5 de marzo de 2010

De histórico guerrillero a Presidente austero

EL “PEPE” MUJICA ES EL NUEVO PRESIDENTE DE URUGUAY

Principal dirigente del Movimiento de Liberación Nacional - Tupamaros (MLN-T), el “Pepe” Mujica fue guerrillero en los años 70, estuvo preso en cuatro ocasiones y se fugó en dos oportunidades, y pasó 14 años de su vida en la cárcel. Tras asumir como presidente electo de la República Oriental del Uruguay, Mujica seguirá viviendo en su modesta chacra de las afueras de Montevideo, donde cultiva flores y produce hortalizas. Además, donará la mayor parte de su salario como un ejemplo de la austeridad que quiere transmitir al manejo presupuestal y la advertencia a los sindicatos de que su gobierno se manejará con prudencia fiscal.

Por Hernán L. Giardini


José Mujica se integró al Movimiento de Liberación Nacional – Tupamaros en los años setenta, donde participó en operativos guerrilleros mientras trabajaba en su chacra. Hasta que, perseguido por la policía, se refugió en la clandestinidad.

El gobierno de Jorge Pacheco Areco combatió fuertemente a la guerrilla y a la creciente oposición de sindicatos y gremios frente a sus políticas económicas. En esa época Mujica participó en asaltos, secuestros y en la llamada Toma de Pando en 1969, entre otros operativos tupamaros.
El “Pepe” fue herido de seis balazos en enfrentamientos armados, apresado cuatro veces y se fugó otras dos. En total pasó más de catorce años preso, ya que fue uno de los dirigentes tupamaros que el gobierno cívico-militar tomó como rehén (junto a otros como Eleuterio Fernández Huidobro y Raúl Sendic), lo que implicaba que sería ejecutado en el caso de que su organización retomara las acciones armadas.
Con el retorno a la democracia salió en libertad, beneficiado por la ley 15.737, que decretó la amnistía de todos los delitos políticos, comunes y militares cometidos a partir de 1962.
Tras algunos años de democracia creó, junto con otros referentes de Tupamaros y otros partidos de izquierda, el Movimiento de Participación Popular, integrante del Frente Amplio.
Fue luego electo diputado y senador para posteriormente ocupar el cargo de Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca entre 2005 y 2008.
Así, tras ganar en forma ajustada la segunda vuelta celebrada el 29 de noviembre pasado, el primer presidente frenteamplista del país, Tabaré Vázquez, le pasó el mando a otro dirigente de su mismo signo, José Mujica, en una jornada histórica para Uruguay, que durante 175 años estuvo dominado por los partidos tradicionales Colorado y Nacional (ahora relegados a ser minoría en ambas cámaras legislativas).

En su discurso de toma de mando, Mujica reafirmó la necesidad de que el país contara con políticas de estado, es decir, que trasciendan un período de gobierno y sean relativamente independientes del partido político gobernante.
En ese sentido, antes de asumir el gobierno electo definió cuatro ejes de trabajo para la conformación de esas políticas de estado: Educación, Seguridad, Medio Ambiente y Energía. Para esto se convocó a los partidos políticos de la oposición con representación parlamentaria a integrar comisiones de trabajo para la elaboración de las mismas.
Mantener la inversión social más allá de las necesidades básicas, trabajar en políticas agrarias y ambientales por un país “agrointeligente” y acabar con "esa vergüenza nacional llamada indigencia", fueron el marco central del discurso de asunción presidencial de José Mujica.
También planteó como un objetivo primordial de su administración la eliminación de la indigencia y la reducción de la pobreza en un 50%.
"No queremos un país que se luzca en las estadísticas, queremos un país que sea bueno para vivir… Nosotros queremos transformaciones y avances de verdad, queremos cambios de esos que se tocan con las manos, que no afectan las estadísticas, sino la vida real de la gente y para lograrlo estamos convencidos de que se necesita una civilizada convivencia política", destacó.
Luego de jurar respeto a la Constitución en la sede del Poder Legislativo, Mujica partió hacia la Casa de Gobierno en un curioso vehículo de origen chino, que fue transformado en eléctrico por una empresa local. Eso marcará el perfil que Mujica quiere darle a su gobierno: austero en el gasto, modesto en la presencia y sin problemas para contar con auspiciantes privados.
Lo cierto es que Tabaré le deja a Mujica una economía en crecimiento, pese al impacto de la crisis internacional, con un PBI que aumentó casi 30% en cinco años, con un desempleo que se redujo a la mitad (está en 6,6%), una inflación que se mantuvo estable en 6% anual, un salario real que creció 27% y un nivel de pobreza que cayó de casi 40% a 22,6%.
Pero cabe aclarar que Vázquez aprovechó el rebote de una crisis severa y ahora se acotó el margen para seguir aumentando el gasto público y subir el salario real. Por eso Mujica pone ahora el acento en la prudencia fiscal, lo que puede traerle problemas con los sindicatos.
Su agenda de prioridades incluye un plan de integración para los marginados, el aumento de la infraestructura en transporte, la mejora de la matriz energética y una reforma del Estado que dé eficiencia al servicio público.
Habrá que ver cómo hará Mujica para convertir todo esto en realidad mientras pone el eje en la austeridad.
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Un final que continuará

COLOMBIA: REVÉS DE LA JUSTICIA PARA LA REELECCIÓN DE URIBE

La Corte Constitucional de la República de Colombia, declaró inexequible en su totalidad la ley por medio de la cual se convocaba a un referendo constitucional para lograr un nuevo período presidencial de Álvaro Uribe. Qué ocurrirá en Colombia a partir de mayo de 2010.

Por Marcelo J. Levy

Sin matices, todo aspirante a gobernar Colombia ha respondido a los grandes intereses de una oligarquía corrupta y mezquina que ha condenado a este país a la inequidad social, la violación de derechos humanos, al miedo y se ha empeñado a toda costa en combatir todo síntoma de proceso emancipatorio.

Es muy reconfortante el categórico fallo de la Corte Constitucional que pone fin a ocho años de un personaje como Álvaro Uribe Vélez. Lo que no hay que olvidar es que el todavía presidente de Colombia ha construido vínculos con criminales y grupos paramilitares que han asolado a su país y prácticamente tomaron el control del Congreso de la República. No alcanza con que Uribe deje el ejecutivo si sus lineamientos políticos son tomados como posta por su eventual sucesor. El futuro colombiano, cuesta admitirlo, pero no es nada promisorio. Y de ninguna manera lo es, porque en Colombia no existe en este momento un proyecto progresista coherente que confronte con el modelo neoliberal o reivindique la soberanía nacional para restaurarle la dignidad al país, dejando de ser una colonia al servicio de Estados Unidos que es la negra herencia que dejan tanto Uribe como su antecesor Andrés Pastrana Arango (1998-2002).
Infelizmente para la inmensa mayoría de colombianos, las opciones políticas con más chance para suceder a Uribe no representan cambio alguno en cuanto al modelo económico y el esquema político. Los candidatos presidenciales de la derecha anuncian que continuarán desarrollando la obra que deja este mandatario corrupto y autócrata que según los grandes medios obsecuentes representa uno de los “mejores Presidentes de Colombia de su historia”.
El legado de Uribe se puede sintetizar en una fuerte impronta neoliberal en lo económico, una estrategia de represión en lo político con graves violaciones a los derechos humanos y de mano dura y tierra arrasada en materia de paz interna, que se refleja en un país con conflicto armado lejos de ser resuelto, con una situación social que es una bomba de tiempo (con indicadores de gran retroceso en salud, educación, empleo, vivienda) y con los sectores mafiosos que lo han apoyado durante sus dos periodos presidenciales haciendo fuerte presencia en el Congreso de la República y en los gobiernos regionales y municipales.
Los dos candidatos con mayor opción para ganar las elecciones presidenciales de mayo de este año, Noemí Sanín Posada y Juan Manuel Santos Calderón representan los mismos intereses que ha privilegiado Uribe.
Santos Calderón fue definido hace algunos años fue el ex embajador en Washington, Carlos Lleras de la Fuente (hijo del ex presidente colombiano Carlos Lleras Restrepo) al compararlo como “una pobre rata de alcantarilla”. En líneas generales, impulsó un emporio comunicacional de la Casa Editorial de El Tiempo y que hace dos años fue adquirida en un 51% por el grupo ultraconservador franquista español Planeta. Su carrera política comenzó en la década de los 90 cuando el presidente neoliberal César Gaviria (1990-94) lo llamó a colaborar como ministro de Comercio Exterior. Posteriormente fue ministro de Hacienda del gobierno de Andrés Pastrana y titular de la cartera de Defensa en la segunda administración de Álvaro Uribe. Ha conspirado contra todos los gobiernos de los últimos 20 años y ha terminado de aliado de ellos. Son de antología dos frases suyas que reflejan su oportunismo: a finales de la década de los 90 dijo que “Colombia necesita un Fujimori” y que si el país quería la paz había que “hacer un Frente Nacional con la guerrilla”.
Por el otro lado (y a su vez por el mismo), Noemí Sanín Posada, la candidata del Partido Conservador constituye la cara amable de la ultraderecha y del modelo neoliberal. Igual que Santos se caracteriza por su oportunismo político. Ha participado prácticamente en todos los gobiernos del bipartidismo liberal-conservador de los últimos 25 años. Cuando no ha estado de Ministra o Embajadora se ha puesto al servicio del sector financiero.
En la campaña presidencial de 2002 dijo que “si gana Álvaro Uribe es como si ganara Carlos Castaña” el sanguinario jefe paramilitar asesinado. Sin embargo no tuvo inconveniente alguno de aceptarle las embajadas tanto de España como de Reino Unido y de proponer en 2005, su reelección inmediata. Por si algo le faltaba, tiene lazos muy cercanos con el Opus Dei.
La tercera vía fascista para las próximas elecciones colombianas está representada por Germán Vargas Lleras. Nieto del ex presidente Carlos Lleras Restrepo (que gobernó entre 1966-70) representa lo más retardatario del pensamiento conservador colombiano. Es un neoliberal recalcitrante, su política frente a la guerrilla será de más represión que la que impuso Uribe, pues tiene sed de venganza con las FARC que le hicieron un atentado en el que perdió tres dedos de una mano.
La cuarta posibilidad de los colombianos es un hombre del Comando Sur, disfrazado de socialdemócrata. Candidato del Partido Liberal, Rafael Pardo Rueda, un hombre netamente neoliberal e impulsor de la reelección de Álvaro Uribe. Terminó alejándose de él y haciéndole oposición. Hoy, es un hombre cercano al Comando Sur del Pentágono y funcional a los dictados de Washington, dado que su desempeño como ministro de Defensa en el gobierno de Gaviria le permitió estrechar lazos.
Como vemos, los cuatro candidatos del abanico presidencial pueden que tengan diferencias de matices pero representan lo mismo. Cuentan con el respaldo económico de la oligarquía criolla y su entramado empresarial y mediático; son defensores a ultranza del Tratado de Libre Comercio (TLC) con los Estados Unidos, así como de profundizar los convenios militares con Washington y por eso apoyaron con entusiasmo la presencia de tropas norteamericanas en las siete bases colombianas acordadas recientemente.
Coinciden en su odio al gobierno venezolano de Hugo Chávez y repudian también de los presidentes Rafael Correa de Ecuador y Evo Morales de Bolivia. Consideran que procesos como el del ALBA o la integración latinoamericana son una amenaza para los privilegios de los sectores dominantes de la región y constituyen el renacer del comunismo.
Cualquiera que llegue a ser presidente da igual. La realidad está a la vista. Colombia retrocedió en materia política, económica, social cultural y de integración regional. Uribe logró imponer sus fichas en varias corporaciones judiciales y en los órganos de control, al tiempo que impulsó a sus socios políticos vinculados al narcoparamilitarismo para que se tomaran el Congreso de la República. Afortunadamente, alrededor de 70 congresistas, la gran mayoría uribista, está en la cárcel. Mediante la corrupción, la trampa y el fraude obtuvo su reelección en 2006. El poder lo utilizó para enriquecer a sus hijos mediante escandalosos negociados y dar subsidios agrícolas a terratenientes y familias pudientes que financiaron sus campañas.
Utilizó el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), la agencia de seguridad de la Presidencia de Colombia, para entregárselo a los paramilitares y montar desde ahí una criminal estrategia que posibilitó interceptar llamadas telefónicas a dirigentes de la oposición, magistrados de las altas Cortes, periodistas y defensores de los derechos humanos.
Uribe tuvo un gran revés la semana comprendida entre el 21 y el 26 de febrero En la Cumbre del Grupo de Río realizada en Cancún, al mandatario colombiano le salió el tiro por la culata. Trató de desviar la atención con una trifulca protagonizada por él y Hugo Chávez (quien oportunamente lo mandó al carajo) para impedir que se avanzara en la consolidación del nuevo bloque regional sin la presencia de Estados Unidos y Canadá. No sólo no lo logró, sino que por el contrario, recibió el rechazo de los asistentes al encuentro y dejó en claro que es el peón del imperio, como bien lo señaló el presidente boliviano Evo Morales.
El viernes 26 de febrero, demás, quedará en los anales históricos colombianos como una jornada en la que se les cerró el paso a los poderes basados en el caudillismo y el culto a la personalidad, pero también a una aspiración dictatorial. El júbilo expresado por miles de ciudadanos al conocerse la noticia, también indica un modo de despertar del pueblo, víctima, precisamente, de todas las exclusiones y tropelías del gobierno.
El Departamento de Estado de los Estados Unidos declaró, tras conocerse el fallo de la Corte, que Colombia tiene una “democracia vibrante y madura”. Huelgan las palabras.
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La opción nuclear de Obama

ESTADOS UNIDOS PLANEA CONSTRUIR UNA NUEVA PLANTA NUCLEAR LUEGO DE TRES DÉCADAS

El Presidente Barack Obama promoverá la energía nuclear. «Estamos anunciando garantías de crédito por 8 mil millones de dólares para comenzar a construir la primera nueva planta nuclear en el país en casi tres décadas.» Obama está cumpliendo una promesa de campaña, al igual que cumplió sus promesas de enviar más soldados a Afganistán y de atacar Pakistán en forma unilateral. Y al igual que su estrategia de guerra basada en el eje “Afganistán-Pakistán”, la resucitación de la industria de energía nuclear en Estados Unidos financiada con fondos públicos está condenada al fracaso, y otro rescate de los contribuyentes a punto de suceder.

Por Amy Goodman (desde Estados Unidos)

La oposición al plan, que implica triplicar las garantías de créditos existentes para la construcción de plantas nucleares a 54.500 millones de dólares, abarca a un amplio espectro de posiciones ideológicas. En el nivel más básico, en el plano económico, la generación de energía nuclear simplemente no tiene sentido. El costo de construir estos monstruos es tan alto, y los riesgos son tan grandes, que ningún inversor, banco, o fondo de riesgo razonable invertirá en su construcción.

Nadie le prestará dinero a una empresa de energía para construir una planta nuclear, y las empresas de energía se niegan a gastar su propio dinero. El propio Obama profesa tal pasión por el libre mercado, que incluso llegó a decirle al semanario Bloomberg BusinessWeek, “Somos firmes defensores de un libre mercado próspero y dinámico”. Bueno, el libre mercado hace tiempo que abandonó la energía nuclear. La Heritage Foundation, uno de los principales grupos de investigación de la derecha estadounidense, señaló: “Los programas expansivos de garantías de crédito…están repletos de problemas. Como mínimo, generan deuda a los contribuyentes, le dan trato preferencial a los beneficiarios, y distorsionan los mercados de capitales”. Y eso lo dijo Heritage Foundation.

Amory Lovins, del Instituto Rocky Mountain, un crítico de la industria nuclear desde hace mucho tiempo, me dijo: “Lo que haría la energía nuclear es desplazar el carbón, nuestro combustible nacional más abundante. Y esto suena bueno para el clima, pero de hecho, expandir la energía nuclear empeora el cambio climático, por un motivo muy sencillo. La energía nuclear es increíblemente cara. Los costos han subido enormemente en los últimos tiempos. Si financiamos más plantas nucleares, vamos a obtener alrededor de dos a diez veces menos soluciones climáticas por dólar, y esas soluciones serán de 20 a 40 veces más lentas que si, en cambio, se financiara la creación de fuentes de energía más baratas y rápidas, que están superando a la energía nuclear, el carbón y el gas, todo tipo de planes de centrales en el mercado. Y esos competidores implican el uso eficiente de la electricidad y lo que se llama microenergía, que son ambas energías renovables, salvo la energía hidroeléctrica, y generar electricidad y calefacción al mismo tiempo. De hecho, en los edificios más nuevos sale la mitad del dinero, combustible y carbón que hacerlo por separado, como hacemos normalmente. Entonces, la energía nuclear no puede de hecho brindar los beneficios climáticos y de seguridad que algunos afirman. No está relacionada con el petróleo. Y es muy cara.”

La Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca, en la misma declaración que anunció los 54.500 millones de dólares para promover la energía nuclear, también incluyó “un subsidio de 500 millones de dólares para apoyar garantías de crédito de entre 3 mil y 5 mil millones de dólares para proyectos de eficiencia energética y energía renovable”. Esto significa que solo una décima parte de la cantidad de dinero destinada a energía nuclear será dedicada a la promoción de tecnologías de eficiencia energética y energía renovable. Al mismo tiempo, el gobierno de Obama tiene planeado cancelar el financiamiento para terminar la construcción del complejo de almacenamiento de desechos nucleares de Yucca Mountain, que tiene muy mala reputación. Edwin Lyman, de la Unión de Científicos Preocupados, le dijo al Christian Science Monitor que el gobierno de Obama “no tiene un plan para almacenar los desechos radiactivos de la nueva generación de plantas nucleares". "Y eso es irresponsable”, afirmó.

Los desechos de las plantas nucleares no solo son una pesadilla en términos ambientales, sino que además aumentan las amenazas de proliferación nuclear. Obama dijo en su reciente discurso anual ante el Congreso: “A pesar de que estemos involucrados en dos guerras, también estamos enfrentando al que es, quizá, el mayor peligro que debe afrontar el pueblo estadounidense: la amenaza de las armas nucleares. Apoyé la visión de John F. Kennedy y Ronald Reagan a través de una estrategia que revierte la expansión de estas armas y pretende lograr un mundo sin ellas. Para reducir nuestro arsenal y lanzamisiles, al tiempo que aseguramos nuestros elementos disuasivos, Estados Unidos y Rusia están finalizando negociaciones sobre el tratado de control de armas más abarcativo en casi dos décadas. En la Cumbre de Seguridad Nuclear en abril, reuniremos a cuarenta y cuatro naciones detrás de una meta clara: asegurar todos los materiales nucleares vulnerables en el mundo en cuatro años, para que nunca caigan en manos de terroristas”. A pesar de eso, los planes que acompañan la propuesta de Obama, su “nueva generación de plantas nucleares seguras y limpias”, incluyen un incremento del “reprocesamiento de combustible nuclear” comercial, que la Unión de Científicos Preocupados describe como “peligroso, sucio y caro” y del que concluye que aumentaría los riesgos mundiales tanto de proliferación nuclear como de terrorismo nuclear.

Tanto Amory Lovins como la Unión de Científicos Preocupados desacreditan el mito de que la energía nuclear es esencial para combatir el calentamiento global. Lovins escribe: “Cada dólar invertido en expansión nuclear empeorará el cambio climático, dado que significa invertir menos por cada dólar en una solución eficiente”. Obama dijo que la primera partida de financiamiento público, que beneficiará a la gigante energética Southern Co., “generará miles de puestos de trabajo en la construcción en los próximos años, y alrededor de 800 empleos permanentes”. Sin embargo, la inversión en tecnologías de energía solar, eólica y de cogeneración podría lograr lo mismo, creando rápidamente en Estados Unidos las mismas industrias que están floreciendo en Europa. Es más, los riesgos de falla de un molino de viento o un panel solar son minúsculos comparados con los desastres de las plantas nucleares como los sucedidos en Three Mile Island y Chernobyl.

Tanto en términos económicos, como en términos ambientales y de prevención de las amenazas nucleares, las garantías de crédito de Obama para el desarrollo de la energía nuclear fallan en todos los aspectos.

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Denis Moynihan colaboró en la producción periodística de esta columna.
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La Pachamama en llamas

DESASTRES NATURALES Y PROFECÍAS INDÍGENAS

Terremoto en Haití, terremoto en Chile, sismos en Salta, Jujuy, Tucumán; aludes en Italia, en Portugal, en Machu Pichu, en el NOA, y en la Patagonia; inundaciones y tornado en Buenos Aires; el 2010 recién empieza, y estos parecen ser sólo algunos adelantos de lo que se viene, del Pachakutik, del vuelco de la Madretierra, anunciado por los sabios y sabias de los pueblos andinos, del 2012 anunciado por los sabios y sabias mayas…

Por Xuan Pablo Gonzalez

“Apartado de la naturaleza, el corazón del hombre se endurece.”
Sabiduría Lakota

“Los que no puedan entender morirán
los que entiendan vivirán…”
Códice Maya del Chilam Balam


¿Fracaso ecologista?

Tras lo que algunos consideran el fracaso de la Cumbre del Cambio Climático, en Copenhague: ¿podemos hablar del fracaso de la lucha de los ecologistas por “salvar el planeta”?

Si tomamos en cuenta las profecías de muchos de los chamanes originarios de nuestra Indoamérica, sobre el próximo Pachakutik, podríamos hablar del fracaso de la humanidad en vivir en armonía en nuestro planeta.

“La Tierra está abortando” dicen desde hace unos años las voces sabias de nuestra Amerindia. En los primeros días de este año 2010, pudimos ver y sentir varios abortos de la Tierra. Y esto recién comienza, según dicen los meteorólogos.


La Tierra no aguanta más

“La Tierra no aguanta más” dijo hace poco Leonardo Boff, el teólogo brasileño que fuera uno de los fundadores de la Teología de Liberación. La Carta de la Tierra del año 2003 decía lo siguiente: “La humanidad debe escoger su futuro: o se promueve una alianza global para cuidar a los otros y la Tierra, o arriesgamos nuestra destrucción y la devastación de la diversidad de la vida”. Después de la cumbre de Copenhague, las cartas parecen estar jugadas: la humanidad, podemos decir, ya eligió, y hasta ahora lo que vemos eligió, es su autodestrucción. Porque tal vez sea como decía el escritor norteamericano Carl Sagan, que “las civilizaciones tecnológicamente muy desarrolladas quizás tengan en su destino la tragedia de la autodestrucción”.


Liberemos y defendamos a la Madre Tierra

“Tenemos que terminar con la esclavitud de la Madre Tierra. No es posible que esté esclava de los países capitalistas” dijo recientemente Evo Morales ante la ONU, cuando promovió la Declaración Universal de los Derechos de la Madre Tierra.

“Es nuestra obligación defender el derecho de la Madre Tierra. Defender el planeta Tierra es más importante que defender los derechos humanos”, dijo también Evo.

La opinión de la comunidad científica

El planeta está al borde de un colapso, vienen diciendo las voces ecologistas, desde hace un tiempo. En la reciente y publicitada película ecologista, Una verdad incómoda del político norteamericano demócrata Al Gore, realizada con alta tecnología y gran investigación científica, los estudios sobre los cambios climáticos dicen cosas bastante parecidas a las profecías chamánicas amerindias antiguas: que entre la actual década, y la siguiente (la del 2020) tendremos más inundaciones de las costas bajas y valles del planeta, y graves cataclismos naturales, si la contaminación ambiental no se detiene: algo que para algunos ya es prácticamente irreversible; tendríamos entonces un nuevo “diluvio” en ciernes, ya que buena parte de las llanuras y valles del Planeta quedarían bajo las aguas, según muestra la película-documental. De hecho basta con recorrer un poco las costas de la provincia de Buenos Aires para comprobar como las aguas han estado subiendo –generalmente en forma destructiva- en los últimos años.

El calentamiento global es la principal preocupación de los científicos occidentales modernos, respecto a los futuros y drásticos cambios planetarios: ellos estiman que si no se reducen rápidamente las emisiones de gases de dióxido de carbono (como máximo antes del 2015), el efecto invernadero hará subir aún más la temperatura del planeta, y con que sólo subiera dos grados más ya empezaríamos a ver catástrofes naturales cada vez más violentas y continuas, de lo que los recientes terremotos en Haití y Chile, entre otros, son sólo pequeñas muestras.


¿El plan planetario?

A fines de siglo XX, concluía el filósofo-chamánico-ecologista Terence McKenna, en su ensayo Plan-Plantas-Planeta, que “nuestra elección como cultura planetaria es muy simple, ser verdes o morir”, es decir, abrazar las cosmovisiones ecologistas y retomar las enseñanzas chamánicas de los pueblos originarias en cuanto al equilibrio con la Naturaleza y el Cosmos, o ser autoexterminados, y abortados por la Madre Tierra.


Estamos en peligro

Hace unos años me dijeron los Wichis y Mocovíes de esta tierra suramericana, cuando les hacía una nota, que: “la Tierra no está en peligro… Nosotros estamos en peligro. Nosotros...”- recalcaron. Ya que la Tierra “todos los días crea, o recrea, o mata diversas formas de vida...”, y el Pachakutik, del que hablan los sabios andinos, se trata de eso: “Si el ser humano ‘desequilibra’ mucho la vida y el mundo, el Pachakuti los ‘barre’ de la faz de la tierra, y la vida vuelve a sus inicios, como una ‘nueva oportunidad’” como escribió el amauta andino Javier Lajo.

El problema de base, heredado de la cultura judeocristiana y el materialismo de la civilización occidental, es creer que nosotros somos algo distinto a la Naturaleza, cuando nosotros somos la Naturaleza, y como dicen las antiguas enseñanzas originarias: lo que le hacemos a la Tierra, nos lo hacemos a nosotros. Cuando contaminamos y dañamos a la Naturaleza, nos contaminamos y dañamos a nosotros mismos: “Todo lo que afecta la tierra afecta a los hijos de la tierra. Si los hombres escupen el suelo, se escupen a sí mismos”.

Porque “Somos parte de la Tierra y ella es parte de nosotros”. Porque “la tierra no pertenece al hombre; el hombre pertenece a la tierra”. (Jefe Seattle).


La Naturaleza ya no está en equilibrio

“En todo el mundo abundan las señales de que la naturaleza ya no está en equilibrio. Inundaciones, sequías, terremotos y gigantes tormentas…” dijo hace unos años Dan Ehevema, sabio Hopi.

El planeta es nuestro espejo, las ciudades son nuestro reflejo: en toda la civilización abundan señales de que hombres y mujeres, ya no estamos en equilibrio. Hambre, pobreza, pestes, genocidios, además de enfermedades y traumas varios, se vienen sucediendo desde que perdimos el diálogo vital con la mente-alma del planeta, cuando se asentó la civilización occidental, capitalista y cristiana.

El planeta está abortando, resuenan en ecos las sabidurías andinas, el planeta está abortando naturalmente a sus hijos descontrolados y descarriados, y de un plumazo, de un sacudón, nos saca de encima y nos borra de su faz, nos traga y nos entierra.


Los mensajes de las profecías

Las profecías Mayas o Incaicas hablan del gran cambio que se avecina, en diciembre del año 2012 de nuestra era: “no se trata de un “fin del mundo”… se trata de un fin del sistema actual, lo que es diferente.”

Lo que plantean estas profecías es que dado el grado de contaminación y desequilibrio al que hemos llegado, ya no hay una verdadera vuelta atrás. Los cataclismos naturales, así como las guerras permanentes parece continuarán y se incrementarán hasta llegar al punto culmine, en el que algunos dicen la tierra se dará vuelta, invertirá sus polos (un hecho ya acontecido en otras épocas, según estudios científicos), lo cual traerá el fin de estos tiempos oscuros y el comienzo de otros tiempos más luminosos.

Pero todo esto no es algo espontáneo, es un proceso que lleva acumulándose por años y que en una fecha estimada o aproximada, 21 de diciembre del 2012, rebalsará el vaso. Llegará entonces el límite en que la contaminación ambiental y el maltrato a la naturaleza toda dirán basta, y el orden imperante actual se derrumbará drásticamente.


Bibliografía consultada:

- Javier Lajo, Qhapaq Ñan, la Ruta Inka de Sabiduría
- Ludovica Squirru y Carlos Barrios, Kam Wuj, El Libro del Destino, Astrología Maya,
- Terence McKenna, La Nueva conciencia psicodélica
- Cacique Seattle y otros, Cartas por la Tierra
- Elena Malamud, Qué tiempo loco, Revista Hecho en Bs. As.
- Entrevista de Sergio Ferrari a Leonardo Boff, “La Tierra no aguanta más”, Revista Hecho en Bs. As.
- Entrevista de Xuan P. González a Roberto Díaz, José Iñet y Leonora Roncoroni, “De Wichís y Mocovíes”, Revista La Maldita
- Xuan P. Gonzalez, Profecías Chamánicas, Revista THC.
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La hoguera de las vanidades masculinas

HOMBRES COMPROMETIDOS CON LA ERRADICACIÓN DE LA VIOLENCIA HACIA LAS MUJERES

En los tiempos que corren el significado de ser hombre ha sido puesto en duda, incluso por los propios hombres: ¿Héroes, símbolos sexuales, científicos, heterosexuales, o gays? En este marco de crisis de la masculinidad, y a partir de la cotidiana y creciente violencia que los hombres ejercen sobre las mujeres por el sólo hecho de ser tales, algunos de ellos se han organizado en la Campaña Lazo Blanco para ayudar a combatir la violencia de género. El coordinador de dicha campaña reflexiona en esta nota sobre qué implica ser hombre en la post modernidad.

Por Hugo Huberman

GÉNERO Y MODERNIDAD

El mundo de la modernidad trae consigo buenas y malas, depende del cristal con que se lo mire; lo que no podemos es negar la aceleración continua con que las transformaciones se incorporan (hacen cuerpo) en nuestras relaciones, y por ende entre nosotros y nosotras, complejizándolas. Mucho se ha escrito sobre los contextos en que esas transformaciones se han configurando, haciendo énfasis sobre los avances hacia la igualdad de las mujeres y cierto desconcierto entre nosotros, los hombres.

Agnes Heller señalaba que de todos los movimientos sociales del siglo XX, el feminista era el único que había dejado huella en las estructuras sociales, ya sea en el espacio público o privado, pues era irrefutable que la nueva presencia de las mujeres, había transformado la reproducción social.[1]

Como sociedades hemos avanzado muchísimo en los estudios de género desde lo femenino, ese avance permitió con los años, los primeros estudios sobre masculinidades, que hoy van teniendo un espacio en el área académica y dentro de los movimiento sociales. El estudio de uno de los géneros nos conduce, inevitablemente, al reconocimiento de las diferencias; es poco preciso intentar aislar una parte del sistema que, por ende, es parte del todo. Los hombres como sujetos culturales somos seres que tenemos y damos género.

La cultura genérica o de los géneros es en la que hoy esa complejidad aumentó. Los cambios ocurridos en las relaciones dentro del sistema sexo/género en las últimas décadas, han cuestionado las prácticas y los contenidos de la denominada masculinidad hegemónica, entendida como el patrón de prácticas, representaciones culturales y contenidos subjetivos que sostienen y actualizan la dominación de los hombres sobre las mujeres y de unos grupos de hombres sobre otros.

Vamos reconociendo que estas relaciones son construcciones culturales, y por ende situadas en tiempo y espacio, cambiantes, continuas y actuantes, es decir cuanto más se las aprende a actuar, más se las reafirma, combinadas con otras variables como raza, etnia, religión, capital social y cultural. Frente a la aceleración ya mencionada, la edad comienza a ser una distinción necesaria y urgente. Estas construcciones no solo implican hablar de hombres y mujeres, sino lograr interpelar las formas en que las diferencias y semejanzas relacionadas con la sexualidad física son comprendidas, consentidas, organizadas y practicadas en cada una de nuestras sociedades.

La crisis de las masculinidades es parte del discurso de esta modernidad, sin embargo digo que lo que está en crisis, no sólo es esa realidad, a medias, sino el sistema sexo/género como producción cultural conjunta, afirmando que debemos hablar también de feminidades plurales, también en continua recreación, y por ende crisis. Ser hombre o mujer no son estados de existencia original, natural, son categorías dentro de este sistema, cuyos significados se modifican a menudo, no son inmutables, son.

TRAYECTORIAS TRAZADAS

Antes de nacer las expectativas por las que somos atravesados como futuros hombres y mujeres son diferentes, construyendo, desde el vamos, un sistema de privilegios (masculinos) y exclusiones (femeninos) que no es visible ni natural, sólo continuo, permanente y de alto impacto: allí reside su eficacia y validez en esas caracterizaciones.

Desde esas proyecciones académicas, laborales, profesionales, hasta las del orden con-vivencial, sexual y emocional, están ahí, en silencio, haciendo lo suyo, aunque no se nombren ni se indaguen; forman parte de los guiones en que nos vamos haciendo, varones y mujeres. Quien socialmente no las siga, será sancionado por todos y todas, nombrado/a por lo que no es, restringido/a en sus derechos seguro.

Privilegios en derechos y recursos es lo que caracteriza el itinerario vital con el que nos vamos haciendo hombres, teniendo opciones, que en la exclusión no se permiten. Libertad en lo público para hacer lo que se nos da la gana, desentendimiento de lo íntimo, riesgo y laboriosidad, voz y sentido de mando, dificultad de registro de nuestro propio decir y sentir, permiso para tomar distancia continua de nuestras opciones afectivas, desapego de lo social: allá vamos haciéndonos, éxito y poder nos aguardan. Suena raro saber de privilegios y no poder registrarlos, tenerlos sin recorrerlos. Ello confirma aquel viejo decir que los hombres somos los últimos en enterarnos.


LA MASCULINIDAD OTORGADA: SER MACHO MATA

Deberíamos entonces intentar saber qué es la masculinidad, para seguir indagándonos con cierto sentido. Javier Pineda escribe : “La masculinidad es ese conjunto de connotaciones, representaciones y valoraciones asociadas con el ser hombre, que pueden ser usadas, afirmadas o alteradas también por las mujeres, y pueden convertirse en hegemónicas cuando son usadas para ejercer poder”[2]

Es entonces que podemos decir que la masculinidad es algo que me otorgan, no que soy. En mis años de trabajo con/entre hombres de toda América fui descubriendo que para la mayoría de nosotros, ser hombre no es un deseo ni una opción, sino una profunda convicción que no se pone en riesgo ni se indaga, solo es, así de simple, así de complejo. No se indaga ni se pregunta, pues toda la vida nos hemos pasado continuamente dando fe de ello, en cada instante, en todo lugar, que no quede la menor duda.

Sin embargo, no es todo tan blanco o negro, los grises se van conformando en la tensión continua que implica lo demandado, el deber ser y lo que puedo o estoy dispuesto a ser. Algunos episodios en las experiencias vitales de los hombres (cambios o sucesos) a lo largo de los ciclos vitales van generando tensiones y respuestas ambivalentes en el uso que hacemos de una u otra forma de masculinidad no única.

Todo corrimiento de lo demandado pone en riesgo cómo me nombren o me vean, y por ende transita los grises de la no confirmación, quiebra la convicción que me ha traído hasta aquí, haciéndome menos hombre. Oscar Guasch nos dice: “La masculinidad es como una cebolla: no hay nada debajo y hace llorar. Pese a que ejercer de macho mata, la masculinidad es frágil porque implica un estatus adquirido que puede perderse con facilidad. Por eso los hombres arriesgan tanto para probar todo el tiempo que son hombres de verdad. Ningún hombre quiere ser degradado al estatus de marica, ni a sus equivalentes estructurales: calzonazos, cobardes, o nenazas”.[3]

Justa razón tiene. Somos la suma continua de diversidad de privilegios, hasta aquel que nos lleva permanentemente a demostrar a todos y todas cuán hombres somos. Cuando nos vamos sacando algunos privilegios registramos que sin ellos no hay nada que nos indique fácticamente que somos hombres. Una vez que las capas/máscaras se van desentrañando, van apareciendo opciones, territorio fértil que hoy vamos transitando, al menos en ciertos ámbitos institucionales y sectores de la sociedad. La masculinidad asociada al sistema patriarcal (expresado en algunos contextos con el término de machismo), compite con otras formas de ser hombre y con otras prácticas más democráticas en la forma en que los hombres y las mujeres se relacionan.

Estas masculinidades no hegemónicas (marginales o subordinadas) han puesto en aprietos el corazón mismo del poder masculino en tanto fruto de condiciones históricas y sociales particulares que lo han hecho modelado. He aprendido, con el tiempo, que dentro del movimiento de hombres ponemos en juego un modelo de masculinidad única que se replica casi sin darnos cuenta; la hipercompetividad, los juzgamientos y los torneos tipo “Justa del saber” son moneda corriente, desautorizando, excluyendo, dejando de lado, siendo el mayor de los riesgos en la subsistencia de los mismos.

OTRA MASCULINIDAD ES POSIBLE

Es el instante fecundo de preguntarnos ¿Qué tipo de hombre quiero ser? Lo que se construyó y sostuvo entre otros y otras, no puede ser desandado solo. Estas opciones se potencian, si las comparto con otros hombres, ni buenos ni malos, diferentes. En estas respuestas, donde la tarea de hacerse hombre deja de lado lo prescripto para constituirse en un rumbo propio con otras y otros, en este proceso ya no somos centro del mundo ni eje, sino parte de él, tomando partido también sobre que tipo de mundo quiero vivir.

Extrañeza del modelo que vamos deshilvanando, saudades de lo que hemos entregado para no ser mirados en la desconfianza del no-ser, añoranzas de un modelo armado y determinado con receta y formula escrita, siempre sabíamos cómo actuar. Pero ahora la incertidumbre de la propia tarea no tiene script, sólo voluntad e inteligencia al servicio de esa tarea: vivir muestras propias vidas masculinas con mayor entendimiento y dignidad. Es probable que esta ardua tarea resulte mucho más ingrata que la anterior, pues aquí no hay fórmulas, sólo es indagarse entre otros y otras, tomando decisiones cotidianas; no hay fanfarrias ni estruendos, ni trompetas de gloria esperándonos, sólo hay vida digna, más propia y menos ajena. Esta añoranza, se pondrá atenta en cada encuentro con conocid@s pues es ése, el relacional, el dominio preciso donde actuaremos lo novedoso y se nos demandará, pedirá y exigirá justamente aquello que hemos dejado, la frontera que hemos atravesado, la del no –retorno.

Muchos hombres y muchas sugieren que estos procesos forman parte de la idea bien vendida de “desarrollo personal”, que no implica cambiar el sistema en su conjunto. Quienes vamos recorriendo este camino notamos que es parte de una transformación lenta mucho mayor, pues los hombres levantamos la vista de nuestro ombligo (detalle no menor, vale la metáfora) hacia lo social, hacia los otros y otras en toda su dimensión.

La Campaña Lazo Blanco es una herramienta, un instrumento de voluntad y decisión de participar, de ser parte ni central ni al margen. Somos hombres, mujeres, jóvenes que no queremos violencia en nuestros futuros comunes, ni privilegios, ni silencios cómplices. Día a día estas afirmaciones se enlazan con organizaciones sociales de todo tipo. Haciendo con otras y otros vamos creciendo. Ése es el desafío: dejar de tener coronitas para enlazarnos en las diferencias, celebrándolas.

[1] Heller Agnes: “Existencialismo, alienación, postmodernismo: los movimientos culturales como vehículo de cambio en la configuración de la vida cotidiana”. En Políticas de la posmodernidad. Ensayos de crítica cultural. Península, Barcelona, 1989.
[2] Pineda, Javier (2003), Masculinidades, género y desarrollo. Sociedad civil, machismo y microempresa, Ediciones Uniandes, Bogotá.
[3] Guasch, Oscar. (2006). Héroes, científicos, heterosexuales y gays: los varones en perspectiva de género. Editorial Bellaterra. España.
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Hugo Huberman es facilitador de Género, paternidades y familias, y coordinador de la campaña Lazo Blanco. wwww.hombrespadresfamilias.blogspot.com - http://www.lazoblanco.org/
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