo gobiernono aparezcan todos los días noticias sobre ex funcionarios K enjuiciados por corrupción. Es que con el botarate de Boudou ya tienen bastante. 

2) Minimizar el impacto mediático de los posibles hechos de corrupción que se investiguen en el futuro expandiendo la ya existente red de medios amigos y/o simpatizantes y/o favorecedores, y, simultáneamente, tratar de debilitar a los medios opositores. Van en ese sentido dos medidas tomadas recientemente por la AFSCA: una es esperar indefinidamente el plan de adecuación de TELEFÉ, y la otra fue rechazar el plan de adecuación del grupo Clarín. El argumento aquí es finalizar el mandato de Cristina Fernández con la mejor imagen posible, e ir preparando –por si hiciera falta- una andanada de cañonazos mediáticos destinados al que triunfe en las elecciones del año próximo. 

3) Garantizar un grupete de empresarios amigotes que ayuden a superar lo mejor posible la crisis económica desatada en este último tramo del gobierno. En este contexto deben leerse algúnproyecto de ley e incluso ciertas leyes sancionadas por estos días. Como por ejemplo la negativa oficialista a incluir en el reformado Código Civil el derecho universal e irrestricto al agua. Esta denegación tiene un beneficiario directo: las empresas megamineras que utilizan millones de litros de ese líquido para la extracción de metales.   

4) Evitar que los futuros ex funcionarios K tengan que asumir responsabilidades personales, con su patrimonio, en casos de corrupción comprobada. Con ese propósito modificaron el Código Civil.  

5) Establecer alianzas con otros sectores poderosos para asegurar la gobernabilidad. El caso más evidente es el romance –platónico- entre el Papa y Cristina Fernández: ayer, enemigos irreconciliables; hoy, dos a quererse. Resultado: concesión a los deseos de la iglesia católica en la redacción del nuevo Código Civil, evitando un artículo que pudiera abrir las puertas a la despenalización del aborto. Además, el proyecto de ley despenalizador que se acaba de presentar en Diputados, y que  cuenta con el aval de algunas diputadas K, irá a parar al cajón de los recuerdos, porque  la Presidenta ha dado instrucciones para que no prospere.   

6) Responder a los reclamos por mayor seguridad de importantes sectores de las clases medias y altas urbanas proponiendo una exacerbación punitiva a través del Código Procesal Penal. El gobierno “de los derechos humanos” viene endureciendo su discurso frente al delito y a la protesta social. Esta vez, como cuando Menem, son los migrantes de los países vecinos los chivosexpiatorios a sacrificar en el altar de la sacrosanta seguridad. Si en 1995 el director de Migraciones de Menem, Hugo Franco, había afirmado que el delito en la ciudad de Buenos Aires se había extranjerizado, hoy en día se plantea la expulsión de los extranjeros sorprendidos cometiendo un delito in fraganti. Algo así como reeditar la ley de Residencia de 1902, gracias la cual fueron expulsados sin juicio previo cientos de trabajadores anarquistas y socialistas acusados de causar disturbios con sus reclamos por mejores condiciones de trabajo. La ley volvió a ser usada en 1946: Perón había lanzado una campaña contra el “agio y la especulación” como modo de controlar y regular la comercialización de alimentos, algo parecido a los precios ¿cuidados? de la actualidad. Varios almaceneros españoles fueron acusados de agiotistas y especuladores y mandados de vuelta para la madre patria.  

TODO ESTÁ ATADO Y BIEN ATADO 

En la navidad de 1969 el dictador español Francisco Franco pronunció un discurso en el que aseguró que “todo ha quedado atado y bien atado” al proponer como su sucesor al entonces príncipe Juan Carlos de Borbón. Franco murió seis años después, en noviembre de 1975, y Juan Carlos asumió como rey. Él y todos los políticos de derecha y de izquierda de la época juraron respetar una constitución pergeñada por Franco de acuerdo con su ideología fascista. Cristina Fernández no tiene un delfín a quien traspasarle el poder, pero tiene amigos empresarios a los cuales beneficiar dejándoles todo atado y bien atado a gusto de ellos. De paso, le ata las manos al próximo gobierno en asuntos tan sensibles como las telecomunicaciones y el petróleo. 

En el primer caso, con la ley de telecomunicaciones el gobierno apunta a beneficiar a un solo jugador, que es amigo de la casa. La cuestión tiene su historia: desde 2004 Héctor Magnetto, il capo di tutti le capi del grupo Clarín, fue un asiduo visitante a la quinta presidencial de Olivos, dondecompartió cenas y charlas con don Néstor y doña Cristina. Duranteese tiempo todo fue paz y amor. Hasta que una noche de diciembre de 2007 don Néstor le contó a Magnetto que pensaba incorporar al negocio de la televisión por cable a las empresas telefónicas. A Magnetto casi le da un soponcio. Es que si bien el diario Clarín era la nave insignia del grupo, la vaca que daba la leche era la monopólica Cablevisión, y si las telefónicas se metían en el negocio del cable a la vaca se le iban a secar las ubres. Cuando recuperó el habla, Magnetto vociferó  su oposición lo más alto que le permitió su garganta enferma. Pero Néstor no reculó. Esa fue la última visita a Olivos de Magnetto. Cuatro meses después, el gobierno se quiso apropiar de algunos dinerillos de los productores agropecuarios y sancionó la tristemente célebre resolución 125. Clarín y todos los medios del grupo se opusieron con denodado fervor, y ardió Troya. Todo mal entre el grupo y los k, y para colmo Cobos se les dio vuelta y no pudieron avanzar con la 125. De aquel bardo nació la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, sancionada en octubre de 2009,  mitad para joder al Grupo Clarín, mitad para favorecer a las telefónicas. El gobierno quiso meter un artículo con esa intención, pero sus aliados de la “centroizquierda” en la cámara de diputados se opusieron, y como los necesitaba para ganar la votación se tuvo que meterese artículo en sus zonas más recónditas. Pero lo queel gobiernosí pudo concretar-pese a los insistentes reclamos del grupo Clarín- fue hacerse el distraído con el desmembramiento de Telefónica y Telecom. Así, a cinco años de sancionada la ley, ninguna de las dos empresas ha presentado sus planes de adecuación. Pero como tarde o temprano lo tenían que hacer, antes el gobierno impulsó esta nueva ley de telecomunicaciones mediante la cual –al fin- una empresa amiga del kirchnerismo podrá transformarse en el nuevo gigante mediático del país. Y esto porque Telefónica de Argentina es controlada por Telefónica de España y porque Telecom de Argentina es controlada por Telecom de Italia. Y ¿quién es el socio mayoritario de la Telecom italiana?

Sí, adivinaste, Telefónica de España.

En el segundo aspecto, el gobierno acaba de sancionar una ley de hidrocarburos que es más entreguista que la aprobada durante el gobierno dictatorial de Onganía. ¿Por qué? En primer término porque no pone ningún límite ni espacial ni temporal a las concesiones. Darle una concesión de 30 o 40 años a una empresa petrolera de un área donde ya se sabe que hay petróleo, implica dársela hasta que no quede una gota de petróleo. En segundo término, la exploración es más cara que la explotación, y la exploración la hace el estado, no las empresas concesionarias que ganan también con la distribución. Cristóbal López, el empresario K, se ha ganado unos pesitos distribuyendo nafta con su cadena de estaciones Oil. En tercer lugar, la ley tiene un bochornoso paquete de exenciones impositivas para las empresas y además no contempla el cuidado del ambiente. De hecho,   la ley viene a llenar la necesidad de convalidar el impresentable acuerdo con la contaminadora ambiental estadounidense Chevrón, firmado el año pasado, para explotar Vaca Muerta. Tan impresentable es que muchas de sus cláusulas son secretas (¿?), incluso para la misma provincia –Neuquén- que lo debe aplicar. En plena oleada privatizadora del menemato la cámara de diputados aprobó la privatización de YPF. En aquella sesión de septiembre de 1992 Oscar Parrilli, diputado por Neuquén y actual secretario general de la presidencia, fue el encargado de defender el dictamen favorable a la privatización. Sintiendo quizás algo de culpa, Parrilli aseguró en su discurso que no tenían que pedir perdón por lo que estaban votando, puesto que la nueva ley iba a “darle oxígeno a nuestro gobierno”, y era un “apoyo explícito a nuestro compañero presidente, es decir, Menem. Saludaron fervorosamente la sanción de aquella ley los gobernadores de las provincias petroleras. La esposa de uno de ellos, a la sazón diputada provincial, se había quejado unos días antes de que “un conjunto de legisladores de la Cámara de Diputados de la Nación, cada uno con sus respectivas razones, vienen obstruyendo la posibilidad de que aquella Ley de Federalización de Hidrocarburos y de Privatización de Yacimientos Petrolíferos Fiscales tenga siquiera su tratamiento en esa Cámara. Como se comprenderá, ninguna argucia reglamentaria debe estar puesta al servicio de retrasar las soluciones que nuestra provincia necesita. Del dictado de esa ley depende hoy el envío de los U$S 480.000.000 y el pago de nuestra parte en la licitación de las áreas ya concretada”. 

Sí, adivinaste, era CFK. 

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