1 de noviembre de 2001

Nuevo gerente se busca

SITUACIÓN POLÍTICA DESPUÉS DE LAS ELECCIONES EN LA ARGENTINA

Las recientes elecciones, donde el principal ganador fue el candidato “Bronca”, terminaron de deslegitimar a un gobierno que, como tantos otros, engañó a sus otrora votantes De la Rúa puede perder, en cualquier momento, su sillón de gerente. Si el pueblo, con mucha razón, ya no les cree a los políticos, y si la crisis es más que terminal, ¿cómo se saldrá de semejante atolladero?

Por Marcelo R. Pereyra


Tal como se preveía, los resultados del pasado 14 de octubre explicitaron que la bronca, la apatía y el desencanto se adueñaron, casi por completo, del electorado argentino. El fracaso de la Alianza UCR-FREPASO como herramienta política del cambio es más que evidente, lo mismo que la tremenda pérdida de votos que sufrió el justicialismo. Es asimismo destacable el pobre resultado que sacó el ARI, en relación a las grandes expectativas que se habían creado en torno a la figura de su líder, Elisa Carrió.

El pueblo argentino ha terminado de advertir que Fernando De la Rúa es un gerente más de un modelo neoliberal que parece eternizarse. Usando hábilmente la bandera de la transparencia, la Alianza había logrado el favor de un pueblo que estaba cansado de diez años de corrupción menemista. A poco de andar, el gobierno de De la Rúa demostró, con los sobornos en el Senado y con el meganegociado del megacanje, que es tan corrupto como cualquiera. Y además demostró que no vino a resolver problemas, sino a empeorarlos. El Presidente ha dado pruebas suficientes de no ser un inútil o un dormido, sino todo lo contrario: en muy poco tiempo, cumpliendo acabadamente su rol gerencial, ha llevado a la Argentina a la peor de sus crisis, al tiempo que ha favorecido, con creces, a todos los especuladores financieros de adentro y de afuera.

La instancia política que se ha abierto, con miras a las elecciones presidenciales de 2003, es tan grave como interesante: ¿Podrá De la Rúa terminar con su mandato? ¿Si no fuera así, quién está en condiciones de reemplazarlo? Es más, ¿quién querría reemplazarlo? ¿Consolidará Elisa Carrió su liderazgo? ¿Crecerá más la izquierda? Y lo que es más importante: ¿hasta cuándo soportará el pueblo mansamente esta situación de hambre, desocupación, angustia y desesperanza?

No hay comentarios: