
ENTREVISTA
A FLORENCIA YANNIELLO, AUTORA DE “DESCONOLIZANDO LA PALABRA. LOS MEDIOS DE
COMUNICACIÓN DEL PUEBLO MAPUCHE EN PUELMAPU”
“Descolonizando la palabra” es una profunda
investigación sobre los medios de comunicación mapuche de este lado de la
cordillera. Su autora, Florencia Yanniello, es periodista y licenciada en Comunicación
Social de la
Universidad Nacional de La Plata, integrante del Colectivo de
Periodismo Ambiental Tinta Verde y redactora de la revista Materia Pendiente.
Se especializa en temas socioambientales y es colaboradora de medios
comunitarios y alternativos, en los que escribe sobre ambiente y pueblos
originarios.
Por Hernán L. Giardini (desde
Río Negro)
En cuanto a contenidos,
¿cuánto difieren los medios de comunicación mapuche de los medios masivos de
comunicación? ¿Y de los medios comunitarios y alternativos?
La mayoría de los medios de comunicación mapuche analizados en el libro
manejan sus propias agendas y sus contenidos tienen criterios distintos de
noticiabilidad con respecto a otros medios de comunicación. Si bien hay una
cuestión contrainformativa, de desmitificar y repudiar el tratamiento que le
dieron históricamente los medios de comunicación comerciales a los temas de
pueblos originarios, existe una agenda que va más allá de eso y propone
comunicar sobre la cosmovisión, la cultura, la música, las recuperaciones
territoriales y otras cuestiones, que en los medios masivos no aparecen o se
difunden de manera frívola o folclórica. Con respecto a los medios comunitarios
o alternativos, si bien los contenidos pueden ser similares, el tratamiento en
muchos casos es distinto, ya que los medios mapuches tienen una manera
particular de transmitir la información, pensando en comunicar a gente mapuche
y no mapuche cuestiones vinculadas a la realidad de sus comunidades, en primera
persona. Muchas veces los medios comunitarios se definen como “los voceros de
los que no tienen voz”, y en este caso, las emisoras y portales mapuches luchan
a diario por ser tenidos en cuenta como actores comunicacionales y políticos
con voz propia.
En cuanto a su estructura y
organización, ¿son similares a los medios no mapuches o tienen alguna
particularidad?
Los seis casos analizados en el libro son diversos entre sí y tienen
formas de organización distintas. En principio todos tienen un sentido de la
construcción colectiva y horizontal que los define, algunos se autodefinen como
autogestionados y autónomos, otros fueron creados como expresión comunicacional
de organizaciones mapuches preexistentes, algunos están conformados por muchas
personas, otros son unipersonales o de dos o tres integrantes. En algunas cuestiones
son parecidos a los medios comunitarios, aunque en muchas otras, la
organización y estructura responde a
lógicas propias de su cosmovisión, ya que para el Pueblo Mapuche el sentido de
la comunicación está atravesado por dimensiones y elementos distintos a los que
tradicionalmente se estudian desde la comunicación social. Existe un fuerte
vínculo entre la comunicación, el territorio y los elementos de la naturaleza,
y siguen una lógica basada en las formas comunitarias de organización
ancestral.
¿Cómo es la relación con
Estado Argentino?
La relación de los medios de comunicación mapuche con el Estado no puede
sintetizarse ni simplificarse en una sola forma; es compleja y depende de
numerosos factores. Para muchos pueblos originarios la figura del Estado
representa aún la opresión y el avasallamiento que sufrieron durante años. Esta
relación no está estrictamente vinculada a las administraciones, sino a la
institución que se fundó sobre los cimientos de pueblos preexistentes, a los
que se les impuso un lenguaje, una educación y una institucionalidad nueva. El
mayor conflicto del Pueblo Mapuche hoy con el Estado es por la cuestión
territorial. Los mapuches en la
Patagonia son expulsados y desalojados de sus tierras; en
este contexto, las radios y portales de comunicación mapuche se han hecho eco
de la problemática territorial, y así han establecido distintos tipos de
vinculaciones con sectores del Estado, que no necesariamente representan al
gobierno de turno. Y estas relaciones han variado. Existen principalmente dos
posturas con respecto a esto: hay quienes se mantienen intransigentes y no
pretenden vincularse con ningún organismo o institución pública, mientras que
otros grupos ven como estratégica la relación con el Estado. Al ser
experiencias comunicacionales diversas, la relación con el Estado es distinta.
Algunas de las experiencias seleccionadas para el libro directamente no
reconocen al Estado como interlocutor, porque consideran que continúa
segregando y oprimiendo a las comunidades originarias y entonces no proponen vínculo
alguno. Mientras que otros buscan que el Estado repare el daño histórico y
tienen cierta articulación con algunas instancias gubernamentales, en busca de
subsidios y reconocimiento. Un ejemplo de esto fue el proceso de elaboración de
la Propuesta
de Comunicación con Identidad, incluida en la nueva Ley de Servicios de
Comunicación Audiovisual, un capítulo redactado por comunicadores originarios
de distintos lugares del país que fue incorporado en el nuevo marco regulatorio
de los medios de comunicación.
¿Qué vinculaciones tienen
con otros medios de comunicación comunitarios y alternativos?
La relación de los medios mapuche con las radios comunitarias y los
llamados “medios alternativos”, se basa originalmente en que muchos de los
comunicadores mapuches se formaron como productores y operadores en dichos
medios. Además, muchos medios comunitarios tienen dentro de su cronograma
programas de pueblos originarios y le dan un tratamiento especial al tema, a
diferencia de los medios comerciales. Hace tiempo ya que medios comunitarios
salieron al encuentro de los medios mapuches y viceversa y este vínculo, en el
que se conjuga la cosmovisión mapuche con la occidental, en donde se ponen en
juego diferentes creencias, filosofías, formas de organizarse socialmente y en
relación con la naturaleza, se cultiva la interculturalidad.
¿Cuáles son las principales
dificultades que tienen para subsistir y crecer?
La principal dificultad es la económica, los comunicadores entrevistados
manifestaron lo complejo que resulta sostener económicamente un medio de
comunicación funcionando en el tiempo, y destacan que eso se debe a la falta de
un proyecto económico ligado a un proyecto político, es decir a no poder generar el dinero suficiente para
mantener al aire las radios y los portales web funcionando. Los integrantes de las
radios mapuches consideran que el tema del financiamiento es indispensable,
aunque coinciden en que siempre se intenta sostener los proyectos hasta en los
peores momentos económicos, ya que son herramientas de lucha y activismo. Algunos
medios optaron por la autonomía y la autogestión, viendo en esa forma de sostenerse
una manera de no depender de factores externos que podrían condicionarlos. De
todas formas, esa decisión es compleja ya que implica un gran esfuerzo de
quienes integran los colectivos comunicacionales, que muchas veces terminan
poniendo dinero de sus bolsillos para poder poner al aire un programa o armar
un sitio web. Otros proyectos optaron por buscar apoyo de ciertos organismos u
organizaciones, cuidando de que no se condicione el contenido de sus
publicaciones o transmisiones.
¿Considerás que pueden
ayudar a que los habitantes no mapuche de la Patagonia se acerquen
más a la cultura originaria?
Sí, creo que conocer estos medios ayuda a conocer al Pueblo Mapuche en
primera persona, a saber qué cosas tienen para decir y para contar, para pensar
en una coexistencia enriquecedora. Creo que es importante darle lugar a estos medios de comunicación y ayudar a que
se multipliquen y fortalezcan, difundiendo, compartiendo la información y
problematizando las noticias de los medios comerciales, que se nos plantean
como verdades absolutas. Así, los medios mapuches pueden ser considerados como
herramientas transformadoras, desde las cuales se pueden modificar las
construcciones que se instauraron desde la “Conquista del Desierto”, cuando se
impuso el axioma de la civilización sobre la barbarie, lo europeo sobre lo
autóctono. Esa disputa de sentidos se convirtió en una batalla de la palabra
que hoy adquiere nuevas formas.