7 de abril de 2013

14A: La revolución bolivariana en su prueba más difícil



ELECCIONES EN LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA 

Con el fallecimiento del Comandante Hugo Chávez Frías, Venezuela se juega su carta más complicada desde el inicio del Gobierno Socialista: profundizar la continuidad del proyecto o volver a una arcaica sociedad dominada por los grandes capitales que se aleja de las necesidades del pueblo.    

Por Marcelo J. Levy 


Primera elección sin Chávez. Primera campaña sin el coraje y el carisma del comandante. Nicolás Maduro tuvo una de los más grandes responsabilidades y honores cuando en su discurso presidencial, previo al viaje a Cuba, el comandante le dijo al pueblo Venezolano el 8 de diciembre de 2012: “...Si se presentara una circunstancia sobrevenida que a mí me inhabilite para continuar al frente de la presidencia, bien sea para terminar este período o para asumir el nuevo período, en ese escenario que obligaría a convocar de nuevo elecciones presidenciales, ustedes deben votar por Nicolás Maduro. Yo se los pido desde mi corazón.”

Si tomamos en cuenta que el 70% de quienes votaron el 7 de octubre pasado a Capriles Radonski  lo hicieron por oposición al proyecto de Chávez y no por apoyar el liderazgo de la oposición, caemos en la cuenta que el único proyecto político que existe en Venezuela es la revolución bolivariana impulsada desde hace más de una década por el Comandante Hugo Chávez Frías.             

El 7 de octubre los venezolanos tomaron la decisión de continuar de manera sólida con el proyecto bolivariano. Las urnas de ese día lo demostraron contradiciendo a agoreros y especuladores que intentaban desestabilizar un proceso de claro avance revolucionario. 

Por estos días, en Venezuela se están definiendo las estrategias finales para las elecciones. Por un lado, la clara continuidad de un proyecto de país basado en los principios de la revolución bolivariana y tomando a Hugo Chávez como norte de campaña. Por el otro, vemos a un Capriles que modificó radicalmente el discurso empleado para las pasadas elecciones del 7 de octubre de 2013. La oposición ha optado por una campaña más violenta, de confrontación, y estableciendo una relación de igual. Antes mantenía un distanciamiento  con Hugo Chávez, no lo nombraban: ahora se dirige al candidato socialista por su nombre y apellido. 

Para el 14 de abril se espera una alta participación cercana al 70 por ciento, pero no alcanzará el porcentaje registrado en los pasados comicios presidenciales del 7 de octubre cercanos al 82 por ciento que se constituyeron en uno de los más altos registrados en la historia del país y de la región, considerando que el voto no es una obligación sino un derecho de todo ciudadano. 

La sensible pérdida de Chávez, abrió espacio para una matriz de especulación sobre la situación interna del chavismo. Desde algunos medios, intentaron instalar una supuesta disputa entre Maduro y Diosdado Cabello, echados por tierra en el desarrollo del funeral de Estado y, especialmente en la campaña electoral, donde la izquierda se ha presentado con una unidad monolítica. La maquinaria política del chavismo ha logrado activarse a lo largo del país; por el otro lado, la oposición se encuentra desmovilizada y agotada, por dos sucesivas derrotas, encontrando a un Capriles maltrecho con sus  aliados y una imagen sin contrapeso al testamento político de Chávez. 

Los dos modelos que se enfrentan en Venezuela, son por un lado, la propuesta de Chávez (en desarrollo hace más de una década) de construir un orden multipolar en lo internacional; la soberanía absoluta en los recursos naturales y, el reparto equitativo de la riqueza a través de la refundación del Estado; un enfoque sobre lo humano al que se ha llamado “socialismo del siglo XXI”. La otra cara la representan los sectores empresariales transnacionales, que ven la posibilidad de retornar al control de los yacimientos petroleros; el empresariado importador nacional, que durante décadas se reprodujo en el usufructo de los recursos de la renta petrolera y; los partidos políticos tradicionales, derrotados luego de 40 años de control hegemónico en el país. 

Para Chávez el problema nunca fue ganar, sino los márgenes que garantizaran la mayoría categórica evitando la ingobernabilidad por la vía del golpismo opositor, que ya en 2002 plantearon escenarios no electorales como salida a su crisis de conexión popular. 

El problema para un sector de la oposición, es que una nueva derrota supone técnicamente su desaparición del mapa político, dando inicio a un ciclo de nueva hegemonía que se completaría con las elecciones municipales. En estas elecciones las cartas han sido echadas y, aún en el escenario más favorable para la oposición se prevé una abstención de su militancia que no cree en la posibilidad real del triunfo electoral, lo que implica no aumentar su caudal.Se entiende, de igual forma, la preocupación de Capriles y los sectores reaccionarios cuando repasan algunos de los logros que la revolución Bolivariana logró bajo su gobierno:

1) 1.756.250 personas han sido alfabetizadas.
2) 20 nuevas universidades fueron creadas en la última década.
3) La creación de una red de producción y distribución de alimentos (Mercal, PDVAL y Abastos Bicentenario).
4) 2 millones de computadoras distribuidas a las niñas y niños con el proyecto Canaima.
5) 7 millones de textos escolares gratuitos.
6) 560 millones de consultas han recibido en los barrios adentro I y II, integrados por los consultorios populares, Centro de Diagnóstico Integral y salas de rehabilitación.
7) 155% aumentó el acceso a los servicios de salud gratuitos.
8) 34% disminuyó la tasa de mortalidad infantil.
9) Soberanía tecnológica con la creación de líneas de producción de celulares, computadoras, entre otros.
10) 14 ciudades del país con Televisión Digital Abierta.
11) 60,7% se dirigieron a la inversión social.
12) Programa social mi casa bien equipada.
13) Grandes misiones como: AgroVenezuela, Vivienda Venezuela, En amor mayor, Hijos e Hijas de Venezuela, Saber y Trabajo, A toda vida Venezuela.
14) Más de 2.500.000 pensionados del seguro social. Además la incorporación de campesinos, pescadores, amas de casa y trabajadores independientes al sistema de seguridad social.
15) Reducción de la edad para jubilarse hombres a 60 años y mujeres a 55 años.
16) Nace la nueva Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y Trabajadoras, que entre muchos beneficios, reduce la jornada laboral de 48 a 40 horas, ofrece retroactividad de las prestaciones sociales etc.
17) En materia de impuestos redujo el IVA del 16% al 12%.
 

Así, el jueves 11 de abril cierran las campañas a la espera de la concurrencia a las urnas.Son  8 candidatos presidenciales; la contienda es entre dos: Nicolás Maduro y Henrique Capriles. Apostamos a la continuidad de la revolución socialista, pues es decisiva para la estabilidad geopolítica de la región.


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