6 de diciembre de 2016

Y en eso se fue Fidel

A LOS 90 AÑOS, FALLECIÓ UNO DE LOS PERSONAJES MÁS INFLUYENTES DE LA POLÍTICA CONTEMPORÁNEA, GRAN ESTRATEGA Y ANALISTA DE SU TIEMPO HISTÓRICO 

Pasó a la inmortalidad. Fidel Castro Ruz, adelantado siempre, ya había dejado de ejercer cargos políticos dedicándose a afilar su pluma. Luego de nueve días de luto, la frase " yo soy Fidel" ya pasa a ser inmortal. 

Por Marcelo J. Levy 

Todos sabían que iba a ocurrir. Tarde o temprano. Pero no hay preparación posible. La muerte de Fidel Castro generó una suerte de orfandad generalizada para todos los latinoamericanos que creemos que otro mundo es posible. Está llegando a su fin un año muy hostil, donde las derechas latinoamericanas irrumpieron con la furia contenida de una década, a arrasar con todo y deleitándose con las mieles de la venganza: el tiro del final parece ser la ida de Fidel.

En el 60 aniversario de la partida del Granma desde México, que inició la gesta heroica, todavía el líder indiscutido de la revolución cubana seguía marcando el paso del proceso cubano y regional.

Nunca habrá Cuba sin Fidel, como tampoco hay Cuba sin Martí, y ninguna nación sin sus padres fundadores. Fidel está en nuestra existencia toda y en las enseñanzas y el ejemplo que nos legó. Por eso, millones de cubanos corean hoy y para siempre: "Yo soy Fidel". 

Y no sólo Cuba lo ama: su misión solidaria lo convirtió en un idolatrado líder mundial. Más de cien países lamentan su pérdida, y muchos mandatarios de diversas ideologías lo proclaman el más importante político del siglo XX. 

Fidel, pasa a la historia como uno de los hombres que el imperio no pudo liquidar física ni espiritualmente, a pesar de los miles de intento fallidos, gracias a su alta preparación y capacidad para el combate y su gran coherencia expresada en la ética y moral a favor del pueblo. Fidel nos enseñó, entre otras cosas, que la política se hace con el pueblo y para el pueblo, con trabajo, estudio y honestidad. Él nos enseñó que la política revolucionaria no se hace con trampas ni pactos con la derecha ni el reformismo. En tal sentido Fidel es el Pueblo Cubano y viceversa. Allí está lo gigante, el no defraudar ni abandonar la causa popular a pesar de bloqueos imperiales, amenazas terroristas, etc. 

Se nos fue Fidel, como ayer Bolívar y Chávez, pero estos hombres son tan inmensos, que dejan con nosotros su espíritu inmortal. Son por ello referencia obligada, porque a diferencia de muchos que pretenden ser líderes de sus pueblos y no logran serlo por su pobreza de espíritu y de pensamiento, estos seres pareciera que nacen predestinados para dejar su sello marcado eternamente sobre sus pueblos, y lo más importante, un legado de tal dimensión que nunca pareciera dejar de estar vigente, porque además tienen la virtud de ser visionarios para poder avizorar, lo que vendrá y así adelantarse a los tiempos y poder en consecuencia orientar, con propiedad el curso de la historia y de los pueblos que la escriben. 

Fidel es depositario de un sentimiento, de una idea, de una lucha que viene desde hace milenios: la liberación del hombre de su verdugo, del propio hombre, que inconsciente, egoísta, ignora que su suerte es la suerte de toda la humanidad, que no hay felicidad individual, que el destino es social.

No hay otro homenaje a Fidel que continuar su obra, de velar, como el mismo nos dijera, por la pureza de su pensamiento, que es el de la Revolución. Fidel es Fidel porque es idea y práctica, quiebre con lo establecido, riesgo de cambiar, educación de la masa, guerra cultural.

Así nos revelaba su pensamiento revolucionario un 1 de mayo de 2000 en la plaza de la revolución: “Revolución es sentido del momento histórico; es cambiar todo lo que debe ser cambiado; es igualdad y libertad plenas; es ser tratado y tratar a los demás como seres humanos; es emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos; es desafiar poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social y nacional; es defender valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio; es modestia, desinterés, altruismo, solidaridad y heroísmo; es luchar con audacia, inteligencia y realismo; es no mentir jamás ni violar principios éticos; es convicción profunda de que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas. Revolución es unidad, es independencia, es luchar por nuestros sueños de justicia para Cuba y para el mundo, que es la base de nuestro patriotismo, nuestro socialismo y nuestro internacionalismo.” 

Fidel, no te extrañaremos, pues estás en nosotros. Hasta la victoria siempre!  

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