5 de abril de 2014

Más desafíos para la Revolución Cubana



LA ASAMBLEA NACIONAL APROBO POR UNANIMIDAD LA NUEVA LEY DE INVERSIÓN EXTRANJERA 

En el marco de las reformas llevadas a cabo por el gobierno revolucionario de la isla, esta semana se aprobó el ingreso de divisas desde el extranjero. No se podrá invertir en sectores sensibles de la política cubana. El Estado continuará administrando el empleo y los porcentajes accionarios en las empresas. Una inyección de capitales que permite avanzar con la revolución. 

Por Marcelo J. Levy 

El Parlamento cubano aprobó por unanimidad la nueva ley que busca atraer más inversiones extranjeras a la isla caribeña. Se hicieron presentes 600 diputados de la Asamblea Nacional en el Palacio de Convenciones de La Habana para dar curso a la reforma propulsada en diciembre por Raúl Castro. 

La Ley de Inversión Extranjera abrirá la economía a los capitales foráneos en casi “todos los sectores”, según las informaciones difundidas en los últimos días por los medios estatales. 

Es importante destacar que por cuestiones estratégicas del desarrollo de la revolución cubana, quedan afuera de la norma los servicios de salud, educación y de las instituciones armadas. La finalidad de la ley es la actualización del modelo económico cubano y se rige por los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido Comunista de Cuba. Su objetivo es complementar la  Ley 77 de 1995, vigente aun para la inversión extranjera que limitaba la posibilidad de ampliar el desarrollo económico de la isla. 

En ese sentido, se busca máxima protección y seguridad para el inversionista, otorgando beneficios tributarios. La letra del texto hace especial hincapié en el cuidado del medio ambiente y el uso racional de los recursos naturales patrimoniales. Se han diseñado políticas sectoriales para generar desarrollo agrícola, en las industrias, biotecnología, turismo, entre otros sectores claves.

La ley también destaca aspectos patrióticos como el respeto a la soberanía e independencia del país ante inversiones en cualquier sector. Ofrece garantías al inversionista extranjero al tiempo que mantiene la soberanía sobre los recursos humanos, naturales, tecnológicos y de mercados. La participación cubana siempre será mayoritaria en las asociaciones dirigidas a la extracción de recursos naturales, prestación de servicios públicos y desarrollo de tecnología.

Unos de los temas centrales y que ha generado controversia corresponde a que no habrá libre contratación de la fuerza de trabajo, sino que se mantendrá la figura de la agencia empleadora; y que no se otorgarán derechos de exclusividad sobre el mercado cubano al socio extranjero. Esta agencia es un organismo estatal que regula el mercado de trabajo en Cuba.

La nueva Ley de Inversión Extranjera, como la vigente en la actualidad y las que existen en muchos países, se dirige a atraer capital extranjero y no distingue la fuente de los capitales que se aporten para invertir en Cuba. Es objeto de la nueva norma dirigir esos capitales al desarrollo del país en un grupo de sectores priorizadas para garantizar el crecimiento de la economía y la distribución de esos beneficios para toda la sociedad, lo que constituye el principal objetivo del modelo económico socialista. La base fundamental para atraer a esos inversionistas son los diferentes proyectos que se identifiquen, por ejemplo en la agroindustria, la generación de energía, la transferencia de tecnología, entre otros, todo lo cual generaría las tasas de crecimiento y acumulación que necesita Cuba para lograr el desarrollo próspero y sostenible. Estas inversiones pueden ser realizadas por inversionistas extranjeros de conjunto con los inversionistas nacionales que, según define la Ley, son personas jurídicas cubanas con domicilio en Cuba. 

La Cartera de Oportunidades con Inversión Extranjera definirá los proyectos que se identifiquen con las prioridades y necesidades del país a promover con capital extranjero. En la selección del inversor prevalece la experiencia y prestigio de la entidad que representa en el negocio de que se trate, su posicionamiento a nivel internacional, requisitos generales para un inversionista extranjero que no guardan relación con su procedencia u origen. El Reglamento de la Ley detalla los documentos que tendrá que presentar el inversionista extranjero para acreditar aquellos aspectos que determinarán la aprobación de su solicitud. 

Ni la Ley vigente ni la que se acaba de aprobar por el Parlamento limita la inversión de los cubanos que residen en el extranjero. En el caso de los que residen en EEUU la limitación no la establece Cuba, sino se las establecen a los allí residentes el férreo bloqueo impuesto por el Gobierno norteamericano. Sin embargo, los capitales que se inviertan en Cuba no deben tener conexión alguna con la mafia terrorista de Miami.

La apuesta es muy grande. Muchos alzan la voz a favor, otros en contra. El debate se plantea frente a la posibilidad de continuar generando recursos para el desarrollo revolucionario de la isla, o simplemente un “aggiornamiento” de la política cubana que horada las bases revolucionarias. Se optó por cambios moderados, controlados y susceptibles, creemos, de ser modificados. Si este proceso lleva ya 55 años ininterrumpidos de gobierno revolucionario, estamos tentados a dar crédito a las decisiones de la Asamblea Nacional, impulsada por Raúl Castro. Veremos las novedades con el paso del tiempo.


REVISTA CONTRACULTURAL  
Para recibir el Boletín Contracultural:

No hay comentarios: