1 de febrero de 2009

Nace una nueva Bolivia

SE APROBÓ CON AMPLIA MAYORÍA LA NUEVA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL ESTADO

Evo Morales logró lo que muy pocos en Latinoamérica: consolidar un proyecto político, económico, social y cultural que rompe con siglos de opresión para Bolivia. No sólo eso: la nueva Carta Magna aparece como un modelo a seguir por parte de todo el Cono Sur. No hay mas excusas. Si Bolivia puede, todos podemos.

Por Marcelo J. Levy

El reloj marca las 18 horas del día 25 de enero del año 2009, la plaza Murillo, espacio histórico de La Paz donde suele acudir el pueblo a manifestarse, comienza a llenarse de ciudadanos (sí, en Bolivia, mal que le pese a la elite eurocentrista, existen los ciudadanos). La nueva constitución política del Estado boliviano es aprobada democráticamente por el referendo convocado a tal efecto. El pueblo, ese que solo se oía en los discursos de la politiquería barata, acude a su espacio para celebrar el triunfo del cuerpo legal que le dará forma a ese espíritu transformador que se inició con el proceso encabezado por Evo Morales y el MAS. Bolivia comienza a liberarse.

“Ya nadie detendrá este proceso”; “Bolivia nunca será la misma”, anuncia la prensa conducida por la oligarquía parasitaria. Y en eso no se equivocan: nadie detendrá al pueblo constituyente. Bolivia nunca será la misma que permitió pasar de ser la Nación de mayor riqueza en Latinoamérica a ocupar los últimos lugares en la tabla de posiciones de los países más pobres del mundo.

Porque esta Constitución garantiza democracia, alfabetización para todos, documentación para aquellos a los que nunca se les reconoció identidad, sistema de seguridad social para las mayorías que carecían del mismo, administración por parte del Estado de los recursos naturales y todas las garantías que deberían ser normales en cualquier Estado de Derecho para que la ciudadanía, y no el mercado, adquiera protagonismo político. Pero además, porque más allá de la Constitución aprobada, en Bolivia se está produciendo la construcción de un espacio abierto para que los verdaderos actores de la historia, quienes la hacen con su trabajo, acudan a discutir sobre los asuntos que le conciernen a sus propios intereses y no a los de aquellos que adoran becerros de oro a costa del hambre y la miseria del pueblo.

Hoy más que nunca Bolivia es consciente que el poder no lo tiene quien lo ejerce, sino quien te puede cesar por el uso que hagas de él al ejercerlo. La oligarquía le teme a este proceso porque ya no habrá más lugar para el abuso: los desposeídos están allí para cesar a quien fuere. El propio Evo lo sabe, por eso antes de hablarle a su pueblo escucha ese grito que llega desde la plaza y se convierte en un imperativo para su gobierno, ese que a viva voz se hace sentir, ese que le dice: Sí, Sí, Sí, Bolivia dijo Sí.

Juan Manuel Combi

http://lavidacontracorriente.blogspot.com/

Así se vivió una de las jornadas políticas más importantes de las últimas décadas para Latinoamérica.

La Nueva Constitución Política del Estado ya está en marcha por mucho que le pese a la oligarquía boliviana, y aunque crean que el 62% del Sí contra el 38% es un “empate técnico”.

Como siempre, la derecha no entiende que la votación fue nacional, no por circunscripciones, departamentos o regiones. Los resultados, tienen validez nacional, aunque el SI, hubiera ganado por un solo voto.

Los últimos gobiernos bolivianos oscilaron entre sangrientas dictaduras y sangrientas democracias, donde el denominador común fue siempre el saqueo de los recursos naturales, la corrupción desmedida, y la profundización de la brecha entre ricos y pobres, sin dejar de lado las políticas carnales con el imperio norteamericano.

Ahora bien, aunque no sea un ejercicio frecuente hurgar en la historia, siempre nos hace arrojar luz sobre el presente. Frente a las acusaciones de falta de legitimidad por el “escaso apoyo” a la Nueva Constitución y si tomamos en cuenta, a su vez, el triunfo del referéndum revocatorio de mandato (67%), veamos como se sucedieron los últimos gobiernos bolivianos:

1985. Víctor Paz Estensoro (MNR): Llega a la Presidencia de la República tras obtener sólo el 30.37% de la votación nacional (456.704 votos). En realidad no fue elegido directamente por el pueblo, pues, al no haber logrado el 50% más un voto, como establecen las leyes bolivianas, tuvo que ser elegido en el Parlamento mediante alianzas políticas.

1989: Jaime Paz Zamora (MIR): Habiéndose ubicado tercero en las elecciones nacionales con 21.83% de la votación general (309.033 votos) fue elegido Presidente de Bolivia gracias a una alianza de partidos políticos en el Parlamento.

1993: Gonzalo Sánchez de Lozada (MNR): Fue Presidente de Bolivia con el 35.56% de la votación nacional (585.837 votos). Su Vicepresidente fue Víctor Hugo Cárdenas que hoy reclama 80% de la votación nacional para “legitimar” la nueva Constitución boliviana. Tampoco fue elegido directamente por el pueblo sino por el Parlamento en base a una alianza partidaria.

1997: Hugo Banzer Suárez (ADN): Llegó a la presidencia de la República con el 22.26% (484.705 votos), como consecuencia de una alianza partidaria en el Parlamento. Tras la renuncia de él, asumió su Vicepresidente Jorge Tuto Quiroga.

Es interesante recordar que este año, 1997, Evo Morales empezó a emerger como político nacional y logró el 3.71% (100.113 votos) en la elección nacional. Como se verá más adelante, Evo en un decenio crecerá de 3.71% a 54% (2005) de votación.

2002: Gonzalo Sánchez de Lozada (MNR): fue elegido por el Parlamento Presidente de Bolivia tras lograr el 22.46% de la votación nacional (624.126 votos).

Este año, Evo Morales sigue creciendo. Obtuvo el 20.94% de la votación nacional (581.884 votos). Estuvo a 2% de los votos de quien fue Presidente.

2005: Evo Morales Ayma (MAS): Es elegido Presidente de Bolivia directamente por el pueblo y no por el parlamento como ocurrió con los cinco presidentes anteriores. Logró el 53.74% de la votación nacional (1.544.374 votos), más votos que lo mínimo que establece la ley.

2006: Elección de Constituyentes: El Movimiento al Socialismo (MAS), la agrupación política de Evo Morales, logra el 50.72% de la votación nacional (1.322.656 votos).

De los 255 curules de la Asamblea Constituyente, el MAS obtiene 137. Es decir más del 50%.

El segundo, a nivel nacional, fue la agrupación de Jorge Tuto Quiroga, PODEMOS, con 15.32% (399.680 votos) y 60 constituyentes.

El MAS llegó a tener 77 constituyentes más en relación al segundo en la votación nacional.

2008: Referendo Revocatorio: La oposición cree que Morales perdió popularidad y por eso le desafía a que se someta a un revocatorio de mandato. Se le pregunta al pueblo: ¿Quiere que continúe o que se vaya Evo Morales? La respuesta es contundente: el 67.41% (2.103.872 votos) de los bolivianos que asisten a las urnas, dice Sí a la continuidad del presidente Evo Morales. Es decir supera el apoyo en relación a la elección presidencial en casi 14% de la votación nacional.

2009: Referendo Constitucional: Después de dos años de tensiones, violencia y conspiraciones en el proceso de redacción de la nueva Constitución se llega a un consenso entre el oficialismo y la oposición en el Parlamento. Convocan a un Referendo sobre la nueva Carta Magna. Pero, luego, los opositores desconocen esos acuerdos.

Pese a una campaña opositora llena de mentiras sobre la Carta Magna, el 25 de enero de 2009 la Nueva Constitución fue aprobada por la mayoría de los bolivianos, con un 61,43%. Veamos datos oficiales:

os

Respuestas

Votos

Porcentaje

Si

2,064,417

61.43%

No

1,296,175

38.57%

Votos

Totales

Porcentaje

Válidos

3,360,592

95.70%

Blancos

59,524

1.70%

Nulos

91,583

2.61%

Emitidos

3,511,699

100.00%

Descripción

Totales

Porcentaje

Mesas Habilitadas

22,049

100.00%

Mesas Reportadas

22,024

99.89%

Mesas Fusionadas

25

0.11%

Mesas Que No Funcionaron

0

0.00%

Actas Observadas

0

0.00%

Mesas No Reportadas

0

0.00%

Descripción

Cantidad

Porcentaje

Inscritos Habilitados

3,891,316

Votos Computados

3,511,699

Participación computada

90.26%


(Los porcentajes de votación, son calculados en función al total de votos computados)

Los nueve departamentos; Tarija, Pando, Cochabamba, Chuquisaca, Santa Cruz, Oruro, Potosí, La Paz y Beni cerraron sus cómputos.

Tarija donde el Sí obtuvo un total de 63.754 votos equivalente al 43.34%; el No obtuvo un total de 83.359 votos equivalente a un 56.66%.

Pando donde el Sí obtuvo un total de 10.403 votos equivalente al 40.96%; el No obtuvo un total de 14.995 votos equivalente a un 59.04%.

Cochabamba donde el Sí obtuvo un total de 401.837 votos equivalente al 64.91%; el No obtuvo un total de 217.269 votos equivalente a un 35.09%.

Chuquisaca donde el Sí obtuvo un total de 92.069 votos equivalente al 51.54%; el No obtuvo un total de 86.555 votos equivalente a un 48.46%.

Oruro donde el Sí obtuvo 128.911 votos equivalente al 73.68%; el No obtuvo un total de 46.061 votos equivalente a un 26.32%.

Potosí, el Sí obtuvo 190.517 votos equivalente al 80.07%; el No 47.420 representa el 19.93%.

En Santa Cruz el Sí consiguió 256.578 equivalente 34,75% y el No 481.744 equivalente a 65.25%.

En La Paz el Sí logró 886.077 votos equivalente 78.12% y el No 248.172 al 21.8%.

En Beni por el Sí 34.251 votos equivalente al 32.67% y el No 70.600 equivalente 77.33%.

Dijo Evo Morales después del Triunfo: “Hermanas y hermanos, pueblo de Bolivia, vamos bien, solo falta mayor coordinación con nuestros prefectos de toda Bolivia, con nuestros alcaldes, y quiero anticiparles, ahora tenemos la gran obligación como Gobierno y autoridades legalmente electas constituidas, de aplicar e implementar la nueva Constitución Política del Estado boliviano”.

Diez grandes cambios

1. Poder Indígena

Los indígenas de los 36 pueblos originarios de Bolivia pasarán del reconocimiento constitucional puro y simple a la participación efectiva en todos los niveles del poder estatal y en la economía.

Esto ha llevado a algunos opositores a señalar que la nueva Constitución creará ciudadanos de primera y de segunda y que los de primera serán los indígenas.

El proyecto constitucional establece:

• Todo un capítulo para los derechos de las naciones y pueblos indígena originario campesinos.

• Una cuota de parlamentarios indígenas, por circunscripciones a definirse por ley.

• La justicia indígena originaria campesina, en el mismo nivel que la justicia ordinaria.

• Un Tribunal Constitucional plurinacional, lo que obliga a elegir miembros de este tribunal del sistema ordinario y del sistema indígena.

• Un órgano electoral plurinacional, en el que los indígenas tendrán representación a través de los vocales.

• La autonomía indígena originaria campesina.

• Un modelo económico social comunitario basado en la visión indígena.

• Derechos de los indígenas sobre el uso del agua.

• Propiedad exclusiva de los recursos forestales de su comunidad.

• Derecho a la tierra comunitaria e indígena.

  1. Autonomía

En la Constitución vigente se reconocen niveles de descentralización, pero en el proyecto que va al referendo se establecen cuatro niveles de autonomía. La departamental, regional, municipal e indígena.

La autonomía que reconoce el proyecto constitucional implica la elección directa de autoridades y administración de sus recursos económicos.

La oposición regional rechaza esta división de autonomía porque cree que dividirá al país en 36 territorios y además protesta porque se restaron las competencias autonómicas departamentales.

  1. Tierra

En la Constitución aún vigente, el Estado “no reconoce el latifundio”. Sin embargo, no fija un límite para la tenencia de parcelas.

El nuevo proyecto constitucional establecía dos opciones para que los ciudadanos escogiesen en el referendo cuántas hectáreas se podrá acumular como máximo.

Las opciones eran 5.000 y 10.000 hectáreas. Ganó ampliamente la opción de 5.000 hectáreas: quienes en adelante adquieran más de esa cantidad, estarán sujetos a la reversión porque habrán incurrido en el latifundio.

Tras negociaciones con sectores opositores, se decidió que los límites de tierra no serán retroactivos.

  1. Derechos

En la Constitución vigente se reconocen los derechos de manera general, pero en el nuevo texto, a lo largo de casi 100 artículos se especifican los derechos de grupos sociales, como los pueblos indígenas, los niños, las familias, los adultos mayores, las personas con discapacidad, los privados de libertad e, incluso, los derechos de los usuarios y consumidores.

El proyecto incorpora un lenguaje de género, por lo que se reconocen a los bolivianos y a las bolivianas en igualdad de condiciones.

Se reconocen derechos de tercera y hasta de cuarta generación. Por ejemplo, el agua y los servicios básicos pasan a ser derechos humanos.

Se establecen los derechos económicos, al medio ambiente, a la salud y seguridad social, al trabajo y empleo, a la propiedad, a la educación, a las culturas, al deporte, a la comunicación.

Incluso, se reconocen los derechos sexuales y reproductivos, lo que generó polémica con grupos conservadores.

  1. Estado plural

El gobierno de Evo Morales propugna un estado plural en reemplazo de un modelo capitalista o mixto, en el que el Estado únicamente vigilaba la economía, pero no participaba en ella.

En el proyecto constitucional se establece un modelo económico plural, basado en la economía comunitaria, estatal, privada y social cooperativa.

• La economía comunitaria sustituye al individualismo y se basa en la visión de los pueblos indígenas.

• La economía estatal establece el control del Estado en toda la cadena productiva y en los recursos naturales.

• En la economía privada se privilegia la inversión boliviana frente a la extranjera.

• Y, en la economía cooperativa se promueve la participación de grupos y cooperativas sin fines de lucro.

  1. Recursos

"Los recursos naturales son de propiedad y dominio directo e imprescriptible del pueblo boliviano y corresponderá al estado su administración en función del interés público", dice el artículo 349 del proyecto constitucional.

Además establece que recursos como los hidrocarburos no se pueden privatizar. El agua no se puede privatizar y tampoco concesionar. La energía sólo puede ser manejada por el Estado.

  1. Religión

En el proyecto constitucional la religión católica pierde el carácter oficial que tiene en el texto vigente.

Sin embargo, no es este artículo el que preocupa a la Iglesia Católica, sino otros que tienen que ver con:

• La declaratoria de que el Estado “es independiente de la religión”, lo que en criterio de la Iglesia Católica pone en riesgo la espiritualidad del pueblo boliviano.

• El derecho a la vida, sin especificar si es desde la concepción, lo que en criterio de grupos conservadores, podría abrir la puerta a la legalización del aborto. Sin embargo, este no representa un cambio, pues en la actual constitución también se reconoce el derecho a la vida sin especificar si es desde la concepción o desde el nacimiento.

• El reconocimiento de los derechos sexuales y reproductivos, sin detallar a qué se refieren.

• El reconocimiento de “las familias”, como si existieran otro tipo de familias que no están formadas necesariamente por un hombre y una mujer, tal como lo afirma la Iglesia Católica.

  1. Reelección

En la actual Constitución se reconoce la reelección sólo después de transcurrido un período constitucional.

Sin embargo, en el proyecto se prevé la reelección inmediata por un período, lo que le permitirá a Evo Morales postular nuevamente a la presidencia.

Además, se prevé la segunda vuelta electoral, mecanismo que sustituirá a la votación congresal, que era la que determinaba la elección del Presidente cuando éste no sacaba 50 por ciento más uno de los votos.

También según la nueva constitución se podrá pedir la revocatoria de mandatos para someter a referendo los cargos que estén en entredicho. Esa figura no existe en la actual constitución.

  1. La coca

La coca no tiene presencia en la actual Constitución, mientras que en el proyecto que se votará el 25 de enero se establece que "el estado protege a la coca originaria y ancestral como patrimonio cultural, recurso natural renovable y como factor de cohesión social".

"En su estado natural la coca no es estupefaciente. La revalorización, producción, comercialización e industrialización se rige por ley", afirma el texto.

En este capítulo, referido a la biodiversidad, también se establece la protección de los recursos genéticos y biológicos, aspecto que el gobierno de Morales utiliza para oponerse a los Tratados de Libre Comercio.

  1. Mar

En cuanto a política exterior, el proyecto constitucional establece “el derecho irrenunciable e imprescriptible sobre el territorio que le de acceso al Océano Pacífico”.

Además, establece que para algunos temas sensibles se debe convocar a un referendo para aprobar los tratados internacionales.

Y Bolivia se declara un país pacifista, que rechaza la guerra y prohíbe la instalación de bases militares extranjeras en su territorio.

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