LA
REVOLUCIÓN BOLIVARIANA SE INTEGRA AL MERCOSUR
Luego de la suspensión de Paraguay,
separado tras el golpe de Estado contra el presidente Fernando Lugo, los
mandatarios del MERCOSUR resolvieron formalizar la incorporación de la
República Bolivariana de Venezuela. Tras este paso histórico, queda todavía
un largo recorrido por delante.
Por
Marcelo J. Levy
|
En
su formato inicial, el Mercosur se propuso crear un mercado común para la libre
circulación de bienes, servicios y personas entre los Estados miembros. A
través de un arancel externo común, los países acordaron abrirse e integrarse
entre ellos y protegerse hacia fuera de la competencia de terceros.
La intención de Venezuela de integrarse
al Mercosur nace desde el inicio del primer gobierno de Hugo Chávez en 1999,
cuando anunció la decisión de gestionar su ingreso. En 2002 se firma en
Brasilia el acuerdo Comunidad Andina de Naciones (CAN) - Mercosur y en 2004
Ecuador, Colombia y Venezuela ingresan como miembros asociados según los
Acuerdos de Complementación Económica de la Asociación Latinoamericana de
Integración (ALADI). Por caminos opuestos caminaron Colombia y Perú, que
decidieron firmar primero un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados
Unidos, concediéndole a la gran potencia del Norte mejores condiciones que a
sus socios de la CAN. Esta decisión unilateral provocó la retirada de Venezuela
del acuerdo andino y obligó al gobierno bolivariano a centrar el interés en el
ingreso al Mercosur.
En la Cumbre Presidencial celebrada en
Montevideo en 2005, se aprobó el Acuerdo Marco con el que se iniciaría el
ingreso formal de Venezuela al Mercosur. Se creó un Grupo Ad
Hoc para negociar el
Protocolo de Adhesión y convenir los cronogramas para la implementación de la
normativa vigente. En 2006 se firmó en Caracas dicho protocolo, el cual
entraría en vigor una vez que los Parlamentos de los países miembros lo
aprobasen. El objetivo declarado del gobierno venezolano de priorizar la lucha
contra el desempleo, la pobreza y la exclusión social desató férreas resistencias a la
incorporación de Venezuela al Mercosur. Desde entonces el Senado de Paraguay se
dedicó a impedir este proceso. Así, tras la suspensión del país guaraní debido
a la maniobra orquestada para derrocar al presidente Lugo, fue posible remover
el único obstáculo que impedía el ingreso de Venezuela como miembro pleno del
Mercosur.
Venezuela es un país rico en recursos
petrolíferos, gasíferos y minerales, pero pobre en capacidades tecnológicas
para transformarlos en productos de mayor valor agregado. Lo más importante es
saber aprovechar la oportunidad que se presenta para complementar capacidades y
recursos en función de impulsar un nuevo tipo de integración económica basado
en la transferencia de tecnología, asistencia técnica a la economía social e
incorporación de un creciente valor agregado nacional en los proyectos de
inversión.
Tengamos en cuenta que no se trata
sólo de integración de los mercados. La integración más importante tiene que
ser protagonizada por los pueblos. Para encontrar soluciones a los principales
problemas que agobian hay que abrir los acuerdos de integración a la
participación de los protagonistas sociales y políticos, promoviendo una
relación directa, sin intermediarios, entre los pueblos.
Cada vez se les hace más difícil a las
potencias económicas y militares esgrimir sobre sus mesas planes para
apoderarse de las bastas y abundantes fuentes de energía y de recursos
naturales en general que están en territorio Suramericano.
Distintas voces se alzaron en contra
de la incorporación Venezolana. Los sectores conservadores y reaccionarios de
cada uno de los países miembro, que no pueden concebir el perfil político que
el Mercosur intenta adoptar. El pedido expreso de formar parte de la República
del Ecuador muestra a las claras los nuevos objetivos de un bloque que se ha
configurado como la quinta potencia a nivel mundial por sus potencialidades
energéticas, alimentarias y en biodiversidad.
Nuevos desafíos aparecen en una
Latinoamérica que sigue dando muestras de unidad y de fortaleza frente a las
embestidas imperialistas y de los grupos reaccionarios locales. Esperemos que
Honduras y Paraguay sean el inicio y el definitivo final de las políticas para
el Cono Sur.
REVISTA CONTRACULTURAL
Para recibir el Boletín Contracultural:
contracultural-subscribe@gruposyahoo.com.ar
Para recibir el Boletín Contracultural:
contracultural-subscribe@gruposyahoo.com.ar
No hay comentarios:
Publicar un comentario